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Así intenta Vox reventar la mayoría absoluta de Ayuso: el Madrid de los barrios contra el Madrid de los espectáculos

Con las urnas de 2027 en el horizonte, la sustitución de Ortega Smith por Quero en el Congreso nutre la táctica ultra para captar votos en zonas obreras al enfrentar las necesidades en vivienda y servicios con proyectos como la F1 o la NFL

Isabel Pérez Moñino, la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, dispara a quemarropa: “¿Dónde están las 25.000 viviendas que usted prometió en el año 2019?”, le pregunta a Isabel Díaz Ayuso un jueves en la Asamblea. Son doce palabras como doce granos de sal en una herida supurante. Porque no, las 25.000 viviendas del Plan Vive que prometió la presidenta para ...

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Isabel Pérez Moñino, la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, dispara a quemarropa: “¿Dónde están las 25.000 viviendas que usted prometió en el año 2019?”, le pregunta a Isabel Díaz Ayuso un jueves en la Asamblea. Son doce palabras como doce granos de sal en una herida supurante. Porque no, las 25.000 viviendas del Plan Vive que prometió la presidenta para 2027 no se han construido. El objetivo se ha reducido a 13.000, de las que solo 4.875 se habían entregado a 1 de septiembre. Y como las elecciones de 2027 están ya en el horizonte, el dato alimenta la campaña con la que Vox espera reventar la mayoría absoluta del PP. Se llama Madrid Sur en Pie. Busca captar votos en barrios y ciudades tradicionalmente de izquierdas contraponiendo las necesidades en vivienda y servicios con la región espectáculo que creen que está construyendo Ayuso a base de grandes eventos (F1, NFL...). Un “Madrid global”; ”cosmopaleto”; “el patrio trasero de los multimillonarios de medio mundo”, dicen los portavoces de la extrema derecha. Una suerte de Miami europeo. Y todo el mundo, del PP al PSOE, pasando por Más Madrid, ha tomado nota.

“Es obvio que Vox se quiere lepenizar para llegar a los barrios obreros, donde ve una oportunidad de crecimiento”, argumenta el analista Jordi Sarrión-Carbonell. “Apelan a la nostalgia, a la añoranza de la estabilidad”, sigue. “Hay que ser cautos, y tomarlo con prudencia, porque es un discurso en fase embrionaria, pero Vox toca una tecla interesante para contrastar con el Little Miami de Ayuso, con un discurso con una capacidad de penetración alta”, añade. “Ahora hay que estar atentos a cómo reacciona Ayuso, y también la izquierda, que con gente como Emilio Delgado (de Más Madrid) ahí les puede arañar bastante”.

La aspiración de penetrar en el cinturón rojo de Madrid es tan vieja como el proyecto de Vox. Ya en 2018, cuando ni siquiera tenía representación en la Asamblea, la formación ultra se felicitaba de que su discurso tuviera eco entre esos votantes. Ahora cree haber encontrado un catalizador: la idea de que Ayuso patrocina una megalópolis al estilo Madrid DF, ya que el precio por metro cuadrado a la venta se ha disparado alrededor de un 64%, y el de alquiler un 48%, desde que la actual presidenta llegó al poder (2019), según el portal Idealista.

“El PP no es que esté en fuera de juego, es que ha decidido estar fuera de Madrid”, sostiene un político que está en permanente contacto con el líder nacional de Vox, Santiago Abascal. “Tenemos una presidenta que lleva demasiado tiempo con la cabeza en Miami porque a ella no le gusta el Madrid de siempre, el de los barrios. Su aspiración es transformar Madrid en la “ciudad global” y homogeneizarla a Londres o Berlín", opina. “En el caso del sur, sus vecinos sienten que viven a miles de kilómetros de donde se toman las decisiones que acaban afectando a su vida cotidiana”.

Con ese análisis de fondo, la estrategia de Vox se ejecuta paso a paso. Primero, anuncia la campaña de Madrid Sur en Pie aprovechando una entrevista de Pérez Moñino con EL PAÍS: “El PP tiene miedo”, dice. Luego sustituye a Javier Ortega Smith, fundador del partido, por Carlos Hernández Quero como portavoz adjunto en el Congreso, ya que este está especializado en vivienda. Y, finalmente, lanza la campaña con su participación en un acto en Aluche que se viraliza.

“El Madrid de todos los acentos (que defiende Ayuso) es una forma de decirte que tú no cabes aquí”, dice ahí Quero, que se autodefine como “de barrio” y defensor de “lo local sobre lo global” mientras señala a los extranjeros como causa de que el que el precio de la vivienda nueva se haya disparado en Madrid un 13,3%, y el de la de segunda mano un 13,4%, entre el segundo trimestre de 2024 y el segundo de 2025, según los datos recogidos en el Índice de Precios de Vivienda del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La reacción del PP de Ayuso no se hace esperar. Tiene tres líneas. De un lado, intentar asustar al electorado tradicional de Vox. “Su campaña es la misma que tenía un comunista, Sánchez Mato, que también fundó un partido que era Madrid en Pie al que ustedes se parecen”, dice el número dos de Ayuso en el gobierno, Miguel Ángel García Martín. Del otro, cuestionar la base argumental: apenas el 7% de los compradores de vivienda en Madrid son extranjeros, asegura la presidenta, sin detallar de dónde saca el dato. Finalmente, poner en duda la credibilidad de la preocupación de Vox por las viviendas y servicios en los barrios más humildes tildando a sus representantes de “señoritos de Vox”, como ironiza la propia Ayuso.

Así la contesta Quero en sus redes sociales: “Señoritos los que creen que el multiculturalismo son restaurantes chulos y estudiantes internacionales y no guetos y machetazos”.

“Hacen más daño al PSOE”, explica un político que cuenta con la confianza de la presidenta regional. “Nuestra mayoría está intacta”, asegura. “Ese voto obrero que buscan en los barrios no nos lo quitan a nosotros”.

Esto contraponen los socialistas de Madrid, a los que dirige el ministro Óscar López: “Le quita voto a Ayuso, a nosotros no porque nos dan la razón y quien es de izquierdas sabe que Vox no les va a solucionar los problemas. Es una cuña en el voto del PP”.

Y así lo ven en Más Madrid, el partido que lidera ahora mismo la oposición a Ayuso: “En Vox tienen que diferenciarse del PP de alguna manera, y aquí en Madrid Ayuso les da poco espacio porque asume la mayoría de sus postulados, incluidos la oposición al derecho al aborto o el discurso antiinmigración. Pero no engañan a nadie en los barrios obreros, porque cada vez que importa, se ponen del lado de los acaparadores de la vivienda y del lado de la especulación”.

Lo que es seguro es que Vox intenta reventar el status quo de la política madrileña. En 2019 entró por primera vez en la Asamblea, y fue decisivo para que el PP gobernara pese a haber perdido las elecciones por primera vez desde 1987 (ganó el PSOE de Ángel Gabilondo). En 2021 siguió teniendo capacidad para influir, pero ya a tanta distancia de los conservadores como para tener un papel menor. Desde 2023, Vox es intrascendente: Ayuso tiene mayoría absoluta.

Para volver a contar en Madrid, el principal escenario de la política española, los ultras incorporan ahora nuevos elementos a su tradicional discurso de ataque a la inmigración ilegal, denuncia de la supuesta inseguridad o del gasto público superfluo: apelar a la nostalgia de un pasado teóricamente mejor en contraste con el futuro de neones que atribuyen a Ayuso.

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