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Óscar López pide la dimisión de Ayuso tras escuchar las explicaciones de la inspectora de Hacienda que investigó a su pareja

La inspectora M. detalló ante la jueza la forma en que González Amador utilizó facturas falsas para pagar menos a pesar de que multiplicó por ocho sus ingresos

El secretario general del PSOE de Madrid, Óscar López, ha exigido este jueves la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tras conocerse los audios publicados sobre la inspección fiscal a su pareja, Alberto González Amador. “No puede gobernar quien se beneficia a título lucrativo porque vive en un piso que supuestamente está pagado también con ese dinero irregular”, dijo López.

“Ayuso no tiene escapatoria (...) viene a decir que hay una operación de Estado contra ella y es al revés. Ella está poniendo todos los medios de la Comunidad para defender a un presunto delincuente”, dijo en un video grabado en su despacho y distribuido a los medios de comunicación. “No puede gobernar y no puede pedir que los demás paguen impuestos, quien está defendiendo a quien no paga impuestos y utiliza facturas falsas para defraudar”.

López se cuidó mucho en incluir en todo momento la palabra “presunto” al referirse a González Amador, “a pesar de que su pareja ha reconocido y ha intentado pactar con la justicia reconociendo los delitos”, añadió.

El también ministro de Transformación Digital dijo que es “intolerable” gobernar y representar a los madrileños y le pidió que anunciara su dimisión aprovechando su intervención este jueves en la Asamblea.

La petición de dimisión de López se produjo minutos antes de que comenzara la intervención de Ayuso en el debate del Estado de la región y después de la publicación este jueves de EL PAÍS, La SER, eldiario.es y El Plural de varios audios con la declaración ante la jueza de la jefa de la inspección tributaria en Madrid, la inspectora M., que dirigió la investigación fiscal contra Alberto González Amador y ha destapado sus dos supuestos delitos fiscales por más de 350.000 euros.

En el interrogatorio del mes de marzo que duró más de dos horas y media, Urbano acercó un poco más al banquillo a González Amador con una declaración demoledora que incluía datos precisos y explicaciones minuciosas sobre la metodología utilizada por el novio de Ayuso para defraudar a Hacienda de forma deliberada en 2020 y 2021. La estrategia presuntamente utilizada por la pareja de Ayuso utilizó una red de facturadores falsos para aminorar la cuota a pagar, que solo intentó regularizar su situación cuando fue “pillado” por la Agencia Tributaria, o simuló operaciones para pagar menos a Hacienda.

En estos audios, la inspectora M. detalló también las razones por las que comenzó la investigación al novio de Ayuso y resta fuerza al argumento de la presidenta madrileña, que dijo que su pareja estaba sufriendo una “inspección salvaje”. Entre otras razones, Urbano dijo que González Amador pasó de ingresar 300.000 euros en 2019 a 2.300.000 en 2020, aunque ese año pagó menos a Hacienda que el anterior.

En su declaración ante la jueza, la inspectora detalló como comprobaron la existencia de facturas falsas, una de ellas emitida en México por más de 300.000 euros. Otra de las facturas falsas citada por la inspectora fiscal fueron los 922.000 euros por la venta de vacunas a Costa de Marfil. Urbano contó que esta operación no existió y nunca se vendió vacuna alguna. Es más, en julio de 2021, González Amador recibió un correo electrónico en el que se confirmaba que su empresa no había sido adjudicataria del contrato. Aun así, tres meses después, contabilizó de forma falsa el gasto de casi un millón de euros por este concepto para disminuir la cuota tributaria a pagar. Según Urbano, González Amador solo intentó regularizar su situación cuando fue “pillado”, por la Agencia Tributaria y una vez que se había iniciado la inspección.

Otro de los supuestos ejercicios de facturación falsa es el llamativo empleo de seis sociedades sevillanas, pertenecientes a tres personas, que fueron contratados por González Amador para hacer, supuestamente, 13 análisis de calidad sanitaria y normas ISO. Urbano contó que los tres administradores de esas sociedades carecían de personal cualificado para hacer estos trabajos y que, en realidad, eran transportistas, agricultores o ganaderos que nada tenían que ver. Los inspectores que visitaron en Sevilla estas empresas se encontraron con domicilios particulares sin rótulo ni actividad alguna.

Muchos de estos datos ya eran conocidos, pero nunca se había oído con tanta claridad a los propios inspectores relatar la forma en que se hicieron las comprobaciones de estas facturas falsas, un asunto sobre el que Ayuso, que este jueves habló durante casi dos horas en la Asamblea no hizo referencia alguna.

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