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Diario de un encierro: profesores en pie por un embargo de armas a Israel

Varios docentes, integrantes de Marea Palestina: la educación contra el genocidio, hacen públicas las memorias de su confinamiento en el Círculo de Bellas Artes de Madrid para defender a los gazatíes

Martes, 2 de septiembre de 2025

Carlos Díez. La jornada cero del movimiento transversal Marea Palestina: la educación contra el genocidio se inicia en el Círculo de Bellas Artes sobre las 14:00, cuando un grupo de profes del colegio Lourdes FUHEM de Madrid, acompañado por algunas otras compañeras del entorno del colectivo La Educación con Palestina, comunicamos al personal de esa entidad que el grupo, inicialmente compuesto por unas 50 personas, se declara en asamblea permanente. No abandonaremos las instalaciones hasta que el Gobierno acepte las reivindicaciones del movimiento.

Estas demandas, en síntesis, son la exigencia al Ejecutivo de que incluya en el Consejo de Ministros, convocado para el 9 de septiembre, la firma del real decreto de embargo de armas al estado de Israel, por considerar que está llevando a cabo un horrible e insoportable genocidio con la población civil de Gaza. Con posterioridad, el director del Círculo de Bellas Artes se dirige a nosotras para trasladarnos el apoyo de la institución a la que representa y proponernos que nos desplacemos a la sala Ramón Gómez de la Serna, en la quinta planta.

En un momento determinado, se envía a través de los medios de comunicación una petición a los Ministerios de Cultura, Juventud e Infancia y Educación para que acudan a nuestra asamblea. Entre otras acciones, acordamos quedarnos a dormir esa noche un grupo de personas que, inmediatamente, se ponen a organizar la intendencia de la pernocta, mientras otros elaboran pancartas, comunicados y continúan realizando propuestas sobre cómo mantener la organización de la asamblea.

Miércoles, 3 de septiembre de 2025

Nacho Bejarano. Nos levantamos entre las 6.00 y las 7.00 felicitándonos por el nuevo día, también por la emocionante acción llevada a cabo. Tras algunas conversaciones sobre la noche, las rutinas de aseo un tanto precarias, al igual que el desayuno, algunas de nosotras nos marchamos a trabajar en nuestros centros, otras se quedan a atender a los medios y algunas que no han dormido aquí se incorporan para aportar propuestas y fortalecer el encierro.

La mañana transcurre con la prensa, dando difusión a las reivindicaciones, acogiendo propuestas y fomentando la participación en todo momento con el objetivo de llevarlo todo de manera organizada a la asamblea de la tarde. Al final de la mañana, los ministerios citados por la asamblea la jornada anterior comienzan a contactar y a confirmar su asistencia, de manera que acuden los ministros de Cultura y Juventud e Infancia. Ernest Urtasun y Sira Rego. Más tarde, en representación de la ministra de Educación, Pilar Alegría, aparece el subdelegado del Gobierno en este ministerio, Abelardo de la Rosa.

Cuando se va acercando la hora de la asamblea abierta, convocada a las 17:00, la sala comienza a llenarse de gente, unas 200 personas que casi desbordan su aforo. Se debaten y votan los distintos puntos del orden del día. Hay unanimidad en continuar con el encierro de manera indefinida hasta que el Gobierno acepte, al menos, la primera de las reivindicaciones planteadas.

Jueves, 4 de septiembre de 2025

Ricci Galiano. Me acuesto en una esterilla prestada. No duermo. Algo en el cuerpo se agita cuando te encuentras en una asamblea de más de doscientas personas movidas por un mismo sentimiento de impotencia, congregadas por una misma voluntad de justicia. Para las compañeras de la Acampada por Palestina, no es la primera vez que nos encontramos en una situación así. Corre un dicho entre nosotras: que nos hemos acostumbrado a la sensación de que “la historia te atraviesa el pecho”. No lo hemos puesto en palabras cuando nos hemos reunido antes de que se apaguen las luces, pero lo sabemos. Se podía sentir en nuestra mirada. Abro mi cuaderno y bajo la luz de mi teléfono apunto: “¿Por qué estamos aquí?”. No puedo hablar por todas mis compañeras, pero mis motivos los tengo claros.

Estoy aquí porque confío. Confío en que este embargo saldrá adelante, no por la “voluntad política”, no por el buen hacer de unos y otros, sino por el compromiso. El compromiso de mis compañeras, entre las que hay muchas con personas a su cargo y que, sin embargo, duermen aquí hoy para sostener el espacio. El compromiso de las primeras detenidas por organizarse contra la Vuelta Ciclista y que hoy duermen a expensas de que la ley mordaza se cebe con ellas.

El compromiso de nuestras compañeras de la flotilla con las que intercambiamos a menudo mensajes, a sabiendas de que muy probablemente un día se interrumpirá la conexión porque habrán sido secuestradas por las fuerzas sionistas. El compromiso del movimiento internacional por Palestina sigue abriendo caminos entre las fronteras para detener el genocidio. El compromiso del pueblo palestino que resiste con valentía por todos los medios a su disposición.

A la mañana siguiente, el frenesí de la prensa me arranca del saco de dormir. Cuando dan las 17.00 y volvemos a reunirnos en asamblea, la sala se abarrota de nuevo. Ahora que sabemos que el Ministerio de Presidencia tiene la competencia de elaborar el orden del día, toca mover ficha. Decidimos registrar una petición al ministro Félix Bolaños para que haga lo propio e incluya el embargo por real decreto en el Consejo de Ministros.

Pero no nos quedamos solo ahí, también nos dirigimos a todos los miembros del Gobierno, queremos que se posicionen públicamente ante el conjunto de la ciudadanía en favor de una medida que llegaría tarde, pero en un momento crítico. Mi compañera Lola y yo acabamos solas enviando una por una cada carta, como quien lanza una botella al mar, con la incertidumbre de si llegará o no a su destinatario.

Viernes, 5 de septiembre de 2025

Paula Rivas. Un amanecer impresionante bañaba el cielo de Madrid desde lo alto de la calle Alcalá. Algunos han madrugado de más para poder llegar a tiempo a sus trabajos. La mayoría de los que quedan aún duermen, pero otros, los que madrugamos por defecto, disfrutamos de las vistas y del silencio. Poco a poco, se va contagiando el despertar. Desayunando, improvisamos una pequeña asamblea de buenos días. En ella, determinamos cómo se va a llevar a cabo la acción aprobada en la asamblea de la tarde anterior: repartir sobres por todos los ministerios. Su contenido, un escrito formal firmado por Marea Palestina exigiendo un embargo integral de armas a Israel.

La acción se realiza en conjunto, en la plaza de la Villa de París, donde tiene lugar este viernes el acto de apertura del año judicial. La misión, entregar los sobres en mano a los ministros. Varios compañeros acuden en bici, otros en metro. Mientras, en el Círculo de Bellas Artes, reina un ambiente tranquilo. A algunos les ofrezco el té que queda del desayuno, lo aceptan y me dan las gracias con su voz y con los ojos.

La de este viernes es la segunda asamblea que se clausura dedicando un minuto de silencio a las víctimas del genocidio gazatí. Este gesto, aunque simbólico, es más necesario para mí de lo que yo me pensaba. En medio de la vorágine de trabajo a veces se me olvida qué hago aquí. No del todo, obviamente. La acción termina eclipsando la intención y yo necesito ese minuto de silencio para superponer la intención de nuevo. Volver a la empatía de un pueblo que no conozco, volver a trasladar la mente al hipotético escenario del “y si fuera yo” que me resulta tan inaccesible, tan inabarcable. Durante ese minuto de silencio hago este ejercicio, el de permitirme sufrir por otros para recordar la raíz de mi propia movilización. De ahí saco la fuerza.

Sábado, 6 de septiembre de 2025

Marta García. Empezamos el día con el aviso de que va a venir la Cadena Ser a cubrir el encierro. No va a ser un directo ¡Bien! No va a haber cámaras ¡Genial! Pero los nervios están siempre ahí. Laura Herrera González, nuestra psicóloga de cabecera, integrante del Colectivo de Psicólogas Feministas con Palestina, dirige un taller de escritura y poesía en el que participan 10 mujeres. ¡Oh, sorpresa, solo mujeres! Muy especial y emotivo.

Al mismo tiempo, Manuel, profesor de dibujo, perteneciente a la Asociación de Profesorado de Dibujo de Madrid, despliega todo el material necesario y, lo más importante, una simpatía desbordante, para llevar a cabo un mural en el que se reinterpretará el cuadro de los fusilamientos del 3 de mayo de Goya, reflejando en su obra las matanzas perpetradas por el estado genocida de Israel.

La asamblea comienza a la hora prevista con una afluencia importante, debatimos y aprobamos la solicitud de un paro de la actividad lectiva en los centros educativos de todos los niveles para facilitar la participación de docentes, personal de administración y servicios y estudiantes en la concentración convocada el martes 9 de septiembre en Madrid, con el objetivo de presionar al gobierno para la aprobación del decreto de embargo integral de armas a Israel.

Otra propuesta de la asamblea consistió en la llamada a minutos de silencio en todos los centros educativos de la Comunidad de Madrid para esa misma fecha, en homenaje a los más de 18.500 menores asesinados por el genocidio, que no podrán comenzar este curso. La noche transcurrió tranquila, con más vida que las anteriores, pero aún así conseguimos seguir soñando con que algún día Palestina será libre desde el río hasta el mar.

Domingo, 7 de septiembre de 2025

María José López. Desperté en el encierro del Círculo de Bellas Artes de Marea Palestina: la Educación contra el genocidio. Participaba en el acto Pasamos lista de Educación con Palestina. Al llegar a la plaza de Callao, los compañeros ya estaban allí, dentro de cada corazón fluía la necesidad de realizar un homenaje cuidado, respetuoso y que hiciera presente a toda la infancia asesinada en el genocidio israelí.

Somos profesorado, empieza un nuevo curso, es el tiempo de preparar la llegada de los alumnos y dentro de tu cabeza piensas en un dolor insoportable, saber que toda esa infancia gazatí llegó a este mundo para que le arrebatasen la vida sin opción a disfrutar de ella. El corazón se te encoge y la cabeza no puede entender, los sentíamos parte de los nuestros.

A lo largo del día llegaron muchas personas que dieron lectura a los nombres, buscaban que alguien contestara, el sentimiento de ausencia pesaba como una piedra en el interior y fruto de ello, de manera espontánea, fueron contestando “asesinada”. Hubo personas que se rompían en llanto leyendo a los hijos de familias enteras asesinadas. Es un genocidio documentado. Los mismos apellidos repetidos 5 veces resonaban. Se acercaron familias palestinas, los nombres tomaban mayor calor en su lengua natal.

Llegó el turno de lectura de Muath, nuestro compañero gazatí, cuyos hermanos, hermana y padre siguen esperando una reagrupación en Gaza. Sabía que llevaban dos días sin poder comer, no tenía noticias de ellos y pese a todo, le vi preocuparse por una mujer que lloraba. Me pregunté, ¿esa será la resistencia de la que hablan? La de nacer en una tierra invadida, la de mantener el corazón y la razón firmes, la de caminar hacia una Palestina libre.

Mohamed se acercó y tradujo las palabras de un hombre, era concejal en Ramala, la capital administrativa del Estado de Palestina, situada en Cisjordania, y explicaba cómo la máquina bélica había entrado esa mañana donde vivió. Habían partido la calle, arrasando todo. A las 22.00 solo habíamos conseguido leer hasta los niños de ocho años. Al día siguiente empezaban las clases. Es nuestra responsabilidad salvaguardar la infancia y en nuestras aulas, en cada una de ellas, faltarán 28 criaturas.

Lunes, 8 de septiembre de 2025

Santos Chiches. Amanece en la quinta planta del Círculo de Bellas Artes para las dos decenas de personas que dormimos esta noche aquí, tras la más que emocionante jornada del paso de listas del domingo. La mayor parte de nosotras acude a su centro de trabajo donde, tras los primeros minutos de jornada laboral, empieza a difundirse la noticia: el presidente del Gobierno ha declarado desde Moncloa que el Consejo de Ministros de mañana, martes 9 de septiembre, aprobará un paquete de nueve medidas, de las que la primera consiste en la aprobación del real decreto de embargo de armas. En mi colegio la noticia nos pilla precisamente preparando la acogida del alumnado de secundaria.

La asamblea se celebra adoptando la propuesta de no tomar decisión alguna sobre el encierro hasta que mañana se firme el real decreto y podamos analizar de manera exhaustiva su contenido. Celebramos hoy una victoria parcial contenida porque en las declaraciones no se trata, por ejemplo, el tema del tránsito de armas que debería contemplar el embargo, según nuestras reivindicaciones. Tomamos en consideración que es muy probable que las medidas anunciadas sean insuficientes para mitigar y para frenar esta injusticia, por lo que en la asamblea de mañana debamos tomar decisiones de continuidad del movimiento.

Un compañero propone que hoy a las 19.00 nos sumemos mediante portavocías a la asamblea estatal de esta estructura para ayudar a que en otros territorios puedan producirse iniciativas como la nuestra en Madrid. Propone no confundir el encierro, que es un medio, con un fin, que son los objetivos. Ahora hay un referente temporal: si mañana se aprueba el real decreto, tenemos 30 días para que se apruebe en el Congreso. Proponemos un boicot a las empresas que colaboran con el genocidio.

Martes, 9 de septiembre de 2025

No se aprueba el real decreto de embargo de armas a Israel y la asamblea convoca una rueda de prensa para el 10 de septiembre a las 12.00. Allí se comunicará que en la tarde del miércoles, día 11, se dará por finalizado el encierro, que comenzó el 2. Pero la lucha continúa en forma de asamblea. “Si el próximo martes, el Gobierno no aprueba el real decreto o no garantiza el embargo, tal y como nosotros lo pedimos, nos volveréis a ver encerrados en algún lugar de Madrid”, advirtió el profesor Carlos Díez este miércoles.

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