Todo es política en las cenas de Navidad: López debuta en el PSOE, Ayuso invita a Feijóo en el PP y Más Madrid afronta el ‘caso Errejón’

El nuevo líder de los socialistas llena su agenda de fiestas para darse a conocer, los conservadores muestran su paz interna, y los regionalistas miden su shock

Óscar López, el miércoles en San Blas.Foto: Claudio Álvarez | Vídeo: EPV

Ningún político madrileño se llama a engaño: este año, las múltiples cenas y copas de Navidad que organizan por toda la región los partidos tienen una importancia estratégica. Para el PSOE, abierto en canal por la dimisión de Juan Lobato, las fiestas son la oportunidad de que su sustituto como secretario general regional, el ministro Óscar López, cierre heridas y se dé a conocer: visitará más de una decen...

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Ningún político madrileño se llama a engaño: este año, las múltiples cenas y copas de Navidad que organizan por toda la región los partidos tienen una importancia estratégica. Para el PSOE, abierto en canal por la dimisión de Juan Lobato, las fiestas son la oportunidad de que su sustituto como secretario general regional, el ministro Óscar López, cierre heridas y se dé a conocer: visitará más de una decena de agrupaciones. Para el PP, son de nuevo el escenario ideal para defender la sintonía entre Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo, que este lunes coincidieron en la cena del partido en Madrid. Para Vox son el momento de consolidar a su nueva jefatura, tras la salida de Rocío Monasterio. Y para Más Madrid suponen una prueba de fuego, un termómetro interno, la posibilidad de auscultar las tripas de una organización aún zarandeada por el caso Íñigo Errejón —que dejó la política tras una denuncia anónima por acoso colgada en redes, a la que siguió luego otra registrada ante la policía por la actriz y presentadora Elisa Mouliaá— y el caso Loreto Arenillas —acusada por la dirección de “minimizar” el primer caso, y que por ahora se niega a dimitir como diputada—.

“Óscar López tiene cenas, y sobre todo, copas de Navidad, cada día en una agrupación”, asegura una fuente socialista sobre el nuevo secretario general regional. “Está pateándose Madrid, y va a seguir así. Es lógico”, añade. “Aunque él es conocido, no conoce a las agrupaciones y los pueblos”, describe. Y remata: “Lo normal es que se dedique a palpar la opinión y el ánimo de la gente. Es muy importante: dicho vulgarmente, que la gente te toque es fundamental. Por eso Óscar va a hacer todas las copas de Navidad que pueda”.

“Irá a muchas”, certifica un portavoz de la gestora del partido en Madrid sobre la agenda de López, que se trasladó el miércoles a un acto multitudinario en San Blas, el jueves a Arganzuela y Chamartín, el viernes a Leganés y el domingo a Alcorcón.

Así lo ve un veterano del partido, que controlan varias agrupaciones socialistas al mismo tiempo y se siente “desilusionado” por tener que volver a empezar a movilizar a las bases en favor de un nuevo líder, el quinto en diez años. “López tiene que aprovechar la Navidad”, sostiene. “A él, en los pueblos, en los territorios que no son Madrid capital, como Fuenlabrada, no le conocen. Ahí no existe”, fotografía. “Por eso tiene que hacer el recorrido turístico, y de aquí a fin de año seguro que tendrá todo tipo de saraos, copas y líos”.

Sin embargo, López no es el único recién llegado a un puesto de responsabilidad regional que tiene una oportunidad táctica por Navidad. La nueva portavoz de Vox, Isabel Pérez Moñino, apenas lleva dos meses en el cargo. En ella ve la dirección nacional “un cañón de posible candidata” para las elecciones de 2027, según expresión de un dirigente con hilo directo con Santiago Abascal. Y para pasar de proyecto a realidad, el primer paso es ocupar el gran hueco que ha dejado la salida de Rocío Monasterio, que fue santo y seña del partido ultra en Madrid durante años. Así, Vox tiene previsto organizar fiestas por zona electoral o municipio, con cócteles de entre 15 o 20 euros y cenas o comidas de unos 35 euros por cubierto. Pérez Moñino, que ha llegado a la portavocía de la mano del nuevo portavoz regional, José Antonio Fúster, “irá a acompañar a los concejales a las cenas que pueda”, dicen en Vox. Son encuentros, añaden, “muy familiares”. Todo lo contrario que en el PP.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (d) y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo (i), durante la cena navideña del Partido Popular de Madrid de 2023. Sergio Pérez (EFE)

A finales de noviembre, Alfonso Serrano, la mano derecha de Isabel Díaz Ayuso, entra a un restaurante del estadio Metropolitano, el campo de su Atlético de Madrid, al son de Bruce Springsteen, su roquero preferido. Es la cena de Navidad del PP de San Blas, y su presidente, Carlos Díaz Pache, que es otro de los puntales del núcleo duro de la presidenta, le recibe para celebrar que los conservadores gobiernan con mayoría absoluta, y que han visto cómo todos los rivales de su presidenta han abandonado la Asamblea desde que arrancó la legislatura.

Por comparación, el PP es una balsa de aceite: ha recuperado la recepción oficial de la Asamblea, que no se celebraba desde 2007; ha vuelto a unir a Díaz Ayuso con el líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, que escenificaron este lunes su sintonía en la cena del PP de Madrid (16 de diciembre) tras un curso en el que sus discrepancias soterradas les hicieron desafinar de nuevo como dueto; y ha organizado unas 80 citas navideñas, entre cenas, copas, comidas y roscos de Navidad.

El Grinch

“Cuando llega la Nochebuena, estoy harto de la Navidad, soy El Grinch, porque son 21 cenas y copas por todo Madrid”, se ríe un alto cargo del PP regional con el que quieren contar todas las agrupaciones, donde se reúnen entre 50 y 300 personas en cada una de ellas. “Ya opto por no comer, pero estar presente”.

Le escucha otro compañero casi igual de influyente que él, también conocedor de que estas citas son un termómetro del tirón interno de cada político. Y le completa: “Desde que empezó este ciclo navideño he cogido kilo y medio de peso, así es imposible. Pero yo sí deseo que llegue el 24, aunque me toque cocinar. ¡Es que ese día por lo menos no me toca hablar y dar un discurso!”

Quienes sí hablaron este viernes en el Teatro Luchana, durante un encuentro con las bases de Más Madrid, fueron sus tres coordinadoras, Mónica García, Rita Maestre y Manuela Bergerot. Esta era la convocatoria: “Será un momento especial para cerrar el año juntas, abrazarnos y seguir construyendo, como siempre, con fuerza y cariño”.

Ocurre que las tres líderes no coincidían en un acto de este tipo desde que a finales de octubre comparecieron para dar su versión sobre el caso Errejón. Casi dos meses después, el partido no se ha recuperado del shock provocado por la salida del líder y la continuidad como diputada de su exjefa de gabinete, Arenillas. Su problema es que la polémica sigue viva. El martes, el comité de garantías refrendó que la dirección había actuado correctamente al destituirla como integrante de la ejecutiva y responsable de coordinación, pero no como miembro de la Mesa Regional. Y el jueves, el juez reabrió la causa y citó a Errejón a declarar el 16 de enero.

Una crisis que marca las Navidades de Más Madrid: si el manual de buenas costumbres recomienda no hablar de política en la mesa, en la mesa de los políticos de Madrid es imposible evitar el tema.


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