Planes para apurar el verano en Madrid: el bar Castellana 8, el restaurante La Dorita y Hocus Pocus

Desde hace unas semanas, han aparecido carteles por toda la ciudad del Ayuntamiento de Madrid con el lema: Refúgiate en la cultura. Forman parte de una campaña en la que el consistorio propone como alternativa en estos calurosos días una serie de planes, la gran mayoría de pago, que tienen la virtud de desarrollarse en lugares enfriados para la ocasión. Es, por ejemplo, el caso del Círculo de Bellas Artes, que ha tenido el detalle de crear este verano un refugio climático con entrada libre y gratuita para que los madrileños puedan disfrutar del edificio al tiempo que se toman un respiro.

Con el mismo espíritu, a falta de árboles o de playa, en Madrid te Enreda traemos tres planes muy fresquitos para pasar estos días de agosto. Un viernes en el piano bar en Castellana 8, una cena con la mejor parrilla argentina en La Dorita o un plan muy divertido al mejor estilo de Harry Potter en Hocus Pocus pueden ser tan buenos refugios veraniegos como el mejor chiringuito.

El piano bar de moda

Castellana 8 (situado en el paseo de la Castellana, 8) ha emergido en Madrid como el nuevo epicentro del entretenimiento. El club es una mezcla entre un auténtico music hall, una coctelería modernista y una discoteca que se divide en ocho espacios diferentes. “En Madrid no existe nada similar”, asegura uno de los socios del local, Nacho Horcajada.

En el corazón del barrio de Salamanca, este nuevo bar se ha vuelto tendencia porque hay un espacio para todos los gustos musicales. En la planta superior, los visitantes son recibidos por el bar room, una elegante barra principal con vistas panorámicas a la Castellana coronada por una cabina de Dj que asegura una banda sonora inigualable para la noche. Allí, se puede disfrutar de una selección de tapas entre las que destacan la ensaladilla, la tortilla trofuda, el bikini de cecina y su tarta de queso. En el double cocktail room se pueden pedir ocho cócteles muy especiales inspirados en la historia y la esencia de Castellana 8.

Después de comer, se puede pasar al piano room, que transporta a los invitados al origen del music hall con música en vivo y actuaciones sorprendentes en donde los asistentes cantan a todo pulmón sus éxitos favoritos. Castellana 8 es un lugar para perderse entre sus diferentes espacios y encontrar la magia en cada uno de ellos. El secreto mejor guardado del lugar, el red room, es un ambiente escarlata donde los placeres se desdibujan y los límites se difuminan para el deleite de los más audaces al ritmo de la electrónica. Al lugar solo se puede acceder reservando o con un QR.

El bar de Harry Potter

Bianca Miserocchi y Alessandro Cipola son dos apasionados de la magia y los libros con historias de fantasía. Juntos, han creado Hocus Pocus (calle de San Cayetano, 10), un pub mágico en Madrid inspirado en Harry Potter. “Aquí puede dejar atrás el mundo normal y convertirse en un mago que crea sus propias pócimas”, asegura Miserocchi.

Abrieron el primer local en Valencia hace dos años y se hizo viral después de unos meses de la apertura. Ahora, están emprendiendo una nueva aventura en Madrid con su segundo local, que también se ha vuelto tendencia.

En el lugar, las pócimas van cambiando cada cierto tiempo, pero la favorita de todos es la Invisibilia, que, se dice, da a los brujos del local el poder de volverse invisibles. A falta de poder confirmar estos extremos, Madrid te enreda solo puede concretar que es de color lila y sabe a mora. La experiencia dura una hora y 20 minutos e incluye tres pócimas, con o sin alcohol. Las bebidas se crean en un humeante caldero con capa y varita en mano. El precio es de 29 euros.

Una buena carne en una terraza de ensueño

La Dorita (en la calle de Pedro Muguruza, 1) es el nuevo asador de comida argentina que ha aterrizado en Madrid. El lugar se ha vuelto famoso en Argentina por su variedad de cortes de carne, sus milanesas y sus empanadas. Es perfecto para una cena con amigos en la terraza bajo las luces que adornan el espacio.

El fundador de La Dorita, Sebastián Vallés, explica que la idea vino de querer abrir un lugar enfocado a las parrillas en 2002 en un barrio en Buenos Aires en donde no había ni un comercio. “Decidí llamarlo La Dorita en honor a mi madre, y de ahí todo ha sido éxito”, asegura.

En el lugar hay que pedir para empezar una típica empanada argentina y el choricampi, un plato inspirado en un reinvento del choripán argentino, que es un chorizo cocinado a la parrilla con queso mozzarella y cebolla envuelto en una masa de pan de campo. Como plato principal se recomienda alguna de sus milanesas o cortes de carne. Para terminar, es pecado grave irse sin pedir su panqueque con dulce de leche o el flan casero con dulce de leche y crema. El ticket medio son 30 euros.

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