Porque lo que está rico también debe parecerlo

Por desgracia, que algo esté muy rico no es garantía de que se vaya a volver viral. ¿Qué lo garantiza? Pues, honestamente, nadie lo sabe. No existe la fórmula mágica para que un negocio acumule millones de vistas en redes y que, por tanto, se convierta en lugar de peregrinaje con infinitas colas de clientes ansiosos por pagar por la experiencia que vieron en sus pantallas. Algunos negocios lo intentan contratando influencers, ...

Por desgracia, que algo esté muy rico no es garantía de que se vaya a volver viral. ¿Qué lo garantiza? Pues, honestamente, nadie lo sabe. No existe la fórmula mágica para que un negocio acumule millones de vistas en redes y que, por tanto, se convierta en lugar de peregrinaje con infinitas colas de clientes ansiosos por pagar por la experiencia que vieron en sus pantallas. Algunos negocios lo intentan contratando influencers, otros, más clásicos, se vuelven tendencia por el boca a boca. De entre todos ellos, solo uno se ha vuelto famoso gracias al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.

No existe, por tanto, la receta perfecta para el éxito, aunque sí existe la del fracaso. Por ejemplo, una manera muy fácil de que un negocio no triunfe jamás en redes es que este nazca y viva con la única intención de volverse viral para pegar el pelotazo: el público huye de lo obvio. Por ello, montones de locales pensados solo para la foto en Instagram han echado ya el cierre en Madrid.

En las antípodas de esta idea se encuentran la pizzería Luna Rossa; con su auténtica pizza napolitana, la pastelería Saltin Cake, con sus rollos de canela irresistibles, y Wow Crab, con su ya archiconocida bolsa llena de mariscos. Los tres están para chuparse los dedos y a los tres les ha llegado la fama de manera natural, casi sin buscarla. Cabe suponer que, a veces, la fama solo es reconocimiento por el trabajo bien hecho.

La mejor pizza napolitana de Madrid

Después de 30 años abiertos en pleno centro, Luna Rossa (Calle de San Bernardo, 24) sigue siendo tendencia en la capital. Cada cierto tiempo se hacen colas interminables para comer en el restaurante de Anna Carla, que llegó a ser la propietaria después de pasar años viendo a su padre hacer auténticas pizzas napolitanas en horno de piedra con leña.

En sus paredes cuelgan decenas de fotos de futbolistas y personalidades de la cultura y de la música que son clientes fieles de la pizzería. Y aunque a su propietaria no le gusta mucho hablar de política, la última vez que se volvió viral fue cuando Pedro Sánchez habló sobre la pizza de Luna Rossa en el pódcast de La Pija y la Quinqui. “Él en realidad comía otra pizza, pero decidí ponerle el nombre de Cojonuda a la de mozzarella fresca, Gorgonzola DOP, spianata picante calabrés y champiñones ecológicos Portobello”, asegura su propietaria.

La recomendación de la casa es empezar con una ensalada de sepia, probar la pasta de almejas gallegas o la Pasta di Gragnano IGP con salsa de tomate cherry natural del Vesubio con ardo (tocino curado), albahaca y queso de oveja pecorino y una pizza Diavola con Mozzarella fresca, tomate San Marzano, Salami Spianata picante calabrese y albahaca. Para terminar, hay que pedir el tiramisú y los cannoli.

“El secreto de nuestras pizzas, aparte de la masa, son los tipos de tomates que traemos, la salsa y los cuidados ingredientes de las pizzas y platos. Todos tienen denominación de origen protegida”, asegura Anna Carla mientras suspira de orgullo.

Los rollos de canela más ricos y naturales

Salt in Cake (Calle de Toledo, número 47) en el barrio de La Latina, es una pequeña pastelería que se ha vuelto viral por tener los mejores rollos de canela de Madrid. El secreto, según sus dueños, es que todos los productos son naturales, no usan químicos, ni colorantes. “Todas nuestras creaciones tienen sal para generar el balance perfecto. De ahí el nombre de la empresa”, aseguran desde la compañía.

La pastelería, creada por ucranianos, combina los dulces franceses con los americanos para deleitar con sus tartas de queso y sus rollos de canela y galletas. Todos los productos se hacen en el local cada mañana. Se hornea solo lo que se vende, lo que hace que todo siempre esté siempre buenísimo.

“Las redes nos han vuelto tendencia”, asegura el portavoz de un negocio que tiene dos locales en Madrid y otros dos en Alicante. Al día sacan un promedio de 500 rollos de canela de diferentes sabores. Los recomendados de la casa son el rollo de canela natural, el de pistacho, lotus y el de manzana.

Una comida de kilos de Marisco en bolsa

Wowcrab (calle de Bravo Murillo, 97) es un restaurante que aterrizó en Madrid el 1 de septiembre y, aunque solo lleva un mes, ya es viral en TikTok. Los videos de influencers como La chica de los planes de Madrid o Cenando con Pablo acumulan más de 8.000 visualizaciones y 4,3 millones de visualizaciones, respectivamente, convirtiendo estos videos en los más vistos de su canal.

¿Cuál es el secreto para volverse tendencia en semanas? Realmente nadie lo sabe, pero la forma en la que se come en el local podría ser una de las razones. Babero, guantes y pinzas son las únicas herramientas necesarias para sentarse en la mesa. Toda la comida es para compartir y su menú se basa en combos de mariscos que se sirven en una bolsa llena de salsa picante que se riega sobre una bandeja en la mesa.

“Es una forma muy diferente de comer marisco. El primer día me senté en la terraza con una bolsa de mariscos, yo sola, y la gente flipaba”, explica la responsable del restaurante en Madrid. Wowcrab tiene ocho locales más en Holanda y Bélgica.

Cuando se sientan en la mesa, los comensales tienen un código QR desde donde pueden seleccionar directamente el menú, pedir la comida y pagarla. Los combos empiezan en 40 euros y son para dos o tres personas.

Se pueden escoger tres tipos de marisco, langosta, cangrejo, cigalas, gambas o langostinos, entre otros. Y se puede acompañar de patatas y maíz dulce. De entrante hay que pedir los tacos de cangrejo blanco y de postre la tarta de queso. Los fines de semana hay DJ y en los cumpleaños acostumbran a servir el pescado acompañado de unas buenas bengalas para el festejado.

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