Inquietud en la comunidad ecuatoriana en Madrid tras el giro violento de las elecciones del domingo

El asesinato del candidato Villavicencio reaviva el interés de los 200.000 emigrantes ecuatorianos, la mayoría de ellos residentes en la capital, que siguen con preocupación unos comicios en los que podrán votar con el móvil

Propaganda electoral de las elecciones de Ecuador en el barrio de Quintana, en Madrid el sábado.Claudio Álvarez

Lo que hasta ahora era unas elecciones presidenciales más en Ecuador, que se movían entre la indiferencia de unos y la esperanza por volver al poder de otros, ha dado repentinamente un giro inesperado entre la comunidad de ecuatorianos en España tras el asesinato televisado del candidato preside...

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Lo que hasta ahora era unas elecciones presidenciales más en Ecuador, que se movían entre la indiferencia de unos y la esperanza por volver al poder de otros, ha dado repentinamente un giro inesperado entre la comunidad de ecuatorianos en España tras el asesinato televisado del candidato presidencial Fernando Villavicencio el miércoles. “Preocupación”, “tristeza”, “angustia”, son algunas de las palabras que más se repiten entre los emigrantes que votarán el próximo domingo, ante el rumbo de unos violentos comicios en el contexto del año más sangriento de las últimas décadas.

La primera consecuencia en España del magnicidio se sintió durante el acto político convocado el sábado en Madrid por el Movimiento Revolución Ciudadana del expresidente Rafael Correa, que está detrás de la candidatura de Luisa González, y que tuvo que reforzar la seguridad y contratar a una compañía privada para garantizar la tranquilidad del acto celebrado en la sede de UGT en la Avenida de América.

Según Marta Ravelo, coordinadora del movimiento correista, la colonia ecuatoriana en España es muy consciente de la delicada situación que vive el país y sienten la preocupación que a diario expresan sus familias cada vez que hablan por teléfono. “Estamos muy preocupados, pero hemos seguido haciendo campaña sin inconvenientes”, explica. “Incluso lo hacemos con mayor convicción y empeño porque el asesinato de Villavicencio ha despertado el interés entre mucha gente que antes ni siquiera se planteaba la necesidad de ir a votar”, dice antes de comenzar el mitin del sábado que de un día para otro “recibió 150 nuevas solicitudes para asistir”, confirma Ravelo. Mientras tanto en Usera, en Ciudad Lineal o los alrededores de la Casa de Campo, a donde acuden o viven gran parte de los ecuatorianos que residen en España, los partidos buscan el voto recorriendo cachas deportivas, restaurantes típicos o locutorios. Los actos de proselitismo terminan ahora con un minuto de silencio.

Poco después de conocerse la noticia del asesinato de Villaviencio, cientos de ecuatorianos se reunieron en la Puerta del Sol. Con banderas, lazos negros y velas encendidas, se abrazaron, rezaron y cantaron ‘Collar de lágrimas’ o ‘Vasija de Barro’, para recordar a los muchos muertos que deja la campaña. Ecuador vive una de las etapas más sangrientas de su historia reciente, en gran medida por la llegada de los carteles de la droga. El año pasado se contabilizaron 4.500 asesinatos con una tasa de 25′3 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, una de las más altas del continente y la más alta de la historia del país gobernado por Guillermo Laso.

Mientras tanto, la calle Alcalá entre Quintana y Ciudad Lineal está empapelada con los rostros de Correa y de Yaku Pérez, el candidato indigenista. El voto en Ecuador es obligatorio, pero no así para los residentes en el exterior. Europa y Asia aportan dos escaños a la Asamblea reservados para los emigrantes que tradicionalmente han ido a parar al partido de Rafael Correa, huido de la justicia tras su condena a ocho años de cárcel por delitos de corrupción y que aspira a una victoria de su candidata para volver al país. En Europa hay unos 400.000 ecuatorianos empadronados de los que casi la mitad, unos 200.000 viven en España. Según cifras de Ravelo, la participación media de los ecuatorianos en la exterior ronda el 56%, frente a la de España, que es de las comunidades menos participativas y que es del 27%. Esta será la primera vez que los ecuatorianos en España podrán votar de forma telemática solo utilizando el teléfono móvil.

Antes de que Villavicencio recibiera varios disparos, fueron asesinados una docena de candidatos entre ellos el alcalde Manta, Agustín Intriago y el candidato a la Asamblea por Esmeralda, Rider Sánchez. En los últimos meses, las víctimas del sicariato han incluido fiscales, jueces, periodistas y políticos de toda índole que han extendido por el país la sensación de descontrol. La frase más repetida entre aquellos que han pasado unos días de vacaciones en su país es que la situación se siente más peligrosa e inestable que nunca.

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Para Francisca Tamayo, de 50 años, la actual situación “es consecuencia de la violencia que estamos viviendo. Es un momento muy triste para el país. Nunca había visto nada igual”, dice vía telefónica. Tamayo acaba de regresar de Guayaquil donde vive su familia y describe como “terrible” la situación que se encontró. “La gente tiene miedo a caminar por la calle cuando oscurece o moverse en el autobús”, dice. “Hay balaceras y secuestros cada poco tiempo. El país nunca había estado tan mal y son ataque de sicarios que no habíamos vivido antes”, resume esta emigrante que lleva 25 años viviendo en Madrid. Según las encuestas la candidata revolucionaria Luisa González, cuenta con un respaldo de un tercio de los votantes lo que obligaría a una segunda vuelta. Detrás de la candidata correista aparecen, con muy poca diferencia entre ellos, el líder indígena Yaku Pérez y centrista Otto Honnernsolzner. Hasta su muerte, las encuestas situaban a Villavicencio en la zona media de los ocho aspirantes. La legislación prevé la sustitución del candidato asesinado, pero en las papeletas, como un macabro recordatorio, seguirá apareciendo su rostro, ya que no hay tiempo para cambiarlas.

“Es un dolor muy grande para los familiares que estamos lejos. Los emigrantes ecuatorianos estamos pasando en España una etapa dura en la que hay menos trabajo, pero lo que están viviendo allí es crítico. No hay ayudas de ningún tipo y dependen exclusivamente de lo que podemos enviar desde aquí”, explica Tamayo.

Propaganda electoral en la calle Alcalá de Madrid.Claudio Álvarez

La inquietud ante los que pueda pasar en los comicios de Ecuador se extiende entre la comunidad latina. De forma indirecta afecta a Colombia, de donde salieron los supuestos sicarios detenidos, o a México, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador ha opinado sobre el tema para pedir una profunda investigación que aclare si el cartel de Sinaloa está detrás del magnicidio.

El aumento de los asesinatos tiene que ver con el incremento en la producción de cocaína que también alcanza cifras nunca vistas antes. El año pasado fue también en el que más cocaína se incautó: 210 toneladas, al calor del aumento de la demanda en Estados Unidos y Europa. El programa CrimJust de la Interpol calcula que en 2021 la producción mundial alcanzó las 2.000 toneladas un récord que duplica la cantidad que se produjo en 2014. Mientras la inquietud recorre las calles de dentro y fuera de Ecuador, las cancillerías han mostrado también su preocupación. Washington, Bruselas, Beijing y la Organización de Estados Americanos (OEA) han emitido notas de respaldo al actual gobierno y desde España el ejecutivo en funciones de Pedro Sánchez emitió un comunicado de apoyo al proceso electoral del domingo.

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