El consejero de Sanidad de Madrid plantea un modelo de atención primaria basado en la enfermería y la videoconsulta
Enrique Ruiz Escudero da una charla ante militantes del PP sobre “las mentiras de la izquierda” y asegura que el sistema actual “está pensado en los años ochenta, con ciertas derivadas que venían del modelo sanitario cubano”
Comienzan a llegar los afiliados. Uno, dos, 20, 40. Alrededor de 60. El salón de la cuarta planta de la sede del PP en el distrito de Salamanca de Madrid está impoluto. Los militantes más fieles aguardan este miércoles una visita muy especial. El consejero de Sanidad de la región, Enrique Ruiz Escudero, visita el gran bastión de los populares en la capital ―en las últimas elecciones cosecharon casi el 50% de los votos—. Han pasado dos días después de que ...
Comienzan a llegar los afiliados. Uno, dos, 20, 40. Alrededor de 60. El salón de la cuarta planta de la sede del PP en el distrito de Salamanca de Madrid está impoluto. Los militantes más fieles aguardan este miércoles una visita muy especial. El consejero de Sanidad de la región, Enrique Ruiz Escudero, visita el gran bastión de los populares en la capital ―en las últimas elecciones cosecharon casi el 50% de los votos—. Han pasado dos días después de que más de 250.000 madrileños salieran a las calles por segunda vez en menos de tres meses como crítica a la gestión de su cartera y en apoyo a los profesionales sanitarios, que acumulan 10 semanas de huelga. Escudero juega en casa. Está entre amigos, diputados. Conocidos. Ante este público, el consejero defiende un cambio en el modelo sanitario para solucionar la situación actual. Su apuesta: que la atención primaria recaiga principalmente en las enfermeras y se apoye en un modelo de asistencia telemática.
Al final de la hora y media de charla, uno de los militantes toma el micrófono: “Hay un problema con la atención primaria, pero es verdad que es en toda España”, observa. “Quiero hacerle una pregunta, que espero que no sea muy comprometida. ¿No crees que es más un problema de modelo?”. Escudero toma entonces el micrófono. No tiene dudas. “Estoy absolutamente de acuerdo. Es un problema de modelo, no nos engañemos. Está pensado en los años ochenta, con ciertas derivadas de un modelo que venía del modelo sanitario cubano, que tuvo su razón de ser, pero que ahora ya tiene que evolucionar”. ¿Hacia dónde? Escudero habla por primera vez de un modelo sanitario nuevo, en el que la enfermería tendrá un papel clave. “En el Reino Unido, el modelo de atención primaria es un modelo puro de enfermería y aquí vamos evolucionando a ese modelo por razones lógicas”, explica. “¿Por qué? Porque el acceso de información de los pacientes es cada vez más alto y con la salud digital se va a poder suplir mucho lo que es el trabajo presencial, que sería importante, y, sobre todo, que es un modelo con ese concepto de sanidad líquida. Ya no hay que tener al paciente en el hospital, hay que resolver presencialmente o no presencial”.
Escudero, que no asistió el lunes a la última reunión con el comité de huelga, también habla de la negociación que mantienen desde hace meses con los sindicatos. “Ellos están en contra de todo... por eso criticaron las videoconsultas. [...] Es un modelo que no puede vivir de espaldas al cambio. Hay que trabajar en la parte presencial y no presencial. Y si uno tiene en su horario de trabajo media hora de descanso y puede tener una videoconsulta, ¿por qué no podemos permitir esto? Esto es un problema de modelo, claramente. Este modelo tiene que evolucionar y tiene que trabajar en coordinación con los hospitales. Pero, claro, para eso tiene que haber un ministerio que lidere, que hasta que no lleguemos nosotros no vamos a lograr”. Los militantes aplauden. La charla concluye con este punto sobre las nueve y media de la noche. Después, ante las preguntas de este periódico, el consejero prefiere ni matizar ni aclarar las declaraciones que ha hecho ante los militantes sobre el nuevo modelo, aunque sí asegura que “la atención primaria tiene que potenciar tanto el papel de la enfermería como el del resto de los profesionales de este nivel asistencial y siempre de la mano de los médicos de familia y pediatras”.
Noventa minutos antes, el consejero llegaba, con siete minutos de retraso, a la cuarta planta de la sede de los populares en la calle de Goya. Toma la palabra el vicepresidente de la Asamblea de Madrid y presidente de la agrupación, Jorge Rodrigo Domínguez. “Esto que no salga de aquí. Hoy estamos más gente de lo normal. Enrique, has traído más afiliados del PP que otros consejeros de Ayuso e incluso del distrito”. Los 60 asistentes rompen a carcajadas. “Es fundamental que tengamos unos resultados óptimos en las próximas elecciones”, les dice el presidente del distrito. “Las cosas no van mal, pero necesitamos un empujón”. Y presenta al consejero Escudero, sonriente, tranquilo: “Enrique, eres un referente porque lo pasamos muy mal con la pandemia, pero la gestión fue buena y salimos adelante. Estás en tu casa”.
“Es un honor estar aquí”, responde Escudero. “En este distrito padecisteis la manifestación del domingo. Esto responde a una estrategia de la izquierda perfectamente orquestada con el sindicato Amyts, para vergüenza de los médicos. No hay voluntad de acuerdo por el sindicato. Hemos mantenido 11 reuniones y en cada reunión aparecía una nueva reivindicación”. Asume que la situación en la atención primaria no es buena: “Es cierto que se ha resentido tras la pandemia, pero siempre nos encontramos con una falta de voluntad de acuerdo por el sindicato. Quieren estirar la huelga y hacer daño. Los números de la sanidad madrileña mejoran en todo. Somos la única región que abre en atención primaria de nueve de la mañana a diez de la noche [en realidad es de 8.00 a 21.00]”.
Escudero omite a sus militantes que la sanidad madrileña ocupa el furgón de cola en varios indicadores. Es antepenúltima en gasto per cápita (1.522 euros). Es última en el porcentaje del presupuesto dedicado a la atención primaria (10,66% frente al 13,92% de la media nacional). Respecto a la cobertura de 13 horas al día, tampoco es real en la práctica, según los propios médicos. Faltan efectivos y, los pocos que hay, tienen que asumir la carga de los huecos que quedan. Escudero decide centrarse en los hospitales.
“Seis de los diez mejores hospitales públicos de España están aquí”, presume. “Siete de los diez privados, también”. Les dice que el presupuesto de sanidad va a alcanzar este año un récord histórico: 10.000 millones de euros. “Toda esta huelga y toda esta campaña de la izquierda no nos van a desviar. Todo esto que padecemos ahora es consecuencia de la planificación del Gobierno de España”, narra. “Este conflicto lo empezaron en la Asamblea. Voluntad de alcanzar un acuerdo lo ha tenido siempre la Comunidad. Hoy hemos lanzado una instrucción porque no se puede utilizar la consulta para pedir firmas, no se puede tener los centros de salud como si fuesen una verbena. Tenemos la mejor sanidad de España”. Los militantes aplauden, mayormente jubilados.
Escudero insiste en que el Ministerio de Sanidad no se entera de nada. “Los ataques que hemos recibido en Madrid desde la pandemia… No he visto una cosa igual. La izquierda vive del odio y se nutre de eso”. Un afiliado toma el micrófono. “La gente entiende que la Comunidad de Madrid está débil y el otro es el fuerte. Sabiendo que el enemigo que tengo enfrente es un enemigo, ¿no habría otra manera de encarar la cuestión? ¿Por qué no frenan las reuniones con ellos? Y lo explican. Hay que ser malvado y medio cuando se trata con malvados”. El consejero le responde:
―No será por falta de ganas.
Explica que en las reuniones saben que no van a llegar a acuerdos. “Hay que pensar que tenemos elecciones y que todo esto se produce por eso. Es un componente político”. Otro afiliado, farmacéutico, expone que hay un problema con la atención primaria. “Falla”, dice. “Faltan médicos. Ellos no quieren dinero, pero si uno se pone malo, otro médico tiene que atender a los suyos. ¿Qué solución hay? Los ambulatorios están colapsados”. Escudero le dice que todo viene por la escasez de médicos. “De aquí a 10 años va a ser peor”, anuncia.
La última militante toma el micrófono para quejarse de las concentraciones que hay cerca de su centro de salud: “¿Qué pasa con esa gente que está todo el día manifestándose? ¿Se le quita el sueldo? ¿Se la despide?”. Escudero contesta que él sabe quiénes son porque tienen que firmar. La mujer, de mediana edad, insiste: “La sanidad de Madrid no es buena, es excelente”. Y rompe con un argumento sorpresa. “Y otra cosa: ¿cuándo vamos a quitar Sálvame?”.
Escudero guarda silencio. Otra señora responde:
―Eso es Telecinco.
―¡Ya está bien de Jorge Javier!
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