La crisis de la covid desgasta al Gobierno de Ayuso: cinco salidas y ocho cambios de cargo en tres meses
La marcha del viceconsejero Zapatero acelera la reestructuración en Sanidad: mientras se decide el futuro del consejero Ruiz-Escudero, al que el PP tantea como candidato en Pozuelo, gana poder el primer coordinador del Zendal
El Gobierno más estable de España, como suele definir Isabel Díaz Ayuso al Ejecutivo que dirige la Comunidad de Madrid, afronta desde hace tres meses la pesada digestión de la crisis del coronavirus. Son más de un millón de contagiados. Decenas de miles de fallecidos. Días angustiosos. Y una polémica gestión, llena de decisiones controvertidas que premiaron los votantes en las elecciones del 4 de mayo de 2021. Con los comicios de 2023 ya en el horizonte, Ayuso ha decidido que es el momento de relanzar el departa...
El Gobierno más estable de España, como suele definir Isabel Díaz Ayuso al Ejecutivo que dirige la Comunidad de Madrid, afronta desde hace tres meses la pesada digestión de la crisis del coronavirus. Son más de un millón de contagiados. Decenas de miles de fallecidos. Días angustiosos. Y una polémica gestión, llena de decisiones controvertidas que premiaron los votantes en las elecciones del 4 de mayo de 2021. Con los comicios de 2023 ya en el horizonte, Ayuso ha decidido que es el momento de relanzar el departamento que más se ha desgastado desde que accedió a la presidencia, en 2019. Desde julio, ha habido cinco salidas (tres directores generales, un gerente y el viceconsejero Antonio Zapatero); ocho cambios de funciones; y al menos otros seis nombramientos. Como consecuencia, gana poder el que fue coordinador del hospital de emergencias Enfermera Isabel Zendal, Fernando Prados, ahora viceconsejero; y queda rodeado de incógnitas el futuro del consejero Enrique Ruiz-Escudero. El número dos de la última lista electoral del PP es una opción para la candidatura del partido al Ayuntamiento de Pozuelo.
Lunes, 3 de octubre. Ruiz-Escudero acude al Zendal para presentar los resultados de un estudio que demuestra que el 90% de los madrileños mantiene la inmunidad contra el coronavirus 10 meses después de vacunarse contra la enfermedad. Solo hay tres preguntas. Una de ellas resume cuán pesada es la mochila de la gestión del coronavirus, y cuán alargada la sombra de la pandemia.
“¿Leerá el libro de Alberto Reyero?”, le preguntan a Ruiz-Escudero, en referencia a Morirán de forma indigna (Libros del KO), en el que el exconsejero de Políticas Sociales con Ciudadanos denuncia la pasividad del equipo de Ayuso ante las muertes de los ancianos en las residencias durante lo peor de la crisis sanitaria.
“No pienso leerlo”, responde, tajante, el consejero de Sanidad.
Es la segunda vez en muy poco tiempo en la que a Ruiz-Escudero le preguntan por un libro que no ofrece un retrato amable de la gestión del coronavirus en Madrid. Antes fue el turno del que firma el exministro de Sanidad, Salvador Illa. “Madrid fue el único desafío a la autoridad del Gobierno en la pandemia”, escribe en su libro el hoy líder del PSC, que describe a un Ruiz-Escudero encadenado a las decisiones de Ayuso, y sin casi capacidad de decisión.
Las dos escenas ilustran lo difícil que es abrir un tiempo nuevo, y vinculado a la etapa poscovid, con el mismo equipo que se enfrentó la pandemia. Igual que hay reformas de viviendas que se emprenden por la fatiga de los materiales, en la Consejería de Sanidad madrileña hay un proceso de sustitución que tiene que ver con el agotamiento por la gestión de la crisis y la voluntad de abrir una nueva etapa. El Gobierno, sin embargo, intenta rodear de optimismo los cambios.
“La consejería, durante la pandemia, ha sido un referente”, defendió la pasada semana el vicepresidente y portavoz gubernamental, Enrique Ossorio. “Queremos que salir de la pandemia sea un revulsivo, y que nuestra Sanidad dé más pasos en la mejora del servicio que presta a los ciudadanos”, añadió. “Por eso se han hecho una serie de cambios organizativos, para que sea una organización más moderna”.
Durante lo peor de la pandemia, la continuidad de Ruiz-Escudero, varias veces cuestionada, fue el escudo del que se sirvió el Ejecutivo para defender la estabilidad del departamento, y el acierto de sus polémicas políticas, mientras se acometían cambios en niveles intermedios.
Ocurrió cuando dimitió la directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes, en desacuerdo con la estrategia de Ayuso; cuando fue destituido Carlos Mur, director general de proceso integrado, en medio de la polémica por los protocolos de triaje que impidieron atender en hospitales a determinados mayores que estaban en residencias; o cuando la vuelta de Antonio Burgueño a la Administración apenas duró un suspiro.
Sin embargo, la marcha del zar de la covid, como llamaba la oposición al viceconsejero Zapatero por sus competencias frente a la pandemia, ha hecho mella en el argumentario del Gobierno. “Termino hoy una etapa dura y difícil”, admitió él en la hora de su salida, reconociendo el desgaste por gestionar la crisis, rompiendo el espejismo de la simple renovación de equipos; y culminando, por ahora, un proceso de cinco salidas, ocho cambios de funciones; y al menos otros seis nombramientos en solo tres meses.
Los cambios en la Consejería de Sanidad de Madrid
Estos son los cargos que han salido de la Administración:
- Antonio Zapatero, viceconsejero de Asistencia Sanitaria y Salud Pública.
- Teresa Chavarría Giménez, directora General de Investigación, Docencia y Documentación.
- Jesús Vázquez Castro, director general de Asistencia Sanitaria y Aseguramiento del Servicio Madrileño de
Salud. - Pablo Busca, gerente del Summa 112.
- Paula Gómez-Angulo Amorós, directora general de Humanización y Atención al Paciente.
Han cambiado de funciones:
- Fernando Prados Roa (dos veces: Hospitales e Infraestructuras Sanitarias; Proceso Integrado de Salud; y viceconsejero de Asistencia Sanitaria y Salud Pública).
- Pedro Irigoyen Barja (de director general de Gestión Económico-Financiera y Farmacia del Servicio Madrileño de Salud a viceconsejero de Gestión Económica).
- Elena Mantilla García (de directora general de Inspección y Ordenación Sanitaria a directora general de Inspección,
Ordenación y Estrategia Sanitaria) - María Dolores Moreno Molino (de viceconsejera de Humanización Sanitaria a directora general de Humanización y
Atención al Paciente) - María Luz de los Mártires Almingol (de directora general de Sistemas de Información y Equipamientos Sanitarios
del Servicio Madrileño de Salud a directora general de Investigación, Docencia e Innovación) - Antonio López Porto (de secretario general del Servicio Madrileño de Salud a secretario general técnico de la
Consejería de Sanidad) - Francisco Javier Carmena Lozano (de secretario general técnico de la Consejería de Sanidad a interventor general de la Comunidad).
Otros nombramientos:
- Andrés Gómez Blanco como director general de Infraestructuras Sanitarias del Servicio Madrileño de Salud.
- Victoria Buezas como directora general de Adecuación y Supervisión Sanitaria del Servicio Madrileño de Salud.
- Miguel López-Valverde como director general de Sistemas de Información y Salud Digital del Servicio Madrileño de Salud.
- Joaquín Rubio Agenjo como secretario general del Servicio Madrileño de Salud.
- Juan José Fernández Ramos, como director general del Proceso Integrado de Salud del Servicio Madrileño de Salud con rango de viceconsejero.
- Manuel José Guiote, nuevo gerente del summa 112.
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