Una batalla digital para ganar la guerra del PP
Partidarios y detractores de Casado y Díaz Ayuso se vuelcan en las redes para movilizar apoyos y luchar por su futuro tras la guerra civil en el partido
“Yo con Ayuso”. “Casado vete ya”. “Casado dimisión”. No son carteles en una manifestación, pero como si lo fueran: la guerra por controlar el PP también se disputa en las redes sociales, donde partidarios y detractores de Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso se han movilizado con mensajes y etiquetas desde que los dos líderes abrieron las hostilidades públicamente el jueves. Ningún recurso disponi...
“Yo con Ayuso”. “Casado vete ya”. “Casado dimisión”. No son carteles en una manifestación, pero como si lo fueran: la guerra por controlar el PP también se disputa en las redes sociales, donde partidarios y detractores de Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso se han movilizado con mensajes y etiquetas desde que los dos líderes abrieron las hostilidades públicamente el jueves. Ningún recurso disponible escapa a la contienda. La cuenta oficial del PP en el Congreso apoya los mensajes en favor del líder. La mayoría de consejeros de Díaz Ayuso muestran su descontento con la dirección nacional. Y a eso se suman cuentas automatizadas y reales que alimentan un conflicto exacerbado: la guerra civil del PP en las redes pisa un terreno resbaladizo, y que ya visitó el PSOE en sus últimas primarias (ganadas por Pedro Sánchez en 2017). Con el consecuente desgaste para el partido y sus protagonistas: el responsable de comunicación en línea del PP anuncia su renuncia en medio del conflicto.
“Las dos partes se han lanzado a degüello”, resume la presidenta de la Asociación de Comunicación Política, Verónica Fumanal. “Esos movimientos en las redes lo que están haciendo es obligar a posicionarse a mucha gente que no quería posicionarse entre papá y mamá, entre Casado y Ayuso, que además vienen de la misma familia política”, opina, en referencia a que los dos líderes arrancaron sus carreras amadrinados por Esperanza Aguirre. “Las redes sociales se han convertido en una especie de opinión publica mesurable. Hasta su existencia no podíamos saber si algo estaba teniendo un impacto positivo o negativo, salvo con encuestas flash, tan habituales en Estados Unidos. Por eso, es tan importante dominar la conversación: es un generador de opinión pública más”.
Los movimientos empiezan el miércoles por la noche, cuando se conocen los primeros capítulos de la polémica. A lo largo del jueves, estalla el caso, y con él la actividad en las redes. Políticos de uno y otro lado manifiestan su posición. Es evidente que ha habido una llamada al orden por parte de los allegados a Casado y Díaz Ayuso. A eso le acompaña la aparición nada casual de mensajes reunidos bajo una misma etiqueta a favor y en contra. Mientras decenas de personas acuden a manifestarse a la sede nacional del PP, en la calle de Génova en Madrid, muchas más se expresan en Twitter y hasta en LinkedIn. Para defender o para atacar. Con mensajes plantilla, todos iguales, u originales, muy sentidos. Con frialdad, o sentimientos desatados.
Es la guerra del PP en su versión en línea: cada bando quiere imponer su versión y visión del conflicto. Dominar lo que los politólogos llaman “el relato”.
“No hay precedentes de esta forma tan descarnada, usando desde cuentas institucionales a bots [programas informáticos]”, opina el politólogo Ignacio Martín Granados. “En las primarias, los afiliados, barones e influencers [influentes] del partido toman posición por un candidato usando hashtags [etiquetas] y fotografías, pero dentro de una cortesía política al compañero-rival”, añade. “Quien controla la conversación orienta la opinión pública y la “verdad informativa”. Se trata de ocupar espacio e imponer “tu verdad” frente al adversario. Aquí se hace presente la máxima de “si tú no hablas, otros lo harán por ti”, añade. Y advierte: “Es una guerra interna en la que quien no participa asiste complacido viendo cómo el PP se dispara en el pie. Como decía Napoleón: ‘Si el enemigo se equivoca, no le distraigas’. Los trapos sucios deben lavarse en casa y si los aireas solo consigues perder votos que se irán a tus rivales o a la abstención”.
La advertencia no llega hasta los principales nombres del partido. La mayoría de los diputados del PP en el Congreso usan sus redes para respaldar a Casado. Lo mismo ocurre con los representantes de la formación conservadora en la Asamblea, en su caso con Díaz Ayuso. Aunque es en Madrid donde hay más políticos del PP que ocupan posiciones incómodas, y que por lo tanto callan en público. En el Parlamento regional es diputado Diego Sanjuanbenito, el jefe de gabinete de Casado; igual que Ana Camins, la secretaria general del PP de Madrid e íntima del líder nacional. Todos los jueves pasa por la Cámara Enrique López, al mismo tiempo consejero de Díaz Ayuso y vicesecretario nacional. Y a ninguno se le escapa que en estas circunstancias cada tuit, cada foto y cada meme tiene un papel en el conflicto.
“Los partidos políticos son muy endogámicos en su comunicación, participan en sus conversaciones ellos mismos, sus bots, los rivales y los bots rivales, así que hay poco público objetivo para cambiar alguna opinión”, critica el profesor de la universidad Camilo José Cela y consultor político, Eduardo G. Vega. “Pero es cierto que todo suma, que debes tener presencia y comunicar, porque en caso contrario solo habrá una versión y eso a nadie le interesa, por lo que la lucha se extiende a todos los canales, redes incluidas”, añade. “En las elecciones primarias de los partidos se han visto casos similares, aunque quizá la agresividad y tensión de este, por ser quienes son los protagonistas y la situación que se vive, está siendo diferente”, sigue sobre el pulso entre Casado y Díaz Ayuso. Y diagnostica: “Técnicamente, la autenticidad de Díaz Ayuso y el manejo de su equipo en redes sociales en general es muy interesante. Y lo personal siempre es más atractivo que lo institucional, así que en redes creo que Ayuso tiene ventaja sobre el aparato del PP”.
Así empezó Díaz Ayuso su carrera: poniendo en forma las redes sociales del PP de Madrid, e inventándose la cuenta de Pecas, el perro de Aguirre. Curiosamente, la cuenta oficial de la presidenta de la Comunidad de Madrid se mantiene en silencio durante el jueves y el viernes, los días en los que la polémica arrasa con todo. No ocurre lo mismo con la de Casado, que publicita su versión del conflicto al ofrecer un enlace a la dura entrevista que concede en la cadena Cope. Quizás, un resumen de quién va ganando la guerra civil del PP.
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