El camino a ninguna parte. Otro año perdido

Almeida ha diseñado unas cuentas en las que todos los días son la misma etapa, un día eterno en el que te levantas, caminas y vuelves al mismo albergue

La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, este jueves.A. Pérez Meca (Europa Press)

El alcalde de Madrid pasó el verano haciendo el Camino de Santiago, pero en lo que respecta a cómo formular el presupuesto, el Camino no pasó por él. El presupuesto debe ser el camino que traza la hoja de ruta por la que llevar a nuestra ciudad hacia un punto que podemos definir como ‘mejor’ y el de 2022 no lo hace. De hecho, son unas cuentas sin modelo de ciudad y que, en el afán de disputarle el espacio a la extrema derecha...

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El alcalde de Madrid pasó el verano haciendo el Camino de Santiago, pero en lo que respecta a cómo formular el presupuesto, el Camino no pasó por él. El presupuesto debe ser el camino que traza la hoja de ruta por la que llevar a nuestra ciudad hacia un punto que podemos definir como ‘mejor’ y el de 2022 no lo hace. De hecho, son unas cuentas sin modelo de ciudad y que, en el afán de disputarle el espacio a la extrema derecha, recogen todas sus demandas de los ejercicios anteriores. Unas cuentas que ninguna fuerza progresista, nadie que esté preocupado por nuestra ciudad y que crea que Madrid debe avanzar en vez de retroceder a los años 80, puede apoyar.

Almeida ha diseñado unas cuentas en las que todos los días son la misma etapa, un día eterno en el que te levantas, caminas y vuelves al mismo albergue. Para Más Madrid son otra oportunidad perdida de futuro y, cada año que pasa la brecha con el resto de las ciudades europeas que han aprovechado la pandemia para transformarse y progresar, se agranda.

Desde que es portavoz nacional del PP, Almeida ha recuperado la que fue su posición natural durante la oposición. Estamos ante un presupuesto a su imagen y semejanza, un político que llegó a Cibeles sin esperarlo y que ahora está de paso.

El bochorno que estamos viviendo es una muestra clara de la fragilidad de este gobierno. Almeida lleva meses sin ser alcalde, ejerciendo de escudero de Casado frente a Ayuso. Y esto tiene unas consecuencias que, lamentablemente, sufrimos las madrileñas y madrileños con una ciudad que no funciona. Primero presenta un proyecto de presupuestos hecho a la imagen y semejanza de sus socios de la ultraderecha, luego nos arma una tragicomedia con Villacís de si con VOX sí o con VOX no. A continuación, y ya a la desesperada, vuelve a utilizar su grupo comodín en el Ayuntamiento para presionar a Ortega Smith. Y esto tampoco le ha salido bien. Una muestra más de que este Ayuntamiento no tiene rumbo.

En este presupuesto llama la atención la ausencia total de proyectos de ciudad, de respuesta en materia de movilidad sostenible, contaminación, vivienda, emergencia social, transformación económica, apoyo a emprendedores, ni siquiera en seguridad vial escolar. Pero sí vuelve el maltrato animal al gasto público y sale la igualdad de género y la protección al colectivo LGTBI+. No hay ni un solo proyecto nuevo en la ciudad por el que pueda reconocerse a Almeida. Sí se le reconocerá por la pérdida de derechos de muchas y muchos madrileños.

Más Madrid no va a apoyar estas cuentas y por esto hemos presentado una enmienda a la totalidad. Es un acto de lo que somos: la alternativa progresista, verde y feminista al billete electoral de la derecha y la extrema derecha de 2023.

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