Un polígono industrial 24 años enterrado en el cajón
Parla da luz verde a la zona de producción más grande de la región, que triplica el Cobo Calleja de Fuenlabrada. Se centrará en la logística y en centros de datos
El municipio madrileño de Parla contará con el polígono industrial más grande de la región y uno de los mayores de Europa. El proyecto, que fue aprobado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU, el documento que rige el urbanismo de una localidad) de 1997, ha estado metido en un cajón durante mandatos y mandatos, sin que ninguna Corporación lo desarrollara. Y ello pese a ser el gran potencial del municipio, lo que le permitiría salir del cierto retraso que sufre con respecto a otras grandes localidades del sur de la periferi...
El municipio madrileño de Parla contará con el polígono industrial más grande de la región y uno de los mayores de Europa. El proyecto, que fue aprobado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU, el documento que rige el urbanismo de una localidad) de 1997, ha estado metido en un cajón durante mandatos y mandatos, sin que ninguna Corporación lo desarrollara. Y ello pese a ser el gran potencial del municipio, lo que le permitiría salir del cierto retraso que sufre con respecto a otras grandes localidades del sur de la periferia madrileña. Las empresas de logística y los centros de tratamiento y almacenamiento de datos ya han puesto los ojos en este enorme terreno.
Las dimensiones del polígono son estratosféricas. Los 5,5 millones de metros cuadrados suponen una superficie 550 campos de fútbol juntos. O lo que es lo mismo, 3,4 veces la extensión de su vecino Cobo Calleja, en Fuenlabrada. O dos veces las dimensiones de Mercamadrid. Enclavado entre la autovía de Toledo (A-42) y el límite con Humanes de Madrid, supone el 40% de la extensión del municipio parleño. De hecho, supera con creces la actual superficie del casco urbano.
Ahora mismo la empresa Lidl ya ha adquirido una parcela de 145.000 metros cuadrados en la parte más cercana a la A-42 para levantar una parcela de logística de todos sus productos de unos 70.000 metros cuadrados, según explica el alcalde de Parla, el socialista Ramón Jurado. Solo esta compañía, pretende crear unos 1.200 puestos de trabajo directos e indirectos con este gran complejo de distribución. Ya ha pedido las licencias de obras y las obras supondrán unos 85 millones de euros.
El fondo de inversiones portugués Business Center Manzanares -que desarrolló el polígono Los Gavilanes en Getafe- ha adquirido otros 650.000 metros cuadrados con la intención de desarrollar un gran centro logístico, en el que estarán integradas las grandes empresas del sector. El alcalde sabe que ya se han interesado compañías de renombre que en los últimos años están en clara expansión, pero prefiere por el momento ser prudente hasta que se puedan hacer oficiales sus nombres.
Pero, ¿qué llama la atención a estas grandes compañías para instalarse en Parla, un municipio de 135.000 habitantes situado a 25 kilómetros de la Puerta del Sol? Según Ramón Jurado, resulta sencillo. La localidad está bien comunicada, gracias a la salida directa hacia la M-50, la A-42 y, un poco más alejada, la M-40. Eso le permite que su área de influencia sea enorme: Desde la zona sur de la periferia donde viven más de un millón de personas hasta la ciudad de Toledo, con la comarca de La Sagra, con municipios como Illescas, Seseña o Yuncos. Además, el suelo resulta más barato que en otras zonas más llamativas de la región. “No hay cálculos exactos del número de puestos de trabajo que se pueden crear, pero es fácil que superen los 15.000″, destaca el alcalde socialista.
Enorme retraso
Lo llamativo de este polígono es el enorme retraso que ha sufrido. En parte se ha debido a que los propietarios del suelo lo han dejado pasar para que se revalorizase su valor y su intención de que se construyeran viviendas. En ese caso, sus ingresos serían mucho mayores. A todo ello, se ha unido que el Ayuntamiento parleño ha sufrido distintos avatares como Corporaciones sin mayorías absolutas que no han sabido negociar el arranque de esta enorme zona.
Los trabajos ahora mismo consisten en mejorar los accesos con las construcciones de avenidas y la urbanización de toda esa vasta parcela y aumentar la capacidad de la M-419, una carretera de une Fuenlabrada con Parla y que enlaza con Humanes. “Lo bueno de este desarrollo es que las parcelas se irán desarrollando de acuerdo a las necesidades de los interesados, con naves más grandes o más pequeñas según su negocio”, explica Jurado. De ahí, que los centros de datos también se hayan fijado en esta nueva área industrial.
Este enorme desarrollo no es el único importante que vivirá Parla en breve. Una de las peticiones más repetidas a lo largo de los últimos años parece por fin tener visos de solución, como es el contar con una segunda estación de Cercanías. El municipio dispone hasta ahora de Parla Central, en la línea C-4, con los consiguientes problemas para los miles de residentes de la localidades y toda su zona de influencia, incluida La Sagra. “Esa estación fue proyectada en tiempo del ministro José Borrell, cuando Parla tenía solo 65.000 habitantes. Ahora se ha quedado muy pequeña”, afirma Ramón Jurado. La segunda estación, situada al norte de la localidad, ya fue proyectada por el equipo de Magdalena Álvarez. Pero de ahí no ha pasado.
Los Presupuestos Generales del Estado recogen 420.000 euros para desarrollar el proyecto de la futura estación, junto a la que se levantará un gran intercambiador de transportes. Allí confluirán el tranvía y todas las líneas de autobuses, con el consiguiente desahogo del centro del municipio. Con una inversión de 11 millones de euros, la idea que los más beneficiados sean los residentes de Parla Este. Se levantarán pasarelas por encima de la M-408 (Parla-Pinto), además de solicitar al Gobierno regional que la desdoble antes de cederla a la localidad. El Ayuntamiento también tiene previsto invertir tres millones de euros para mejorar el recinto ferial y construir un aparcamiento disuasorio con capacidad para unos 800 automóviles. “Si se cumplen los plazos, todo estará listo a finales de 2023 o principios de 2024″, afirma el alcalde.
El centro de la localidad, caracterizada por un urbanismo sin espacios libres ni zonas de recreo, también sufrirá un fuerte lavado de cara. Lo primero ha consistido en el derribo de la antigua casa cuartel de la Guardia Civil, que se había convertido en un foco de ruidos y molestias a los vecinos por las continuas okupaciones. El plan de Ramón Jurado consiste en peatonalizar parte de la calle de Pinto y disponer así de un lugar en el centro donde celebrar actos al aire libre. También se recuperarán las antiguas escuelas, un edificio de ladrillo visto de 1928 en plena plaza, que hasta ahora se utilizaba como almacén y que ha sufrido el paso del tiempo. Se destinará a sala de exposiciones y a la celebración de las bodas civiles. Además, se eliminará el aparcamiento en superficie situado tras la Casa de la Cultura y se hará otro subterráneo de dos plantas. Lo cubrirá un gran parque infantil. “Hay que apostar por la peatonalización y sacar el coche del centro de la ciudad”, concluye el regidor.
Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.