Los ladrones que se hicieron con un botín del Imperio Romano

Los legionarios del Imperio Romano se jugaban la vida por conquistar territorios, pero eso tenía un precio. “No perdonaban los retrasos en su paga. Si no les llegaba el dinero, le cortaban el cuello al pretor, desertaban, se sublevaban...”, explica el dueño de una filatelia del centro de Madrid que conoce bien la historia de los denarios. El tenía un buen puñado de estas monedas hasta que el pasado 13 de junio alguien forzó la cerradura de su negocio, destrozó a golpes los cristales blindados que protegían su mercancía y ...

Los legionarios del Imperio Romano se jugaban la vida por conquistar territorios, pero eso tenía un precio. “No perdonaban los retrasos en su paga. Si no les llegaba el dinero, le cortaban el cuello al pretor, desertaban, se sublevaban...”, explica el dueño de una filatelia del centro de Madrid que conoce bien la historia de los denarios. El tenía un buen puñado de estas monedas hasta que el pasado 13 de junio alguien forzó la cerradura de su negocio, destrozó a golpes los cristales blindados que protegían su mercancía y se hizo con el botín que habría sido la envidia de cualquier romano. La policía acaba de detener a la banda que reventó su establecimiento y robó estas monedas y otros objetos por valor de más de 120.000 euros. Su especialidad eran los negocios con cajas fuertes.

Una semana después de penetrar en su tienda, accedieron a otra filatelia de la calle de al lado. “Fue de madrugada, nos encontramos el lunes con todo esto, entiendo que esperaron a que no hubiera mucha gente porque romper este cristal a martillazos hace ruido”, explica la víctima tratando de imaginarse el periplo de los ladrones en su tienda. Por el pequeño hueco que dejaron los delincuentes en el cristal, el dueño del negocio deduce que el ladrón era “pequeño y delgado”. A su tienda accedieron forzando la cerradura y a la de su compañero con una lanza térmica, una herramienta capaz de fundir acero.

“Nunca me había pasado esto en los 26 años que llevo aquí, y claro, al haber dos robos tan seguidos, alertamos a otros miembros del gremio, para autoprotegernos un poco, además de denunciar a la policía”, apunta este hombre que prefiere no dar su nombre, ni el de su negocio. Esa noche también se llevaron monedas de plata de ediciones especiales de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. “Este tipo de robos pueden responder a dos motivos: uno que se produzcan por encargo, de este modo el ladrón tiene asegurado que va a colocar las piezas. El otro es que entren y cojan lo que creen que va a valer más y a partir de ahí tratan de vendérselo a un receptor”, señala el dueño del establecimiento afectado.

Los agentes han detenido por estos asaltos a cuatro hombres. Tras identificarles y realizar un seguimiento, les arrestaron en plena calle. La Policía además les imputan otros seis robos de este tipo. Uno de ellos, en una tienda deportiva de la que se llevaron bicicletas eléctricas que costaban más de 16.000 euros y otro en un negocio de ropa de marca del centro de Madrid del que sustrajeron más de mil prendas. “Eran viejos conocidos de los agentes, unos delincuentes profesionales que tenían como único modus vivendi estos delitos”, detalla la Jefatura Superior de Policía de Madrid en un comunicado.

Entre la paleta de especialidades de esta banda se encontraba también la desactivación de sistemas de alarma. Los cuatro detenidos en esta operación formaban parte de un grupo criminal mayor. En una primera fase de la investigación cayeron otros nueve compañeros de faenas a los que se les imputó nueve robos con fuerza. La policía apunta que usaban “sofisticados medios” para cometer sus asaltos.

Los agentes registraron sus domicilios y encontraron la ropa que utilizaron en los robos, algunas de las prendas de marca robadas, todo el elenco de herramientas para forzar cerraduras, hachas, mazas y las lanzas térmicas con las bombonas de oxígeno necesarias para hacer funcionar esta herramienta empleada, por ejemplo, en los desguaces de coches. Entre los objetos que encontraron en sus domicilios estaban, por supuesto, las monedas romanas por las que tal vez, algún legionario dio su vida hace miles de años.

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