El mural feminista de Ciudad Lineal sigue cubierto de negro cuatro meses después

El alcalde de Madrid aún no ha cumplido la promesa de restaurar la pintura, vandalizada el 8-M. Mientras, ya hay más de 60 copias por el país, según los autores

Un hombre y una mujer pasan este lunes por delante del mural vandalizado.KIKE PARA

Pasado el mediodía del último 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el alcalde de Madrid se colocó detrás de un atril en el Palacio de Cibeles para lanzar un rotundo mensaje contra los vándalos intolerantes que habían destrozado un mural feminista en la noche anterior. José Luis Martínez-Almeida ...

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Pasado el mediodía del último 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el alcalde de Madrid se colocó detrás de un atril en el Palacio de Cibeles para lanzar un rotundo mensaje contra los vándalos intolerantes que habían destrozado un mural feminista en la noche anterior. José Luis Martínez-Almeida prometió que el Ayuntamiento iba a restaurar la obra que representaba los rostros de 16 mujeres en la pared exterior de un polideportivo del distrito de Ciudad Lineal.

“Somos una ciudad lo suficientemente libre y abierta como para que no tengamos que tolerar en ningún momento comportamientos como el que se ha producido esta noche en el distrito de Ciudad Lineal, y de ahí el compromiso que quiero anunciar, desde luego, del Ayuntamiento de Madrid por devolver el mural al estado en el que se encontraba”, dijo Almeida.

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Hace ya cuatro meses y seis días de esa promesa, que Almeida aún no ha cumplido. Todo este tiempo las caras de las mujeres han estado tapadas por pintura negra. Mientras continúa visible la agresión, el mural se ha multiplicado por el territorio español. Los artistas del barrio que lo pintaron dedican sus fines de semana a viajar a otras provincias para hacer réplicas. Como no dan abasto, han dado permiso para que todo el que quiera lo imite. Según sus cálculos ya hay en torno a 60 reproducciones del mural. Irónicamente, el fresco original sigue violentado, cubierto de pintura negra y a la espera de que el agravio sea reparado. En respuesta a los vándalos han aparecido en el muro algunos mensajes desafiantes: “La unión nos hace fuertes”, “ahora vuestras manos son tan negras como vuestro corazón” o “cromañón, tu siglo ya pasó”.

“Nos llegan fotos de toda España, e incluso propuestas del extranjero, de Japón, Perú...”, dice Jorge Nuño, uno de los ocho artistas del grupo Unlogic Crew, los diseñadores de la obra. “Estuve hace unos días en Las Palmas de Gran Canaria por otro motivo y para mi sorpresa al bajarme del avión tomé un bus que tenía una publicidad con rostros del mural”.

Un autobús de Las Palmas de Gran Canaria cubierto con tres de los rostros del mural feminista de Ciudad Lineal.
Alumnos del instituto Juan de la Cierva de Puente Genil (Córdoba) pintando una réplica del mural de Ciudad Lineal en febrero.Paco Puentes
Varios miembros del colectivo Unlogic Crew y una artista valenciana pintando el fin de semana pasado una réplica del mural de Ciudad Lineal en Geldo (Castellón).

El alcalde Almeida no dio un plazo para restaurar el mural, pero vecinos de Ciudad Lineal que en 2018 habían votado el diseño del fresco sienten que cada día que pasa es una victoria para los intolerantes. Algunos desconfían de Almeida. Semanas antes del ataque, el PP había votado en un pleno municipal a favor de una propuesta de Vox para sustituir ese mural por otro de atletas paralímpicos. Entonces estalló una controversia de interés nacional y Almeida se pronunció a favor de borrar a las mujeres. Pero días después, en medio de una vorágine de críticas, cambió de opinión. Cuando el mural sufrió el ataque, el alcalde pidió repintarlas.

Ahora, una portavoz del Ayuntamiento asegura que están tramitando un contrato menor para limpiarlo y restaurarlo. La idea, añade, es que esté rehabilitado para otoño. Ningún representante del Gobierno municipal había llamado aún este martes a los autores del fresco. Los vecinos tampoco han sido contactados.

Los tres partidos de derecha criticaron que muchas de las 16 mujeres tenían ideología de izquierdas, algunas revolucionarias. Los autores y vecinos que defienden el fresco responden que el proceso de diseño (entre mayo y septiembre de 2018) fue abierto a la ciudadanía y que el motivo por el que fueron incluidas en el muro no fue su orientación política, sino su contribución a la igualdad.

Las 16 integrantes del mural tienen perfiles muy diversos. Algunas son líderes pacifistas como la indígena guatemalteca Rigoberta Menchú o la “madre del movimiento de los derechos civiles” en EEUU, Rosa Parks; otras defendieron la lucha armada, como la líder zapatista mexicana Comandanta Ramona o la militante antifranquista Antònia Fontanillas Borràs. Varias son artistas, como la actriz estadounidense Emma Stone, la pintora mexicana Frida Kahlo o la rapera cordobesa Gatta Catana.

En las versiones que han surgido en otros puntos de España, los artistas de Unlogic Crew han incluido otros rostros que tienen amplia aceptación por el feminismo conservador, como las sufragistas españolas Clara Campoamor y Emilia Pardo Bazán. Otras han sido la científica Pilar Mateo, la oncóloga Ana Lluch, o la filósofa María Zambrano.

La idea de los murales no es defender ninguna ideología, sino dar a conocer a mujeres que han sido invisibilizadas, defiende Nuño. “Los hombres siempre han gozado de más reconocimiento social, a pesar de que muchas veces quien estaba detrás de un éxito científico o artístico era una mujer”, dice el artista. “Cuando las niñas tienen modelos de referencia tratan de imitarlos, como ha pasado por ejemplo después del éxito de la serie Gambito de Dama [protagonizada por una joven ajedrecista]”.

Apoyo del barrio

El mural decoraba una pared exterior en un polideportivo de un barrio de pisos obreros en el este de Madrid, la Concepción. Hasta 2018, el muro de ese recinto que da a la calle de José del Hierro, 5 (de 60 metros de largo por 4 de alto) era de un anodino color verde. Inspirados por un mural feminista que habían visto en Vigo, unos vecinos promovieron la idea de cubrir el polideportivo con un mensaje constructivo. Fue una propuesta aprobada en mayo de 2018 en el pleno de Ciudad Lineal (uno de los 21 distritos en los que se divide Madrid), antes de que Vox obtuviera representación en el Ayuntamiento. En la plataforma online Decide Madrid los vecinos pudieron votar entre dos diseños. El de las mujeres notables, bautizado “La unión hace la fuerza”, derrotó a otro de unas mujeres quitándose una venda por 465 a 384 votos.

Según vecinos que se han manifestado para que el mural sea restaurado, nunca nadie puso una sola pega durante las reuniones de tormentas de ideas en el polideportivo, o durante la ejecución, que tomó nueve días y fue concluido el domingo 7 de octubre de 2018. A los ocho artistas de Unlogic Crew les ayudaron decenas de niños y padres del barrio. “Participaron vecinos y vecinas de muy distintas sensibilidades políticas”, dice Paloma Corral, una de las activistas que protestan por la tardanza de Almeida.

Durante meses nadie pensó que el mural era un problema, pero el 21 de enero prendió la mecha. El concejal de Vox Miguel Moisés Rodríguez presentó su propuesta para sustituir la pintura. PP y Ciudadanos le apoyaron. De repente, este rincón de un barrio humilde se convirtió en el epicentro de una de las batallas culturales que consumen el país.

Fabiola Ortega, vecina del barrio madrileño de La Concepción, posa este lunes delante del mural vandalizado.KIKE PARA

Pero como los tiempos políticos son tan acelerados, el mural ha sido relativamente olvidado. Dos días después del ataque del 8-M, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, convocó elecciones y la atención se fue a otro lado. La promesa de Almeida quedó flotando en el aire. Los vecinos han hecho manifestaciones y recogidas de firmas. El concejal presidente del distrito de Ciudad Lineal, Ángel Niño (de Ciudadanos), no les ha recibido. Fue uno de los que votó contra el mural. El mensaje que les llega del Ayuntamiento es que se restaurará el mural, pero no notan interés alguno. “Todos son balones fuera”, se queja Pedro Martínez.

Se preguntan si Almeida hubiera tardado tanto en reponer un mural de haber contenido un mensaje distinto, como por ejemplo un homenaje a víctimas del terrorismo o a la bandera española. “Un delito de odio debería haber sido subsanado de manera rápida”, protesta Corral.

Mientras, los vecinos que van a jugar al pádel, al fútbol o a nadar en la piscina se cruzan a diario con la pintura negra que cubre el mural. El mensaje es claro: los vándalos, por ahora, se han salido con la suya. El consuelo que le queda a los vecinos es que su obra colectiva se ha convertido en un símbolo.

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