Pensar colectivamente sobre el mundo

El ciclo de debates ‘Punto de fuga’, en el Conde Duque, ofrece las claves sobre el mundo contemporáneo y el futuro

Uno de los debates entre Patricio Pron, Valentín Roma, Christina Rosenvinge y Marta González Novo organizado por el Área de Pensamiento del centro cultural Conde Duque.CEDIDA

Pensar, sobre todo pensar con reposo, es una actividad no demasiado frecuente en estos tiempos frenéticos y, quizás por ello, muy atractiva. La reflexión sobre la actualidad y el futuro de la sociedad y el planeta florece en editoriales de ensayo y no ficción, podcasts, vídeos de Youtube y todo tipo de debates y foros. Hay cierta ansia de comprender, de desentrañar los misterios del mundo y preparar un futuro que no sea demasiado distópico, si es que tal cosa es posible. “Creo que sufrimos una pérdida de relato individual y colec...

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Pensar, sobre todo pensar con reposo, es una actividad no demasiado frecuente en estos tiempos frenéticos y, quizás por ello, muy atractiva. La reflexión sobre la actualidad y el futuro de la sociedad y el planeta florece en editoriales de ensayo y no ficción, podcasts, vídeos de Youtube y todo tipo de debates y foros. Hay cierta ansia de comprender, de desentrañar los misterios del mundo y preparar un futuro que no sea demasiado distópico, si es que tal cosa es posible. “Creo que sufrimos una pérdida de relato individual y colectivo”, opina Giselle Etcheverry, responsable del Área de Pensamiento del centro cultural Conde Duque, “se han desmoronado todos los relatos, y la pandemia ha hecho más patente esta inquietud. Hay una necesidad de revisar el pasado, de ver posibles futuros desde allí, de establecer cierto orden en el presente”.

La línea editorial del Área de Pensamiento del Conde Duque recoge algunos de los temas más candentes del momento y los trata en debates en persona y reposados, interdisciplinares, reunidos en el proyecto Punto de Fuga. “El debate presencial es importante, porque en él se dan varios diálogos al mismo tiempo: el de la palabra, claro, pero también el del cuerpo, el de la visión del otro, el de la interrupción”, señala la comisaria. En persona, las conversaciones no suelen caer en el agobiante fango de Twitter, esa crispación permanente que ya parece infectar todo el debate público y que parece abocar al fin del mundo. “En redes sociales solo somos lo que decimos, por eso muchas personas defienden a muerte lo que allí dicen, porque si no sería su desaparición”, añade Etcheverry. En persona se es algo más, en persona somos personas.

Respecto a los contenidos, por ejemplo, este mes se trata el tema de la maternidad: entre el feminismo y la precariedad, en estos momentos se debaten diferentes modelos para ser madre, como tratarán el día 15 Katixa Agirre, Brenda Navarro y Carolina del Olmo, moderadas por Michelle Roche Rodríguez. En mayo, el tema será El tiempo arrestado, donde Raquel Friera, José Luis Pardo y Ramón Ramos Torre, moderados por el periodista de EL PAÍS Joseba Elola, indagarán en las concepciones contemporáneas sobre el tiempo, y por qué se ha convertido en un bien tan escaso.

En la última sesión de la temporada, en junio, el tema será la intimidad y su relación con el llamado “distanciamiento social” o los entornos virtuales, como debatirán Santiago Alba Rico, Brigitte Vasallo y Remedios Zafra, moderados por Mar Abad. Otros temas tratados con antelación han sido la vigilancia, la necesidad de escapar del mundo, las visiones de la naturaleza, etc, con la participación de ponentes de primera fila, periodistas, filósofos, escritores, sociólogos, como César Rendueles, Marta Peirano, Ramón del Castillo, Marta Sanz, Patricio Pron, Yayo Herrero o María Jesús Espinosa de los Monteros, entre otros.

“Se han desmoronado todos los relatos, y la pandemia ha hecho más patente esta inquietud. Hay una necesidad de revisar el pasado, de ver posibles futuros desde allí, de establecer cierto orden en el presente”
Giselle Etcheverry

El Área de Pensamiento de Conde Duque es también la organizadora, junto con la Universidad Complutense de Madrid, del Festival de Filosofía: los encuentros del festival, que este año podrían reunirse alrededor de la idea del transhumanismo, tienen formato de duelo, como demostración de que puede darse la discusión civilizada, aunque esté “instalada en la controversia”, según explica Etcheverry. Este año, en su cuarta edición, el lema es “embaucadores contra perplejos”.

Lo que llamamos actualidad es algo que no está tan claro, sobre todo en el ámbito de Internet. “Hay cosas que es obvio que son actualidad para todos, como la pandemia, pero muchos de los temas con los que estamos en contacto cada día y que nos parecen relevantes son fruto de los algoritmos que manejan las redes sociales, de los intereses publicitarios, de los medios de comunicación o de nuestros propios intereses”, señala Etcheverry, “nuestra actualidad puede resultar bastante endogámica”.

Así, para evitar los sesgos sobre lo que es interés y lo que no, para obtener el cuadro completo y no la pincelada, en la medida de las posibilidades de un individuo, es necesario elevarse sobre el panorama. Para la elección de los temas más propios de nuestro tiempo Etcheverry sondea los productos culturales, la producción editorial, el discurso de los pensadores más destacados, etc, eso que está flotando en el ambiente y sobre lo que juzga que es necesario hablar. “Hay temas que van apareciendo en las obras de teatro, en las novelas, en los ensayos… El mundo editorial va generando una conversación que, si una la mira en todo su espectro, ofrece los asuntos de interés”, concluye la comisaria.

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