Ecologistas en Acción denuncia a una explotación ganadera con terneros hacinados en Becerril de la Sierra

Estas instalaciones “vulneran las condiciones higiénico-sanitarias y de bienestar animal exigidas”, afirma la organización

Una de las imágenes de la explotación ganadera que Ecologistas en Acción denuncia por el hacinamiento de terneros sobre excrementos y purines.Ecologistas en Acción

Ecologistas en Acción ha denunciado este martes ante la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Comunidad de Madrid una explotación ganadera en Becerril de la Sierra debido a las “condiciones miserables” en las que se encontraban decenas de terneros, hacinados y malviviendo sobre excrementos y purines, el líquido formado por las orinas de los animales. La organización alerta de que estas instalaciones, cuyo responsable es Jorge Izquierdo, están vulnerando las medidas higiénico-sanitarias y de biene...

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Ecologistas en Acción ha denunciado este martes ante la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Comunidad de Madrid una explotación ganadera en Becerril de la Sierra debido a las “condiciones miserables” en las que se encontraban decenas de terneros, hacinados y malviviendo sobre excrementos y purines, el líquido formado por las orinas de los animales. La organización alerta de que estas instalaciones, cuyo responsable es Jorge Izquierdo, están vulnerando las medidas higiénico-sanitarias y de bienestar animal exigidas por la legislación vigente, y no entiende cómo esta explotación, destinada al cebado de ganado vacuno para consumo humano, puede pasar las inspecciones regionales y los controles veterinarios de la Comunidad de Madrid y contar así con la denominación de la Indicación Geográfica Protegida Carne de la Sierra de Guadarrama.

María Ángeles Nieto, coordinadora de Ecologistas en Acción en la Comunidad de Madrid, comenta que algunos ganaderos “están desesperados” con esta explotación y que llevan años denunciando la situación. “Las vacas no están en condiciones sanitarias adecuadas y contagian enfermedades al resto del ganado en las zonas próximas. Al día siguiente de presentar nosotros la denuncia, alguien avisó al encargado y estuvo recogiendo basura de las instalaciones. Hay una connivencia clara entre la administración y este señor”, declara Nieto, que apunta a que es una veterinaria la que está levantando actas e informes favorables de este cebadero ubicado en Becerril de la Sierra, colindando con Colmenar Viejo, entre la carretera M-607 y el arroyo Navahuerta.

Antonio Sinis Berrocal, uno de los ganaderos de la zona, campeón de España de dos razas autóctonas, critica las “condiciones infrahumanas” de los animales de esta explotación gestionada por Izquierdo y se muestra frustrado ante el abandono del sector en la región. “Te sale un choto malo de este señor y empieza una pandemia como la de Wuhan. En esos sitios es donde se crean esos focos, no en mi casa que hay cuatro hectáreas por vaca, que da gusto verlo, es algo precioso como el resto de ganaderos de aquí, y esta explotación tiene a los animales muertos de hambre, sin beber tres días en una finca, es mucha tela la que llevamos aguantando, y muchas pérdidas. Todos los animales de los ganaderos de alrededor están dando positivo en la prueba de tuberculosis y es que él está incumpliendo la normativa porque mueve sus animales positivos de un lado para otro”, declara Berrocal, que dice que va a llevar el asunto por fraude a los fondos europeos de la Política Agrícola Comunitaria (PAC).

Ante la denuncia de la ONG y las acusaciones como la de Sinis Berrocal, Izquierdo defiende que su ganadería está en condiciones y con las inspecciones en regla: “El problema es saber por qué están denunciando. Es el recurso del pataleo, están matando a sus animales porque son positivos en tuberculosis, pero no tiene nada que ver la enfermedad de tuberculosis con el estado de los animales. No podemos poner remedio ningún ganadero, hacemos dos veces análisis de nuestros animales, pero conviven con los salvajes. Pueden estar perfectos, pero si vienen por la noche ciervos, corzos, tejones, de nada me sirve”, explica Izquierdo, que lleva 50 años saneando vacas y asegura que no se ha adelantado nada en esta materia.

Ecologistas en Acción añade que la falta de gestión del estiércol y purines es “inaceptable” porque contamina el arroyo Navahuerta y posiblemente el río Manzanares, en el que desemboca, en un espacio triplemente protegido.

Esta explotación es un cebacero que se dedica al engorde del animal 30 días antes de llevarlo al matadero, “pero el ganado no tiene por qué vivir en esas condiciones higiénicas aunque ese sea su destino”, expone María Ángeles Nieto. “En uno de estos vídeos que estamos haciendo públicos se ve un animal muerto entre el barro”, indica. “Las vacas puede que tengan algún tipo de enfermedad que me imagino que una vez van al matadero, se analiza la carne y no se comercializa. Pero en estas instalaciones tienen animales con tuberculosis y esa bacteria puede estar presente en las aguas que acaban en el arroyo, del que beben otros animales y se contagian. El daño que se le causa a los ganaderos es muy grande porque tienen que sacrificar al animal y se reduce mucho el precio de su producto, por eso están tan enfadados”, prosigue la coordinadora. Ecologistas en Acción añade que la falta de gestión del estiércol y purines es “inaceptable” porque se contamina el arroyo Navahuerta y posiblemente el río Manzanares, en el que desemboca, en un espacio triplemente protegido.

Dos momentos del vídeo que muestran animales rodeados de excrementos y purines.

El terreno de esta explotación está incluido en el Parque Regional de la Cuenca Alta del río Manzanares, declarado Reserva de la Biosfera y espacio protegido Red Natura 2000, pero Jorge Izquierdo niega estas acusaciones. “Todos los cebaceros tienen barro. Los chotos están andando y no tienen un retrete donde hacer sus necesidades, pero limpiamos como todo el mundo. El agua que corre es de las lluvias, no es de mi cebacero, las dos inspecciones no han puesto ninguna pega, así que eso es porque no es verdad”, zanja el ganadero.

Esta explotación cuenta con la denominación de la Indicación Geográfica Protegida Carne de la Sierra de Guadarrama. “Es evidente que algo está fallando en el proceso de inspección, levantamiento de actas y concesión de autorizaciones”, indica la organización ecologista. Por eso, exigen una nueva visita de inspección porque la “desidia” de la administración está dañando la imagen de otras explotaciones ganaderas y de la propia Indicación Geográfica Protegida Carne de la Sierra de Guadarrama.

A falta de conocer el desenlace de la denuncia ante la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Comunidad de Madrid, el Director de Certificación del Consejo Regulador de la I.G.P. Carne de la Sierra de Guadarrama ha contestado a Ecologistas en Acción que se cumplen todos los requisitos en la explotación tras realizar una inspección este lunes que determina que “en lo que se refiere a los animales, no se encuentran hacinados en las instalaciones de cebo, incluso hay metros suficientes para bastantes más, tienen buen aspecto y están perfectamente identificados”.

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