Desayunos artesanos a domicilio
Darse un capricho a primera hora sin salir de casa o despertar a otra persona con un regalo gastronómico es posible gracias a estas iniciativas
More’s son unas adictivas galletas de mantequilla con dulce de leche y también el nombre de una pequeña empresa familiar de comida a domicilio con una clientela fiel desde 2016. Inmaculada no recuerda de dónde sacó la receta de estas galletas, pero sí por qué comenzó a hacerlas. “Cada vez que a mi hijo le invitaban a una casa, me pedía algo para llevar y yo horneaba estas galletas”, recuerda. El nombre se lo pusieron los amigos del chico, al que llamaban “More” por apellidarse Moreno, y un día le ofrecieron venderlas. Inm...
More’s son unas adictivas galletas de mantequilla con dulce de leche y también el nombre de una pequeña empresa familiar de comida a domicilio con una clientela fiel desde 2016. Inmaculada no recuerda de dónde sacó la receta de estas galletas, pero sí por qué comenzó a hacerlas. “Cada vez que a mi hijo le invitaban a una casa, me pedía algo para llevar y yo horneaba estas galletas”, recuerda. El nombre se lo pusieron los amigos del chico, al que llamaban “More” por apellidarse Moreno, y un día le ofrecieron venderlas. Inmaculada se planteó hacerlo ella directamente sin intermediarios, solo con la ayuda de su familia y desde entonces sacan adelante el negocio entre todos.
Primero fueron las More’s, después los roscones, que continúa elaborando bajo demanda, y la oferta fue creciendo conforme su clientela le pedía cosas nuevas. “Un cliente me dijo que por qué no hacía suizos y gracias a él los tenemos ahora en los desayunos. Otra me encargó una empanada y ahora las hago hasta de pollo al curry”, cuenta Inmaculada. Lo elabora todo de manera artesana, con materias primas de calidad, una presentación muy cuidada y solo por encargo con un mínimo de veinticuatro horas de antelación. El catálogo dulce y salado hay que pedirlo por WhatsApp al 626 113 804 y en él destacan dos cajas de desayunos. La pequeña contiene un esponjoso bizcocho artesano, una bolsa de 10 More’s, dos suizos y cinco galletas caseras por 16 euros. La caja grande lleva un bizcocho mayor, 25 More’s, 10 galletas, una botella de aceite de Conde de Argillo, cinco molletes y cinco suizos por 32 euros más transporte. A esto se puede añadir un vaso de fruta variada por tres euros o un zumo de naranja natural por 2,50 euros. Reparten con su propio vehículo en el interior de la M-50, a excepción de Madrid Central donde no operan, con un coste de entre cinco y siete euros.
Despertar como en Mallorca. En la pastelería y cafetería Formentor (Hermosilla, 81; Santa Engracia, 62) han ideado un desayuno a domicilio que homenajea a la gastronomía mallorquina. El pack con el que se recorre la isla desde casa es un festín de dulce, salado y bebidas por un precio de 18 euros más gastos de envío. “La idea era ofrecer lo más emblemático de la Mallorca. Por eso no podía faltar la coca de patata, dulce elaborado con este tubérculo, huevo, azúcar, manteca de cerdo y azúcar glas espolvoreado por encima y la horchata de almendras de allí. Ambas son típicas de la localidad de Valldemossa y nos gustaría que se conocieran más”, cuenta Alberto Forteza, tercera generación del negocio. Otra de las especialidades de este obrador, que cuenta con dos tiendas en Madrid, son las ensaimadas. Las preparan con la misma fórmula artesana desde que abrieron en 1956 y son la guinda de la parte dulce de la caja del desayuno mallorquín. “Su secreto es el oficio, llevamos muchos años haciéndolas. Es una masa muy fina en la que cuidamos al máximo las condiciones de humedad y hojaldramos a mano”, añade. Además, esta caja también incluye una sobrasada artesana de cerdo negro que reciben de la isla, las míticas galletas saladas llamadas quelitas y un café. “Tenemos una mezcla especial de Colombia, Brasil y Etiopía que nos envían de una histórica fábrica mallorquina. Hay mucha tradición de café allí”, dice Alberto. Los desayunos de Formentor se encargan a través de su web, donde se puede elegir el día y la franja horaria de entrega, desde las 10 de la mañana en adelante. Y este fin de semana celebran la primera Fiesta de la Ensaimada con descuentos y degustaciones para quienes se acerquen a sus tiendas.
El coqueto café Motteau (San Pedro, 9) del barrio de Las Letras tiene un obrador cuyas galletas de tres chocolates (1, 50 euros), tartaletas de limón (1,80 euros), financiers de almendra (1,70 euros) y sus famosas tartas (a partir de 4,50 euros la porción) también llegan casa con un zumo de naranja recién exprimido (cuatro euros). Hay que llamar al 618 931 377 veinticuatro horas antes y ellos sugieren el contenido de la caja dependiendo de los gustos de cada cliente. Después lo envían con su mensajería de confianza El Plan B de bici, que cobran siete euros por las entregas frágiles dentro de la M-30 y llevan la alegría al paladar más goloso.
De última hora. Un clásico madrileño que ha reforzado sus menús matinales a domicilio desde el año pasado ha sido Pastelerías Mallorca. Cuentan con diez opciones diferentes a partir de 34,20 euros donde no falta su bollería en miniatura de palmeras y cruasanes, entre otras creaciones. Se puede encargar la noche antes, lo entregan a partir de las siete de la mañana con un rango de media hora de precisión y los gastos de envíos dentro de la ciudad de Madrid o zonas próximas a sus tiendas no superan los 3,50 euros.
Para pedir en la misma mañana, las panaderías Crustó envían a través de Glovo un surtido de cinco mini cruasanes de mantequilla y cinco pain au chocolat pequeños por nueve euros. Se puede completar con un vaso de fruta cortada por 3, 25 euros, una magdalena de azúcar por 1,50 euros y un café con leche a 1,50 euros. Además, en su web hay cestas de desayuno a partir de 29,90 euros.
Si el antojo es de churros, Chocolatería San Ginés sigue al pie del cañón desde 1894. A partir de las ocho de la mañana a través de Uber Eats y Glovo, entrega en casa un cántaro de plástico de medio litro de chocolate caliente, dos porras y seis churros recién hechos por ocho euros más transporte. No hay manera más castiza de comenzar una jornada.