“Familia, ya sabéis, yo llego el 31 tarde a casa”

La joven atleta Lucía Rodríguez está feliz de poder mantener la tradición de la San Silvestre Vallecana, aunque sea en condiciones limitadas

Lucía Rodríguez entrenando en la Casa de Campo para la San Silvestre de Madrid 2020KIKE PARA

Este año no hay San Silvestre Vallecana popular. Los que la viven como una tradición anual tendrán que conformarse con participar en los retos que ha diseñado la organización a través de su app. Pero también, tras alguna polémica, podrán seguir una versión limitada de la carrera internacional. Allí estará la atleta de San Lorenzo de El Escorial, Lucía Rodríguez, que a sus 22 años se prepara para su tercera participación. Rodríguez espera que la carrera de este año, en la que estar...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Este año no hay San Silvestre Vallecana popular. Los que la viven como una tradición anual tendrán que conformarse con participar en los retos que ha diseñado la organización a través de su app. Pero también, tras alguna polémica, podrán seguir una versión limitada de la carrera internacional. Allí estará la atleta de San Lorenzo de El Escorial, Lucía Rodríguez, que a sus 22 años se prepara para su tercera participación. Rodríguez espera que la carrera de este año, en la que estarán solamente 500 atletas y que consistirá de cuatro vueltas a un circuito de 2.5 kilómetros en el Ensanche de Vallecas, pueda servir de motivación para el año que viene, tanto para los deportistas como para los espectadores.

Este año sí que dan ganas de salir corriendo al nuevo año, ¿de qué manera diferente recibe este San Silvestre en comparación a otros años?

Como un reto. Es verdad que entristece un poco que cambie el formato y que no haya público. Además ha sido un año en el que hemos competido muy poco y, al cambiar totalmente el esquema del circuito y el ambiente, partimos de cero todos los que estamos allí. Ya no importa que sepas lo duro que es a partir de Atocha. Pero eso también da muchas ganas porque con el año que llevamos, competir en esta carrera, que a priori parecía que no se iba a llegar a realizar, pues, hombre, motiva también mucho. Es muy positivo para la sociedad sobre todo porque le da un poco de esperanza y porque es una motivación, es un estímulo necesario. Si no se hubiese hecho, hubiera sido mucho más triste.

Este año me preocupa no poder sentir la sensación de unión de otros años, al hacerse con menos gente de lo habitual

¿Cuál fue su primer San Silvestre?

Nunca corrí la popular, directamente me metí a la internacional, la primera fue en el 2017. Yo no sabía mucho, porque nunca había hecho carreras de 10 kilómetros, pero la disfruté muchísimo. El año pasado, ya en mi segunda vez porque en el 2018 no participé, sí sentí que es una carrera que te engancha. De pequeña la veía mucho por la televisión porque mi papá sí que ha corrido alguna vez la internacional y corría muchas veces la popular. Nunca me imaginaba estando en esa carrera porque al final tú de pequeño piensas que un 31 estás con la familia, no yendo a correr. Y sin embargo, ahora, es: “familia, ya sabéis, yo vengo el 31 tarde a casa”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

¿Y qué es eso especial que tiene la San Silvestre Vallecana para que enganche?

Tiene magia porque es una carrera en la que te sientes muy arropado todo el tiempo. Es el circuito, las luces, ir siempre rodeada de gente, eso es lo que yo creo que lo engancha mucho más a uno, porque se da una sensación de unión. Eso me preocupa de este año, no poder sentir eso, porque al final, como corredora, esa energía que le imprimen los vallecanos es la que le da la magia a la carrera.

¿La ciudad cambia cuando está corriendo la San Silvestre?

Sí, es un lujo. Al final recorres Madrid por sus calles, y vas viendo tu ciudad desde una perspectiva diferente. Tu vas por una calle super amplia, iluminada, llena de gente y no puedes evitar girar y decir “ostras estoy pasando por aquí, que pasada de sitio”. Es la ciudad para ti, no tienes que frenarte, vas corriendo disfrutando totalmente del recorrido; eso es muy chulo. Por eso digo que me preocupa especialmente este año, porque no vives eso de empezar por el Bernabéu, pasar por Atocha y entrar en Vallecas. Esas cosas no las sientes, vas, das una vuelta y vas a dar otras tres viendo exactamente lo mismo.

¿En lo deportivo también cambia mucho el hecho de que sea un circuito?

Sí, porque al final cuando sales en una carrera de 10 kilómetros no estás pensando cuantas vueltas te quedan. Cuando tienes total libertad de movimiento y dices “esto es todo cuesta abajo”, pues aguantar aquí los kilómetros, pero claro, siendo un circuito vas un poco condicionado y hay que gestionarlo de otra forma.

¿Cómo se prepara para una carrera como ésta?

La preparación es más psicológica. Sobre todo porque es una carrera donde no tiene que haber presiones, porque no te estás jugando nada. Es verdad que todos queremos hacerlo bien y estar en lo alto, pero es una carrera que hay que disfrutar. El que deja de disfrutar ya no está corriendo la San Silvestre.

¿Cuáles son sus sitios preferidos para correr en Madrid?

Pues yo toco principalmente la Casa de Campo, aquí hacemos nuestros rodajes y subimos al bosque a hacer nuestras series: es nuestro templo. Cuando nos confinaron vinimos siempre aquí al bosque. Es un buen sitio para trabajar todo tipo de especialidad de rendimiento, porque puedes elegir cuestas o un circuito para hacerte un tempo. Es verdad que hay veces que hay mucha gente y es complicado, aunque eso también es muy agradable, que la gente vea que estás haciendo un entrenamiento intenso y que te esté animando.

¿Cómo ha afectado la pandemia el calendario de entrenamientos y competitivo?

En cuanto a calendario ahora super escaso, por no decir nulo. Esa incertidumbre de no saber cuando vamos a volver a competir nos afecta en los entrenamientos. Los realizamos con la misma intensidad como si estuviéramos compitiendo, pero es difícil mantenerla sin unos objetivos claros. Te descuadra. Es como el que dice “parece que estamos ya a domingo, pero es miércoles”, ¿sabes? Pues lo mismo con las competiciones. Eso también te genera un poco de ansiedad.

Y en ese ambiente, ¿cómo ve el año nuevo? ¿Qué metas tiene?

Al final el calendario es el que hay, incertidumbre habrá hasta que se calme esta situación. Por eso desde mi punto de vista hay que ponerse miniobjetivos. Miniobjetivos que te hagan progresar y mejorar día a día, porque al final mi objetivo no está en una competición en particular. Mi objetivo es a largo plazo, seguir mejorando, y poder algún día estar en unas olimpiadas. Para eso se necesita mucho trabajo, mucha constancia, mucha dedicación y es lo que tenemos que hacer, para cada día estar más cerca de esa gran meta.

EL ORIGEN EXTRANJERO DE UNA TRADICIÓN MADRILEÑA

La San Silvestre nació en São Paulo, Brasil, en 1925, de la mano de Cásper Líbero, fundador del periódico A Gazeta. El periodista se inspiró en una carrera nocturna a la que asistió en París en la noche de año nuevo de 1924, y en la que los corredores portaban antorchas. En su primera edición participaron 60 corredores. En 1964 el gallego Antonio Sabuguerio organizó el Gran Premio de Madrid, basándose en la cita paulista, y que dos años más tarde ya se pasaría a llamar San Silvestre. Ahora, en toda España se celebran más de 200 carreras el 31 de diciembre en un año normal, aunque la más importante sigue siendo la de Madrid, con alrededor de 40.000 participantes todos los años.


Sobre la firma

Más información

Archivado En