Tres miradas actuales de Goya a través de sus grabados
Una exposición en la Calcografía Nacional demuestra la vigencia del artista al explorar desde una perspectiva contemporánea a la mujer, la guerra y el rostro en su obra gráfica
Las obras de los artistas cambian con el paso de los años, o más bien, se leen de manera diferente a medida que pasa el tiempo. Esta es la reflexión que presenta la exposición Goya, tres miradas. La mujer, la guerra y el rostro, en donde su obra gráfica se expone desde una perspectiva actual. Las decenas de impresiones originales estarán expuestas de manera gratuita al público hasta el 3 de enero de 2021 en el ala de la Real Academia de Bellas Artes...
Las obras de los artistas cambian con el paso de los años, o más bien, se leen de manera diferente a medida que pasa el tiempo. Esta es la reflexión que presenta la exposición Goya, tres miradas. La mujer, la guerra y el rostro, en donde su obra gráfica se expone desde una perspectiva actual. Las decenas de impresiones originales estarán expuestas de manera gratuita al público hasta el 3 de enero de 2021 en el ala de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando dedicada a la Calcografía Nacional.
La muestra se planeó en apenas unos meses para solucionar la reprogramación en su calendario causada por la covid-19, pero está lejos de ser una improvisación, aclara el director de la Calcografía Nacional y comisario de la exposición, Juan Bordes. Ante la incertidumbre producida por la pandemia, Bordes se centró en trabajar con la extensa colección propia para reducir costes. “Lo que empezó siendo un reajuste rápidamente tomó fuerza y se convirtió en un proyecto meticuloso y ambicioso”, señala el académico y escultor canario. La experiencia ha sido su aliada, pues aunque no se considera un experto en Goya, ha sido comisario de varias exposiciones internacionales del artista producidas por la institución desde hace más de una década. “Siempre intento presentar una visión fresca e inesperada sobre un artista del que pareciera que ya se sabe todo”, y precisamente esto es lo que pretende hacer con esta triple selección que, en conjunto, está en constante diálogo.
El recorrido en la sala comienza con la propuesta más nueva de las tres: una mirada contemporánea al sujeto femenino en la obra gráfica de Goya. “Esto ya se hizo con sus pinturas, pero es en sus grabados donde su visión queda demostradamente actual”, señala Bordes. Con una selección de grabados de Los caprichos -que tiene una paridad sin precedentes incluso para los estándares actuales, con 40 de las 80 piezas incluyendo a un personaje principal femenino- se muestra la perspectiva y empatía del artista, en particular a través de los expresivos rostros que muestra en estos trabajos. “En estas estampas, Goya presenta a las mujeres como vulnerables, pero también critica claramente su posición dentro de la sociedad de la época, explorando ámbitos como la prostitución, el cortejo, el matrimonio, la educación o la moda”, explica el comisario mientras señala como ejemplo la pieza No te escaparás.
Por otro lado, en grabados seleccionados de la serie Los desastres de la guerra, el pintor presenta a la mujer como representante de una sociedad civil victimizada brutalmente, pero también la rescata como luchadora activa en el combate armado. Contemplando la estampa Y son fieras, en la que cuatro mujeres -y la protagonista con un bebé en brazos- batallan contra varios soldados franceses, Bordes comenta la importancia de la propuesta de Goya desde un punto de vista influenciado por el feminismo actual: “Hasta ese momento prácticamente la mujer solo había sido usada como una representación simbólica del heroísmo. Aquí ella es la heroína”.
Los Desastres son también protagonistas de la siguiente sección de la exposición, donde se presenta a Goya como “el primer fotógrafo de guerra”. Un vistazo a las estampas que se presentan basta para entender lo que Bordes pretende comunicar: Goya también es el primero en representar los horrores de la guerra desde una perspectiva “objetiva”, lejos del heroísmo o patriotismo con el que se solían tratar estos temas.
La propuesta se remonta a una exposición que le dio la vuelta al mundo de la mano del Instituto Cervantes hace más de una década, donde se alineaban los grabados del aragonés junto con fotografías de la Guerra Civil. Ahora la disposición sigue el mismo orden, con impresiones ampliadas de detalles de las fotos expuestas al lado de los grabados. La similitud de las composiciones es sobrecogedora. “El efecto de estas imágenes es estremecedor, y no es casualidad. El objetivo es presentar una crítica. En ese sentido, Goya es un patriota, pero uno real, que quiere un mejor país, y no uno que exalta el existente con todas sus deficiencias”, opina Bordes.
Si en Los desastres de la guerra y en Los caprichos el artista critica abiertamente la sociedad, en Los disparates, serie en la que se basa la última sección de la exposición, Goya es mucho más críptico. “La función de estas estampas es ser una muestra de libertad en medio de la represión de Fernando VII y a través de sus comentarios diseñados para burlar la censura dar lecciones educativas también”, explica Bordes. Aquí los protagonistas dejan de ser personajes reconocibles, y en cambio, utiliza los rostros, las deformaciones, los paralelos con animales y la cara de la locura, como mecanismos para comunicar. Además, al centrarse en los rostros de Goya se explora también su genialidad técnica y su profundo conocimiento de la fisionomía.
Presentar el talento natural del artista siempre es el objetivo de hacer una exposición de un maestro, pero en esta ocasión, la Calcografía Nacional se vale de su incalculable tesoro de obras de Goya para recordarle a la ciudad que ahí está, en medio de una pandemia que ha afectado enormemente el público que puede atraer. A unos pasos de Sol, en pleno centro de Madrid, cualquiera puede apreciar el genio de Goya y constatar que aunque hayan pasado dos siglos desde que produjo estas estampas, su mensaje es atemporal.