Sacudida política en el PP gallego: la familia Baltar da un paso atrás en su feudo de Ourense tras 33 años
El barón popular que heredó los cargos de su padre renuncia a presidir la Diputación para “facilitar” que el partido mantenga el gobierno provincial
Manuel Baltar, presidente de la Diputación de Ourense desde 2012 tras 22 años de gobierno de su padre José Luis, renuncia a seguir dirigiendo la institución provincial. Así lo ha anunciado este miércoles en un comunicado, en el que justifica su paso atrás para “faci...
Manuel Baltar, presidente de la Diputación de Ourense desde 2012 tras 22 años de gobierno de su padre José Luis, renuncia a seguir dirigiendo la institución provincial. Así lo ha anunciado este miércoles en un comunicado, en el que justifica su paso atrás para “facilitar” que la entidad “tenga un presidente o presidenta del Partido Popular”. Baltar no tomará posesión tampoco como concejal de Esgos, el pequeño pueblo del que es originaria su familia y por el que se presentó a las elecciones. Eso sí, no dejará la política. A un año de las elecciones autonómicas en Galicia, continuará como presidente del PP de Ourense, cargo que también heredó de su padre en 2010.
El PP perdió la mayoría absoluta en la provincia el 28-M. Para mantener el poder, Baltar dependía de un pacto con el partido independiente Democracia Ourensana, dirigido por Gonzalo Pérez Jácome, alcalde de Ourense. Lo mismo ocurrió hace cuatro años. Entonces ambos políticos llegaron a un acuerdo. Los populares, con el beneplácito de Alberto Núñez Feijóo, hicieron regidor a Jácome pese a ser tercera fuerza y él propició la presidencia de Baltar en la Diputación. Tras un accidentado mandato, Baltar y Jácome rompieron y ahora no estaba tan clara una nueva alianza.
Ante esta situación y con un rosario de escándalos a sus espaldas, el barón popular da un paso atrás. “No hay interés mayor que el interés general de la provincia. Por eso, la configuración de las corporaciones locales no es una cuestión de nombres, sino de siglas y de proyectos”, esgrime el político en su comunicado. “Como presidente provincial del PP de Ourense seguiré luchando como siempre por el futuro de esta provincia, con el inminente reto de contribuir a la llegada del orensano Alberto Núñez Feijóo a la presidencia de España”.
El apoyo de los Baltar a Feijóo ha sido crucial para que el ahora presidente nacional del PP se hiciera con las riendas del partido en Galicia tras la marcha de Manuel Fraga en 2005. La familia, que ha comandado a los populares en una provincia clave para la formación desde el punto de vista electoral, ha ido así sobreviviendo a escándalos e investigaciones judiciales. El padre de Manuel Baltar fue condenado por enchufar a un centenar de personas en la Diputación y aquella crisis le hizo abandonar el cargo. Pero dejó a su hijo, a quien también han perseguido los problemas judiciales.
El último estalló precisamente justo antes del 28-M. El presidente de la Diputación de Ourense fue pillado en Zamora por la Guardia Civil a 215 kilómetros por hora al volante de un coche oficial. Los investigadores comprobaron que el exceso de velocidad entraba en los márgenes de un delito de tráfico, por lo que Baltar afronta un juicio que aún no tiene fecha. El político hizo todo lo posible para demorar la sentencia hasta después de las elecciones, con plantes a la jueza incluidos. Finalmente, las maniobras no le han valido para retener el cargo.
El exceso de velocidad al volante no es el único asunto espinoso que ha encarado Baltar en el último mes. Han trascendido más multas por conducir vehículos oficiales y EL PAÍS publicó hace solo unos días que el dirigente del PP había nombrado a dedo tribunales de oposición con cargos del partido que adjudicaron plazas de la Diputación en propiedad a candidatos suyos en las municipales. Este tipo de prácticas han estado siempre en el foco desde que esta familia dirige la institución provincial. Buena parte de su plantilla está vinculada al PP.
El líder del PP gallego, Alfonso Rueda, defiende que Baltar es “un ejemplo de generosidad”. “Todos los ciclos tienen un principio y un final, y el propio Baltar decidió que este era el momento de dejar paso a otros compañeros en la diputación provincial”, ha afirmado Rueda tras conocer su renuncia. Ha bendecido el fin de “su etapa en la política local”, que ha calificado de “larga y fructífera”. Según el presidente de la Xunta, Baltar seguirá trabajando estos días para que el PP conserve el poder en la Diputación de Ourense.
El barón del PP de Ourense comunicó a las 12.30 por teléfono su marcha al candidato de su partido a la alcaldía de Ourense, Manuel Cabezas, un político que ya fue regidor de la ciudad en el pasado y rival interno de la familia Baltar. Cabezas ha aplaudido la retirada del dirigente popular y la ha atribuido a una “decisión personal”: Le honra desde el punto de vista personal y político, se lo he dicho. Creo que ha hecho un trabajo en los últimos años en la Diputación muy importante y muy serio”.
El PSOE cree que Baltar es solo “la punta del iceberg”
Los socialistas celebran la marcha de Baltar y la explican como el resultado de sus denuncias y “minuciosa fiscalización” a lo largo de los años. El PSdeG de Ourense no se conforman, sin embargo, con esta dimisión: “Manuel Baltar es la punta del iceberg de una gran trama política que ocupa nuestra provincia desde hace tres décadas”.
Mientras se produce este histórico paso atrás de Baltar, sigue sin estar claro quién gobernará la provincia y su capital. El sábado se constituirá la corporación municipal de Ourense con Jácome como candidato más votado. Si PP, PSOE y BNG no se unen para impedirlo (los populares han ofrecido un gobierno tripartito a socialistas y nacionalistas este mismo miércoles), él repetirá como alcalde. También tiene la llave de lo que pueda ocurrir después en la Diputación. El PSOE ha asegurado que aspira a desbancar al PP del gobierno provincial que la derecha dirige desde siempre, pero se niega a hacerlo mediante un acuerdo explícito con Jácome.
La Diputación de Ourense es la única que ha gobernado el PP en Galicia desde 2015. Tras el 28-M, los populares gallegos han recuperado por sorpresa la institución provincial de Pontevedra, que en los dos últimos mandatos presidió la socialista Carmela Silva.