Feijóo: “Los que van a perder la Champions están dispuestos a decir que son más que el ganador. Es una Champions trucada, como siempre”

El líder del PP cierra la campaña en A Coruña cargando contra la izquierda, “que no sabe irse”

El candidato a la presidencia del Gobierno, por el Partido Popular PP, Alberto Nuñez Feijóo, durante el mitin de fin de campaña celebrado en la explanada de Palexco en A Coruña. Foto: ÓSCAR CORRAL | Vídeo: EPV

Quince meses después de su llegada a la presidencia del PP, Alberto Núñez Feijóo ha llegado al final del camino. Sonaba The final Countdown, mítica canción de los ochenta sobre una cuenta atrás, cuando el líder del PP subió a la tarima para su último mitin de campaña de las elecciones generales, ante varios miles de simpatizantes junto al puerto de A Coruña. Con un viento fresco que nada se parecía a la temperatura de “el Mediterráneo, en Huelva”, donde había estado por la mañana, dijo equivocándose con la geografía (estuvo en Málaga), Feijóo se mostró eufórico sobre sus posibilidades d...

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Quince meses después de su llegada a la presidencia del PP, Alberto Núñez Feijóo ha llegado al final del camino. Sonaba The final Countdown, mítica canción de los ochenta sobre una cuenta atrás, cuando el líder del PP subió a la tarima para su último mitin de campaña de las elecciones generales, ante varios miles de simpatizantes junto al puerto de A Coruña. Con un viento fresco que nada se parecía a la temperatura de “el Mediterráneo, en Huelva”, donde había estado por la mañana, dijo equivocándose con la geografía (estuvo en Málaga), Feijóo se mostró eufórico sobre sus posibilidades de convertirse en presidente. Su único temor, por lo que expresó, es que la izquierda le arrebate la posibilidad de gobernar sumando una mayoría alternativa. “Nos queda la final. Hemos ganado la Liga, la Copa y ahora toca la Champions”, dijo con símil futbolístico antes de cargar contra el bloque progresista: “Los que van a perder la Champions están dispuestos a sumar todos los puntos para decir que son más los que ha cosechado el ganador. Es una Champions trucada, como siempre”.

Feijóo ha evitado en su discurso comprometerse a formar un Gobierno en solitario, consciente de que uno de los escenarios es tener que pactar con Vox, aunque ha dicho llegar libre de acuerdos previos. “Me comprometo a saber estar. No tengo deudas ni pactos con nadie. No tengo que estar sometido a nadie, solo a los españoles”, ha enfatizado antes de volver a cargar contra la izquierda, que “no sabe irse”. El líder popular tampoco ha querido ponerse a sí mismo ningún listón, y no ha hablado de mayorías holgadas ni suficientes. Feijóo contiene las expectativas en sus últimos mensajes, por lo que pueda pasar.

El líder del PP ha tenido una última semana de campaña aciaga. Pareciera como si todo le hubiera salido mal desde el primer patinazo el lunes a primera hora en TVE. Ese día, Feijóo se enredó en un enfrentamiento con la periodista Silvia Intxaurrondo, que le rebatió su afirmación falsa de que el PP siempre ha revalorizado las pensiones con el IPC, en un traspié que algunas fuentes en Génova atribuyen a que el político gallego es más nocturno que diurno, y está menos lúcido a primera hora. El problema del choque en esa entrevista madrugadora, en el que el candidato llegó a retar a Intxaurrondo a rectificar en directo, cuando era él el equivocado, es que permitió a la izquierda salir del marco del cara a cara y agitar otra de las “mentiras de Feijóo”. Pero también impidió al PP colocar su mensaje durante 48 horas: las que tardó el líder en reconocer que la periodista estaba en lo cierto.

El líder del Partido Popular y candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, durante el acto de cierre de campaña del PP.ÓSCAR CORRAL

Después del incidente en TVE, llegó el viejo problema de su amistad con el narcotraficante Marcial Dorado, que revivió agitado por la líder de Sumar, Yolanda Díaz. “En aquel momento era contrabandista, cuando yo lo conocí. Contrabandista, nunca narcotraficante”, se trató de excusar el viernes Feijóo, incapaz de quitarse de encima un asunto que lo persigue desde hace tres décadas. Y por si fuera poco, la ausencia en el debate de TVE del miércoles, al que el líder del PP no acudió para que no se evidenciara que forma un bloque con Vox, pero que le granjeó también críticas por su incomparecencia. Algunos dirigentes populares lamentaban ese día la “oportunidad innecesaria” que la ausencia del líder dio a Santiago Abascal.

Pese a todo, en el equipo directo de Feijóo aseguran que sus trackings internos no han detectado ninguna bajada significativa en esta última semana, aunque sí admiten una caída desde el cara a cara, cuando notaron una subida que los catapultó, sostienen, hasta los 159 escaños. Ahora, en el final de campaña, el equipo de Feijóo afirma que sus datos internos los elevan hasta 155 diputados y, junto a la treintena que aseguran que consigue Vox, la mayoría para desalojar a Pedro Sánchez de La Moncloa está asegurada. El escenario de tener que formar un Gobierno con la extrema derecha, que el candidato no ha descartado, está perfectamente asumido en el PP. Con todo, los populares contienen el aliento en las últimas horas hasta las elecciones con un temor: la posibilidad de que se produzca un bloqueo por un resultado demasiado ajustado. “No os olvidéis de que nos jugamos mucho”, advirtió Feijóo a los suyos en A Coruña, antes de prometer que dará lo mejor de sí si los españoles le dan la confianza, 15 meses después de comenzar su viaje desde la presidencia del PP. “Si hay que partirse el lomo por España, lo haré”.

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