El tiempo el día de las elecciones: a votar, mejor con abanico

Tras dos días de breve tregua, el calor intenso volverá a arreciar el fin de semana en España, que celebra sus primeras elecciones de la democracia en plenas vacaciones de verano. El sábado, jornada de reflexión, se espera un pequeño repunte en las temperaturas, aunque todavía estarán en torno a lo habitual, pero el domingo el calor redoblará su apuesta...

Tras dos días de breve tregua, el calor intenso volverá a arreciar el fin de semana en España, que celebra sus primeras elecciones de la democracia en plenas vacaciones de verano. El sábado, jornada de reflexión, se espera un pequeño repunte en las temperaturas, aunque todavía estarán en torno a lo habitual, pero el domingo el calor redoblará su apuesta, por lo que “la jornada electoral será más cálida de lo habitual en el tercio oriental, donde los termómetros en algunas zonas marcarán valores entre 5° y 10° grados superiores a los normales”, avanza Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). “Apenas si habrá lluvias, aunque por la tarde podrían formarse tormentas secas en el interior oriental de la Península”, completa el panorama. Se esperan más de 35° en amplias zonas del este, sur y centro de la Península y en Baleares y entre 38° y 40° en zonas de Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía, que se superarán en puntos del valle del Guadalquivir.

En general, el día en el que 35,4 millones de españoles están llamados a votar ―de los que dos millones y medio lo hicieron ya por correo― predominarán “los cielos poco nubosos o despejados en la mayor parte del país, con tiempo estable y seco, típico de la época del año”, aunque un frente atlántico rozará el tercio norte de la Península, por lo que habrá “más nubes en Galicia y comunidades cantábrica, con algunas precipitaciones débiles”. Por la tarde, podrán formarse tormentas secas en zonas montañosas del este de la Península, que dejan poca o nada de lluvia, pero que generan rachas de viento que pueden ser muy intensas.

En cuanto a las temperaturas, Del Campo recuerda que “estamos en plena canícula, el periodo en el que se alcanzan las temperaturas más altas”. Aunque abarca desde el 15 de julio al 15 de agosto, estadísticamente el 23 no es de los peores días, que se concentran del 28 al 31 de julio. “Tanto las temperaturas nocturnas como diurnas experimentarán un ascenso generalizado, más notable en el nordeste peninsular y en Baleares”, por lo que será un día caluroso en buena parte del país, “incluso más cálido de lo normal, con los valores entre 5° y 10° por encima del promedio, en Navarra, La Rioja, buena parte de Aragón, interior de la Comunidad Valenciana y puntos de Andalucía y de Mallorca.

Hay aviso naranja, el segundo de una escala de tres, en Andalucía, Aragón y Navarra, mientras que es amarillo, el mínimo, en Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad de Madrid, País Vasco, La Rioja y Comunidad Valenciana. En Murcia, Andalucía, Aragón y Castilla-La Mancha, aviso amarillo por tormentas.

Por zonas, en las comunidades cantábricas el ambiente será más suave, con temperaturas de 23° a 28° en ciudades como Bilbao, Santander y Oviedo. En la meseta norte, los termómetros rondarán los 33° a primeras horas de la tarde en Valladolid y Salamanca. En el valle del Ebro, calor más intenso, con de 37° a 39° en Logroño y Zaragoza. En la costa mediterránea, hará 30°/32° en Barcelona, Valencia y Castellón, con sensación de bochorno, y hasta 34° en Palma de Mallorca o Almería.

El Guadalquivir, la parte más oriental de Andalucía y el sur de Castilla-La Mancha serán las zonas más calurosas del país para ir a votar, con temperaturas a primeras horas de la tarde de entre 39° y 41° en ciudades como Sevilla, Córdoba, Granada y Ciudad Real. Hará calor también en la zona centro, con 36° en Madrid y hasta 38° en Toledo, y un ambiente suave en Canarias, con 25° en Las Palmas y 28° en Santa Cruz de Tenerife.

Un buen consejo es ir a votar a primeras horas de la mañana, con la fresca. “Los colegios electorales abrirán con entre 12° y 16° en las comunidades cantábricas y la Meseta norte y de 18° a 22° en el resto del interior peninsular. A orillas del Mediterráneo, en cambio, ya se superarán los 25° desde primeras horas”, detalla el portavoz de Aemet.

Ante estas previsiones y la ausencia de medidas en plan nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperatura sobre la salud, que no contempla qué hacer en jornadas electorales, muchos municipios, salvo los del País Vasco y Cantabria, donde el ambiente es suave, han decidido poner ventiladores o aparatos de aire acondicionado en los colegios, por ejemplo el de Torrejón de Ardoz (Madrid), que ha distribuido 250 aparatos en sus 16 centros de votación. También darán 6.000 botellas de agua y 600 abanicos a los integrantes de las mesas y los trabajadores.

En la capital, la Delegación del Gobierno ha comprado 2.700 ventiladores, dispensadores de agua y alargadores, que serán repartidos por el Ayuntamiento en los 1.070 centros de votación. En el caso de Albacete, el Consistorio ha adquirido 150 ventiladores para 30 de los 42 colegios que no tenían, mientras que el de Ciudad Real ha alquilado 30 equipos de climatización. El Ayuntamiento de Barcelona se ha provisto de ventiladores y de 18.000 botellines de agua.

En San Sebastián de los Reyes (Madrid), el Ayuntamiento ha climatizado con ventiladores y aires acondicionados portátiles todos los centros de votación y suministrará agua, refrescos, desayuno y almuerzo a los miembros de las mesas electorales, Policía Local y Nacional y otros trabajadores de la administración. Los ayuntamientos de muchas ciudades andaluzas, entre ellos los de Sevilla y Granada, han previsto medidas similares y para recordar precisamente que los colegios andaluces no tienen aire acondicionado y que sigue sin cumplirse la Ley de Bioclimatización. La plataforma Escuelas de Calor ha pedido a los votantes de la región que acudan a votar con una camiseta amarilla.

Una vez cumplido el deber con las urnas, el lunes poselectoral los resultados se digerirán en una jornada en la que no se esperan grandes cambios en las temperaturas, “salvo en el norte, donde bajarán”.