Ir al contenido

Guardiola evita riesgos en la recta final de la campaña y deja la silla vacía en el debate electoral

Las encuestas del partido colocan a los populares al filo de los 33 escaños, pero la candidata del PP apenas concede entrevistas y reduce los actos de campaña

No. No tuvo ningún acto. María Guardiola desapareció este miércoles de la campaña electoral de Extremadura. La candidata del PP se esfumó de los mitines y eventos oficiales. Es más, este jueves se celebrará en la sede de RTVE de Mérida el segundo y último debate, pero la baronesa popular dejará su silla vacía. Sí acudirán el resto de candidatos: Miguel Ángel Gallardo, del PSOE; Irene de Miguel, con Unidas por Extremadura; y Óscar Fernández, de Vox. Se emitirá a las 21.45 y será moderado por el periodista Xabier Fortes. Los populares barajaron enviar a otro representante, pero fue rechazado por...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

No. No tuvo ningún acto. María Guardiola desapareció este miércoles de la campaña electoral de Extremadura. La candidata del PP se esfumó de los mitines y eventos oficiales. Es más, este jueves se celebrará en la sede de RTVE de Mérida el segundo y último debate, pero la baronesa popular dejará su silla vacía. Sí acudirán el resto de candidatos: Miguel Ángel Gallardo, del PSOE; Irene de Miguel, con Unidas por Extremadura; y Óscar Fernández, de Vox. Se emitirá a las 21.45 y será moderado por el periodista Xabier Fortes. Los populares barajaron enviar a otro representante, pero fue rechazado por el resto de formaciones. O Guardiola o nadie. Y el PP se mantuvo en sus trece.

Esta estrategia de los populares contrasta con las encuestas diarias que manejan a nivel interno donde, según fuentes del PP extremeño, este miércoles ya se situaban en 32-33 escaños. Aunque el propio líder popular, Alberto Núñez Feijóo, se ha dedicado estos días a rebajar expectativas con la mayoría absoluta, con esos datos estarían muy cerca (33 diputados). “Lo estamos rozando”, apunta por teléfono un alto cargo del partido en la región. “El 33 puede caer”. En la encuesta de 40dB. para EL PAÍS del pasado lunes, la candidata del PP alcanzaría el 38,8% de los votos, lo que supondría 30 escaños.

Con los datos demoscópicos que manejan los partidos, la amplitud de la victoria será la noticia sobre la que girará el debate tras el cierre de las urnas el domingo. Con este escenario, el equipo de campaña de Guardiola ha decidido que no acuda al debate con los candidatos de los principales partidos y apenas conceda entrevistas en la campaña, entre ellas, la que le ha ofrecido este periódico. Este miércoles, incluso, enviaron al número ocho de la lista por Cáceres para el programa matutino de Juan Ramón Lucas en Radio Nacional de España. “La presidenta ha declinado participar”, dijo el presentador. Ha sido la única candidata que ha rechazado acudir a la radio pública. Lucas preguntó por ello al enviado del PP, José Ángel Sánchez Juliá:

—¿Por qué?

—Participa en las desconexiones territoriales. Lo importante es el proyecto.

Esta respuesta contrasta también con la Guardiola de 2023, cuando era una candidata que buscaba atraer el foco de los medios autonómicos y nacionales y no paraba de pedir debates electorales al entonces presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. E incluso fuera de campaña, como en enero de 2023, cuando aún faltaban cinco meses para las elecciones autonómicas que la auparon —tras perder los comicios y pactar con Vox— como la primera presidenta autonómica extremeña.

“[Pido] un debate para que expliquemos qué vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer, punto por punto, sin intermediarios, sin propaganda y sin excusas”, dijo en enero de 2023. “La mayoría absoluta [que por entonces tenía el PSOE y es a lo que ella aspira ahora] no es un privilegio, sino una oportunidad”. Y, tras no realizarse, soltó: “Me parece indecente”. Dos años después, la estrategia de Guardiola es otra.

La candidata ha querido marcar un perfil propio en esta campaña en la que Alberto Núñez Feijóo ha participado en actos sin Guardiola. Una imagen que contrasta con las visitas del resto de presidentes nacionales a municipios y capitales de Extremadura. Cada vez que ha venido Pedro Sánchez, ha estado Miguel Ángel Gallardo. Lo mismo ha sucedido con Santiago Abascal. E incluso con Unidas por Extremadura, con la visita del coordinador de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, o la secretaria general de Podemos, Ione Belarra. Guardiola, no.

Ha apostado por hacer más fuerte al secretario general del PP extremeño y actual vicepresidente de la Junta, Abel Bautista. Bautista es una figura en alza dentro de los populares tras su gestión al frente de los graves incendios que azotaron el norte de Cáceres el pasado verano.

“Hemos hecho una campaña de continuidad”, cuentan fuentes del PP extremeño sobre la relajación de la agenda de campaña de la candidata a la reelección, que ha fiado la mayoría absoluta a su marca personal. Los sobres electorales que llegan a los buzones de los extremeños no cuentan con el sello de los populares en la parte frontal. Sale una imagen de Guardiola junto a su nombre, en grande.

“Muchos nos dicen que van a votar a María, no al PP”, apunta otro alto cargo del partido. Una estrategia similar a la de Alberto Núñez Feijóo durante sus años al frente de la Xunta de Galicia, donde primaba el nombre por encima de las siglas para así arañar votantes socialistas. A fin de cuentas, Extremadura ha sido un territorio teñido de rojo. Aquí han gobernado 36 de los últimos 42 años.

¿Tiene sentido ausentarse del último debate de campaña donde se pueden rascar unos votos clave? “Faltar al debate es un error”, cuenta por teléfono el politólogo Pablo Simón. “Existe un 11% de votantes socialistas que se pueden ir al PP el domingo, según las encuestas”, observa. “Y esos potenciales votantes tienen más probabilidad de ver TVE que cualquier otra cadena. Tienes un caladero de votos que puedes morder. Y dejas todo el espectro de la derecha a Vox”.

Ausentarse de un debate electoral no es ninguna novedad. Isabel Díaz Ayuso o José Luis Martínez-Almeida lo hicieron también en las pasadas elecciones autonómicas y locales de Madrid y alcanzaron la mayoría absoluta para el PP. E incluso Alberto Núñez Feijóo rechazó también el último en las pasadas generales. “Para bien o para mal, acudir a los debates no está regulado”, explica Elisa de la Nuez, abogada del Estado y secretaria general de la Fundación Hay Derecho. “Se habla mucho de regular los debates electorales en España, pero los políticos no terminan de hacerlo. Esta vez ha sido Guardiola. Los políticos están más cómodos así”.

“La decisión es coherente con la lógica del favorito en unas elecciones”, dice Gustavo García Espejo, consultor político y de comunicación, que ha trabajado en campañas nacionales, regionales y locales en España y México. “Minimiza riesgos, especialmente con un PSOE que les está haciendo la campaña. El PP ya ha hecho su trabajo; ahora toca no estropearlo y la mejor decisión de campaña que pueden tomar es irse de vacaciones”.

El politólogo César Calderón opina lo contrario. “Debe estar muy segura de que va a alcanzar la mayoría absoluta, ya que parece dispuesta a pagar el coste simbólico de que la acusen de arrogancia o cobardía antes que cometer un error”, dice. “Si logra el escaño 33 el domingo, podremos afirmar que mereció la pena. Si se queda a las puertas, su suerte dependerá de Vox y ni el adelanto electoral ni su estrategia de campaña habrán servido para nada”.

Este viernes, por si acaso, el PP también cerrará la campaña electoral de una manera distinta. No habrá sillas en el último mitin de Badajoz. Los populares celebrarán una “zambomba flamenca”. Una especie de fin de fiesta anticipado con 11 artistas extremeños. Y allí, por cierto, sí ha anunciado su presencia Guardiola.

Sobre la firma

Más información

Archivado En