PP y Ciudadanos rechazan formar un cordón sanitario contra Vox en el Parlament

Los partidos independentistas, el PSC y los comunes estudian fórmulas para aislar al partido de extrema derecha

Salvador Illa en la sede del PSC celebra la victoria con el resto de su partido. En la imagen Illa con Eva Granados.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)

El PSC, los partidos independentistas y En Comú Podem están intentando alzar un cordón sanitario a Vox en el Parlament. El partido de ultraderecha se ha convertido en la cuarta fuerza catalana al lograr 11 diputados (sobre 135) el 14-F. Los socialistas difundieron el miércoles su propuesta de bloqueo y ERC, Junts, la CUP y los comunes se reunieron por su lado para abordar la estrategia. PP y Cs rechazan cualquier fórmula que busque si...

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El PSC, los partidos independentistas y En Comú Podem están intentando alzar un cordón sanitario a Vox en el Parlament. El partido de ultraderecha se ha convertido en la cuarta fuerza catalana al lograr 11 diputados (sobre 135) el 14-F. Los socialistas difundieron el miércoles su propuesta de bloqueo y ERC, Junts, la CUP y los comunes se reunieron por su lado para abordar la estrategia. PP y Cs rechazan cualquier fórmula que busque silenciar a la extrema derecha. Mientras, el PSC planteó ayer que Eva Granados presida la Cámara.

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Todos los partidos, salvo PP y Cs, quieren aislar a Vox, aunque ayer no dieron imagen de unidad ni precisaron cómo hacerlo. El PSC fue el primero en divulgar un plan que pasa por sumar fuerzas y evitar que los diputados de Vox presidan comisiones o comprometerse a que nadie firme sus propuestas de resolución. La CUP, dispuesta a tener una silla en la Mesa para frenar al partido de extrema derecha, asegura que promovió una reunión con Junts, ERC y los comunes para iniciar la “acción antifascista” en el Parlamento catalán y que el PSC rechazó participar.

Anticapitalistas y republicanos afearon la postura de los socialistas mientras que los comunes pidieron una reunión conjunta y pactar una estrategia y evitar la “confrontación política”. ERC, además, dijo impulsar un “pacto antifascista” con Junts y ERC sin citar a En Comú Podem. Alicia Romero, del PSC, replicó que fueron avisados con poco tiempo y sin aclarar que era para abordar el veto. Elsa Artadi, de Junts, abogó por un acuerdo mayoritario. “Hay que silenciar al máximo el discurso del odio”, dijo la diputada, que quiere consensuar medidas distintas a las del Congreso, en cuya Mesa figura Vox tras la falta de acuerdo entre PSOE y PP. Junts querría que por coherencia el veto se trasladara al Congreso.

El PP y Ciudadanos rechazan cualquier cordón. Alejandro Fernández, líder del PP catalán, ironizó con que desaparecerá en cuando Pedro Sánchez necesite los votos de Vox: “Denunciada la hipocresía del PSOE, no participaremos de ningún cordón sanitario a nadie. El límite lo pone la ley de partidos”. Ciudadanos ya dejó claro el pasado lunes que no era partidaria de vetos a la extrema derecha. “Los cordones sanitarios nos parecen una idea bastante antidemocrática. No somos partidarios de un cordón sanitario a Vox como no somos partidarios de hacerlos a otros partidos, incluso a un partido en nuestras antípodas como la CUP”, explicó en Catalunya Ràdio el diputado Nacho Martín Blanco. “Tenemos que ver cada una de sus propuestas y a partir de ahí, ir fijando nuestra relación con Vox y con el resto de partidos”.

Mientras, las negociaciones entre ERC y Junts per Catalunya para formar Gobierno avanzan con discreción mientras las asambleas de la CUP debaten si deben implicarse en las instituciones. El PSC, que ha mantenido dos reuniones con los comunes, anunció ayer que Eva Granados, número dos de Salvador Illa el 14-F, se postula para presidir la Cámara. Sus opciones pasan por un difícil acuerdo con Esquerra o Junts.

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