Barcelona, barrios donde ganan la abstención y el PSC
Los socialistas consiguen ser la primera fuerza política en 46 barrios
El PSC fue el pasado domingo el claro vencedor de los comicios en la ciudad de Barcelona. Los socialistas consiguieron ser la primera fuerza política en 46 de los 73 barrios de la ciudad. Junts consiguió la victoria en 16 barrios mientras que...
El PSC fue el pasado domingo el claro vencedor de los comicios en la ciudad de Barcelona. Los socialistas consiguieron ser la primera fuerza política en 46 de los 73 barrios de la ciudad. Junts consiguió la victoria en 16 barrios mientras que ERC fue la primera fuerza en 11. Atrás quedaron las elecciones de diciembre de 2017 cuando Ciudadanos se impuso por primera vez en la capital catalana y en 36 barrios mientras que el PSC, entonces, no consiguió ser la fuerza más votada en ninguno de los barrios.
En la ciudad de Barcelona la participación el pasado fomingo fue del 57,13% y tras PSC, ERC y Junts la cuarta fuerza fueron los Comuns seguida de Vox y la CUP. Aún así, no todos los barrios se comportaron siguiendo el mismo comportamiento.
La Marina del Prat Vermell fue el barrio donde menos vecinos acudieron a votar. Sólo el 27,5% de los llamados a las urnas fueron a los colegios electorales. EL PAÍS recorrió ayer las principales arterias del barrio. De hecho, las formaciones políticas colocaron muy poca propaganda en las farolas de una de las zonas menos habitados de la ciudad. Tan solo algún cartel con el rostro de Jéssica Albiach en la plaza de la Marina de Sans. “¿Votar? ¿para qué? Si son todos el mismo perro con diferente collar”, comenta un anciano que no quiere revelar su identidad mientras señala al chucho que pasea junto a él. De la decena de vecinos preguntados en el paseo de la Zona Franca, calle Ferrocarriles Catalanes y Mare de Deu del Port nadie había ido a votar. De hecho el PSC consiguió ser la primera fuerza política con solo 89 votos seguida de En Comú Podem con 41 y Vox con 36. Abdo Florencio, presidente de la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de La Marina del Prat Vermell, atribuye la baja participación en el barrio, al envejecimiento de los vecinos. “La covid ha hecho estragos en el barrio y la gente tiene miedo al contagio”, lamenta. “Tenemos una población mínima pero esto va a cambiar. Dentro de unos años va a crecer mucho la población en la zona precisamente por aquí es por donde crecerá Barcelona. Ya no será gente mayor con ideología más ancladas en el pasado y esto hará, sin duda, que cambié el color político que se vote en el barrio”, advierte.
Si seguimos los dictados de la estadística, en Ciutat Meridiana es donde el PSC ha obtenido un porcentaje mayor de votos, el 44,7%. En 2017 Ciudadanos fue la fuerza más votada llegando a sobrepasar el 39% de los votos en este barrio limítrofe de la ciudad. De hecho, el PSC ha arrasado en el distrito de Nou Barris. Aunque la ultraderecha de Vox se posiciona como segunda fuerza más votada tanto en Ciutat Meridiana como en el barrio vecino de Torre Baró.
En Ciutat Meridiana una de las plazas centrales de este sube y baja de calles repletas de edificios es la Plaza Roja. Allí, desde los años 80 arreglan coches en el taller Ciudad Meridiana. Su dueño es uno de los que no han votado. “Soy diabético y tengo una hija de riesgo. Ni me he acercado al colegio. Y aquí en el barrio lo han hecho muy pocos”, asegura. En la calle les Agudes la dependienta de la Farmacia Ferriol admite que es la primera vez que no acude a votar: “Esta vez no tocaba. Con una pandemia ¿Pero que se han creído estos políticos?”. En este barrio, la mayoría de comercios los regentan migrantes que poco o nada saben de los comicios del pasado domingo. Un cartel con el rostro de Salvador Illa en la calle Rasos de Peguera es de los pocos signos que quedan de la celebración de elecciones. Fili Bravo es el presidente de la asociación de vecinos de Ciutat Meridiana. No le extraña que la segunda fuerza más votada en el barrio sea Vox: “Debo reconocer que hay vecinos que llegaron aquí procedentes de otros puntos de España desde hace décadas y que en muchas ocasiones no se han adaptado. Además, tienen una forma de ser y pensar, vamos a llamarla, extraña”. Bravo asegura que en el barrio históricamente ha ganado el PSC y la segunda fuerza era el PP. “Además, hay racismo en muchos vecinos. En Francia también pasa que en lugares pobres existe la torpeza de votar a la ultraderecha”, lamenta. A Bravo tampoco le sorprende la escasa participación: “Somos de Barcelona pero solo por el nombre. Los políticos solo vienen aquí cuando hay elecciones y ya no les ves más. Somos uno de los barrios con la renta más baja. Nos tienen dejados de la mano de dios. Además, hay gente mayor que con el covid no salen de casa y, claro, no han ido a votar”.
En la otra cara de la moneda está la Vila Olímpica, el barrio con mayor participación de la ciudad. El 73,5% de los vecinos llamados a votar el domingo acudieron a su cita con las urnas. El partido más votado el domingo en este barrio construido en 1992 fue el PSC (23,9%) seguido de Junts (21,8%), ERC (16%), En Comú Podem (10,4%), la CUP (7,4%), C’s (6,7%) y Vox (4,9%).
El presidente de la asociación de vecinos de Vila Olímpica, Jordi Giro, asegura que ya desde la creación del barrio ha habido altos grados de participación en todos los comicios. “Puede que sea porque en esta ocasión se ha habilitado un tercer colegio electoral y los vecinos se han sentido seguros. También quiero pensar que los vecinos están muy acostumbrados a que se les pregunte. Nosotros desde la asociación hemos preguntado por qué opciones preferían para reformar la avenida Icaria o cuando nos abrieron el Hostel en el barrio”, advierte. Respecto a los colores políticos Giró advierte que desde el principio aparecieron muchos vecinos que “creían en el municipalismo y eso estaba muy ligado al PSC aunque ha habido cambios de tendencias”.