¿Quién va a ganar las elecciones en Cataluña? Así han cerrado las encuestas del 14-F

El ascenso de Junts añade dudas: reduce las opciones para una suma de izquierdas y deja en el aire el primer puesto

Las últimas encuestas de las elecciones catalanas mantienen un triple empate entre el PSC (que ronda el 22% de votos), Junts per Catalunya (20-21%) y ERC (20%), con tendencias diferentes para cada partido. Los socialistas han frenado su crecimiento y ERC sigue a la baja; pero Junts per Catalunya no ha dejado de subir y a falta de una semana —en la que no podemos difundir nuevos sondeos— amenaza a ERC y el PSC con superarles.

Las últimas encuestas también han hecho retroceder al PP y a Ciudadanos, para elevar a Vox y la CUP. Hay cinco partidos entre el 5% y el 9% de votos, de manera que ...

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Las últimas encuestas de las elecciones catalanas mantienen un triple empate entre el PSC (que ronda el 22% de votos), Junts per Catalunya (20-21%) y ERC (20%), con tendencias diferentes para cada partido. Los socialistas han frenado su crecimiento y ERC sigue a la baja; pero Junts per Catalunya no ha dejado de subir y a falta de una semana —en la que no podemos difundir nuevos sondeos— amenaza a ERC y el PSC con superarles.

Las últimas encuestas también han hecho retroceder al PP y a Ciudadanos, para elevar a Vox y la CUP. Hay cinco partidos entre el 5% y el 9% de votos, de manera que acertar sus posiciones será prácticamente una casualidad.

Estamos ante unas elecciones inciertas que se decidirán por movilización. Sería así aunque no hubiese pandemia (en 2017 votó el 80% de la gente, una cifra extraordinaria). Pero el virus ha añadido una dosis de excepcionalidad: las últimas encuestas publicadas pronostican menos del 60% de participación. Es una cifra totalmente distinta a la de hace cuatro años, pero también alejada de las de 2015 (75%) y 2012 (68%).

La subida de Junts se explica en parte por esa depresión de la participación: es el partido al que menos le afecta. Como dije el domingo, la formación de Laura Borràs tiene menos votantes indecisos y muchos simpatizantes que irán a votar “con toda seguridad”. Los votantes independentistas parecen más activados. Y también les favorecen las tendencias —las subidas de Junts y la CUP compensan la bajada de ERC—, de manera que en el promedio de sondeos la suma de sus votos supera el 48%, lo que supondría mejorar ligeramente su resultado de 2017.

Esos movimientos también han cambiado los pronósticos de posibles mayorías.

Una o dos mayorías posibles

La negociación del próximo Gobierno catalán parece que dependerá de dos resultados todavía inciertos: primero, saber quién se impone entre ERC y Junts; y segundo, saber qué combinaciones de partidos alcanzarán los 68 escaños de la mayoría.

La primera cuestión nos dirá quién tiene más opciones de presidir la Generalitat si hay un acuerdo entre independentistas: Borràs parece ir delante, pero su ventaja sobre Pere Aragonès es mínima. Varios sondeos recientes colocan a Junts con 32-34 escaños, aunque PSC y ERC rondan los 30-32 y esa distancia apenas es significativa. (Cabe recordar que a igualdad de votos, lo normal es que el PSC tenga menos escaños porque es fuerte en la provincia de Barcelona, que reparte menos diputados por votante).

Con estas cifras de escaños, ¿qué pasa con las mayorías? Todavía hay dos alternativas, pero ha habido cambios en sus probabilidades.

Sigue siendo muy probable que los partidos independentistas sumen escaños para gobernar. ERC y Junts no parece que vayan a bastarse solos, pero con la CUP se van por encima de 70 diputados y podrían pactar Gobierno y president. La alternativa sigue siendo un acuerdo de izquierdas, entre PSC, ERC y En Comú Podem, que todavía suman 68 escaños en casi todos los sondeos. Sin embargo, la opción de que no lleguen es ahora más probable que hace un mes.

Esto deja dos escenarios principales para el lunes. En uno, solo suman los independentistas y la presidencia se decidirá seguramente con el duelo de escaños entre ERC y Junts. En el otro, la izquierda también sumaría y habría dos mayorías alternativas, pasando ambas por ERC. El poder negociador de ese partido sería algo mayor, aunque creo que el resultado más probable seguiría siendo un Gobierno independentista liderado por el partido ganador.

Por último, quiero acabar con una advertencia: estamos ante unas elecciones de encuestas débiles. Primero, porque se han publicado pocas. Segundo, porque la convocatoria ha sido accidentada y los votantes se han movilizado tarde y poco. Y tercero, porque estamos en mitad de una pandemia. En las últimas elecciones catalanas publiqué una predicción sofisticada basada en probabilidades, pero este año he decidido no hacerlo porque tengo menos confianza en las encuestas.

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