Un barón por delante de Ayuso y por detrás de Feijóo

El presidente andaluz bate todos los récords de la derecha en su región y se sitúa como el barón más importante para el futuro del PP

Juan Manuel Moreno celebra la histórica victoria en Andalucía, este domingo en Sevilla.Foto: ALEJANDRO RUESGA | Vídeo: EPV
Madrid -

Juanma Moreno hijo tiene ahora 12 años, apoya lógicamente la carrera política de su padre, con la suelta electoral de búhos o tortugas, pero ya no acude a los mítines, como sí hizo al comienzo, cuando Juan Manuel Moreno Bonilla padre se estrenó en 2015 en aquella su primera campaña. Entonces, en un acto en el auditorio García Lorca de Granada, el chaval, que tenía cinco años, alucinó con el espectáculo de luces y sonido que observó sobre el escenario con su padre desat...

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Juanma Moreno hijo tiene ahora 12 años, apoya lógicamente la carrera política de su padre, con la suelta electoral de búhos o tortugas, pero ya no acude a los mítines, como sí hizo al comienzo, cuando Juan Manuel Moreno Bonilla padre se estrenó en 2015 en aquella su primera campaña. Entonces, en un acto en el auditorio García Lorca de Granada, el chaval, que tenía cinco años, alucinó con el espectáculo de luces y sonido que observó sobre el escenario con su padre desatado implorando el voto. A la salida le preguntó: “¿Por qué gritas tanto?” y, sobre todo, “¿Eres el jefe?”. Juanma hijo tiene claro hace tiempo que su padre es algo más que el jefe, y solo acepta alguna disputa de su liderazgo cuando se habla de tenis, su gran afición, y de Rafa Nadal.

El líder del PP y presidente de la Junta de Andalucía no solo destrozó este 19-J todos los techos y récords de la derecha y su partido en su comunidad. Acertó al ignorar el maleficio de un adelanto electoral en pleno verano. Gobernará sin ataduras para prepararse ante el previsible y crítico escenario económico y se sitúa como nadie a la diestra de Alberto Núñez Feijóo como el gran barón popular y el mejor ubicado para pujar por el incierto futuro.

Juanma Moreno ya no grita. Ahora es todo templanza, moderación, un tipo al que hasta sus adversarios le reconocen educado. Ni da miedo, ni usa gomina, ni monta con botos a caballo. Un importante rival del PSOE andaluz, ahora en el ostracismo, lo resume así: “El niño ha colocado bien el cartel y el marco mental de buen yerno, y ese voto útil para frenar a Vox lo ha catapultado”.

Moreno tiene ya 52 años y lleva 27 en todo tipo de cargos políticos. Fue concejal en su Málaga capital, presidente provincial, regional y nacional de Nuevas Generaciones, diputado autonómico y nacional, senador, secretario de Estado de Servicios Sociales, líder de la oposición y presidente de la comunidad desde 2018, cuando soportó haber dejado al PP de Andalucía en su peor suelo de votos con solo 26 escaños. Luego logró gobernar gracias a un diputado clave que se agenció Ciudadanos casi en el último minuto, precisamente en su ciudad.

Es el modelo de carrera de gestión previsible y de corredor de fondo que cautiva a Feijóo, frente a la explosiva confrontación de la madrileña Isabel Díaz Ayuso. La mayoría absoluta de Moreno y el tirón del fenómeno Ayuso le vienen bien electoralmente a la bala de plata de que dispone Feijóo, para unos comicios generales aún no oficialmente marcados, pero que deben inquietar en la burbuja de La Moncloa. Pero Feijóo se fía de Moreno, del que es amigo y confidente.

Moreno Bonilla hace ya un tiempo que solo es Juanma Moreno, el jefe del PP en Andalucía, sin mentores, ni padrinos, sin sector escéptico, ni críticos. Ahora Moreno y Feijóo parecen funcionar como un tándem, con equipos intercambiables. Uno de sus mentores en el PP retrata crudamente esas virtudes de perfil placebo mutables hasta con el aspirante del PSOE, Juan Espadas: “La inmensa mayoría de la gente prefiere el original a la copia, y en este caso, Moreno juega con que ya es conocido, tiene la presidencia y le ha venido Dios a ver con la marcha de Pablo Casado”.

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