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La nueva ‘cruzada’ identitaria de Mazón incluye desterrar a los autores catalanes de la asignatura de Valenciano

El PP plantea modificar los planes de estudios en una resolución en Les Corts mientras el presidente de la Generalitat multiplica los gestos a favor del secesionismo lingüístico

En el primer debate de política general del pasado martes tras la dana que causó 229 víctimas mortales, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, del PP, hizo especial hincapié en una de las 44 medidas que anunció: el cambio legislativo para denominar a la Acadèmia Valenciana de la Llengua, el ente normativo del Consell, Acadèmia de la Llengua Valencia, entre otras cuestiones. También anunció una ley de señas de identidad en una sesión en la que no dejó de enarbolar la bandera contra lo que considera la “amenaza pantacatalanista” que, según reiteró, persigue socavar el valenciano, lengua que Mazón utilizó apenas siete minutos de las siete horas y 20 minutos que sumaron sus intervenciones del discurso inicial y de las réplicas posteriores.

Un día después, Mazón y el PP continuaron con su renovada cruzada identitaria, con la que rivalizar con los postulados de Vox, marcar la agenda política y desviar la atención de su polémica gestión de las inundaciones del pasado 29 de octubre.

El jefe del Consell se reunió este miércoles con Luis Miguel Romero, decano de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV), institución privada que defiende el secesionismo lingüístico, según el cual el valenciano y el catalán son dos lenguas diferentes, en contra de los postulados de la romanística internacional o del diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, por ejemplo. Romero ponderó los planes de Mazón de descatalanización de la Acadèmia, que defiende el uso del valenciano como la denominación histórica de la lengua hablada en el territorio de la actual Comunidad Valenciana y que forma parte del sistema lingüístico catalán. No obstante, admitió que el cambio legislativo anunciado en el ente normativo es “complicado”.

El PP no cuenta con los apoyos necesarios en Les Corts. Sus 40 escaños y los 13 de la formación de extrema derecha suman 53 y se precisan 60 votos de los 99 que componen el pleno (tres quintas partes del parlamento) para cambiar la ley de la Acadèmia y 66 (dos terceras partes) para modificar el Estatut d’Àutononomia (la institución es un órgano estatutario).

Al mismo tiempo, el grupo parlamentario del PP presentó también el miércoles una resolución en Les Corts dentro del debate de política general (continúa hoy con las votaciones de las propuestas) que pretende desterrar a los autores catalanes del currículum de la asignatura de Valenciano en Bachillerato. El objeto de la iniciativa es “preservar las señas de identidad de la Comunidad Valenciana”, según ha adelantado el diario El Mundo.

De modo que solo se podrán leer y estudiar autores valencianos que escriban en valenciano y se excluirán a los autores catalanes que cultiven su lengua propia. En la última Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), por ejemplo, se preguntó en la asignatura de Valenciano por el dramaturgo valenciano Rodolf Sirera, autor de la exitosa obra El verí del teatre, y se incluyó un texto de la escritora catalana Mercè Rodoreda de La plaça del diamant, considerada una de las novelas más importantes de la literatura de la España del siglo XX.

La aplicación de una medida semejante en la asignatura de Literatura en castellano, implicaría la exclusión, por ejemplo, del estudio y lectura del argentino Jorge Luis Borges, del Nóbel peruano Mario Vargas Llosa o de la Premio Cervantes mexicana, Elena Poniatowska.

El encargado de llevar a cabo estos cambios es el consejero de Educación, Cultura, Universidad y Empleo, José Antonio Rovira, que nunca emplea el valenciano en sus intervenciones, presente también en la reunión con los representantes de la RACV.

La mayoría de escritores que escriben en valenciano emplean la normativa oficial, con más o menos variantes autóctonas. Una de las pretensiones más comunes entre estos autores es que sus obras se lean y vendan también en Cataluña. Durante décadas, el escritor de Sedaví Ferran Torrent, cuya casa también fue dañada por la dana, ha sido y es uno de los escritores más leídos en el ámbito lingüístico catalán, utilizando formas genuinas valencianas, que también recoge el Diccionari Normatiu Valencià, de la Acadèmia.

Este diccionario define el valencià de la siguiente manera: “Llengua romànica parlada a la Comunitat Valenciana, així com a Catalunya, les Illes Balears, el departament francés dels Pirineus Orientals, el Principat d’Andorra, la franja oriental d’Aragó i la ciutat sarda de l’Alguer, llocs on rep el nom de català“. El DRAE lo define así: ”Variedad del catalán que se habla en gran parte del antiguo reino de Valencia y se siente allí comúnmente como lengua propia".

Vox, que apenas emplea el valenciano en sus intervenciones y escritos, ha situado a la Acadèmia como una de las principales dianas de sus críticas y ha llevado la voz cantante en la reducción de 700.000 euros del presupuesto de la institución para adelgazar al máximo el funcionamiento. Tras esta decisión, la ministra de Ciencia y secretaria general del PSPV-PSOE, Diana Morant, anunció hace dos semanas que su departamento destinará 200.00 euros a la Acadèmia.

La Acadèmia, cuya ley fue aprobada en 1998, fue promovida por el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, del PP, pactada con el PSPV-PSOE, y mantenida por los demás gobiernos autonómicos (de los populares con Francisco Camps al frente y de los socialistas junto a Compromís y Unides Podem, presidido por Ximo Puig) con el fin de pacificar el conflicto lingüístico valenciano. Hoy está compuesta en su mayoría por expertos en filología y escritores, tras estar integrada parte de ella también por políticos en sus inicios. Los académicos son elegidos por cooptación, por lo que, con los años la presencia política ha ido diluyéndose.

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