Valencia recuerda a los 10 fallecidos en el edificio devastado por las llamas en Campanar

Un año después del incendio y con las obras de rehabilitación a punto de comenzar, los vecinos esperan volver al inmueble a finales del 2026

Acto en recuerdo del incendio del edificio de Campanar en Valencia, este sábado.Biel Alino (EFE)

El tiempo no avanza en la Avenida del Maestro Rodrigo, en Valencia, donde hace 366 días dos grandes torres habitacionales sufrieron un devastador incendio que dejó 10 víctimas mortales. “Es como si hubiera sido ayer”, afirma Óscar Romero, vecino de 47 años del edificio, que ha acudido a un parque cercano al inmueble para conmemorar a la decena de fallecidos hace un año. Frente al gris esqueleto del edificio, que comenzará pronto las obras de rehabilitación, medio centenar de vecinos, familiares y amigos de los afectados se han juntado para recordar a Marta, Ramón, Víctor, Carla, Pilar, Carmen, Esther, Alina, Flor y Elvira, las diez víctimas de uno de los incendios más trágicos de la historia de la ciudad de Valencia.

Enrique Salvador, presidente de APROICAM, la asociación que agrupa a los propietarios del inmueble, agradeció el apoyo recibido durante el último año, desde las donaciones hasta el apoyo de la Administración para el pago de los alquileres. También insistió en la necesidad de que la investigación judicial concluya y “que se aclare el relato sobre lo que sucedió esa tarde”. Un año después, hay promesas que siguen sin materializarse: no se han llevado a cabo revisiones, protocolos ni modificaciones normativas. Solo se ha realizado un censo de edificios con características similares. Y de momento, la investigación de la Policía Científica ha concluido que el fuego se inició debido a una fuga de gas refrigerante de una nevera en el octavo piso de una de las torres, el departamento 86.

A la cita han acudido la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, y representantes de la delegación de Gobierno. “Puede parecer que las cosas son lentas, pero lo cierto es que hay un camino de esperanza a la recuperación de las viviendas de los propietarios”, ha expresado la regidora.

Para los propietarios e inquilinos, el último año ha estado lleno de altibajos. La mayoría fueron trasladados a un hotel en las horas posteriores al incendio y posteriormente reubicados en viviendas en el barrio de Safranar. Sin embargo, cuenta Jose Luis Más, los propietarios terminaron distribuidos por la ciudad, allí donde pudieron encontrar una solución de vivienda asequible.

Más prefirió buscar un piso en el barrio lo más pronto que pudo. “Sabíamos que ante la situación de la vivienda en Valencia, y sumado al evento del incendio, los precios en el barrio [del Campanar ] iban a subir y así fue”. Para otras familias dejar el barrio no era una opción. Los hijos pequeños de los propietarios estaban inscritos en colegios del barrio, por lo que se han visto obligados a encontrar un inmueble en la zona.

“Somos una comunidad muy unida y el incendio nos ha unido más”, cuenta Ángela Cárdenas, de 58 años, quien reconstruye con detalle la trágica noche. “Mi marido y yo empezamos a sentir un olor a humo, a plástico quemado y salimos al balcón para ver qué pasaba. Tras ver el humo nos cambiamos el pijama y bajamos corriendo las escaleras. Todo esto en menos de tres minutos. Cuando salimos del edificio todo nuestro departamento ya estaba colmado por el humo”. Cuenta que desde entonces recibe ayuda psicológica para superar el golpe de la tragedia y que rara vez vuelve al barrio porque prefiere no ver en lo que se ha convertido la vivienda en la que vivió durante tres años.

“Ha sido un año muy lento. Lleno de reuniones para conseguir que la Administración nos prorrogue las ayudas del alquiler y para conocer el estado de la rehabilitación de las viviendas”, comparte Romero, quien durante 16 años ocupó un departamento en la torre baja del conjunto. Si nada cambia, en los últimos meses del 2026 los vecinos de las dos torres del Campanar podrán volver a la casa que perdieron tras las llamas.

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