El administrador concursal comunica que Marie Claire tiene comprador y que el acuerdo se cerrará esta semana
La propuesta del inversor, vinculado también al sector textil, es firme y supondría la ampliación de la plantilla
El administrador concursal de Marie Claire, Jordi Casserras, ha confirmado ante el comité de empresa de la textil la existencia de un comprador que permitirá reactivar la planta productiva de Vilafranca (Castellón), cerrada desde junio. El acuerdo de compra, que según lo trasladado por Casserras en el encuentro mantenido este lunes “es firme” y se formalizará “dentro de esta misma semana”, implicaría ampli...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El administrador concursal de Marie Claire, Jordi Casserras, ha confirmado ante el comité de empresa de la textil la existencia de un comprador que permitirá reactivar la planta productiva de Vilafranca (Castellón), cerrada desde junio. El acuerdo de compra, que según lo trasladado por Casserras en el encuentro mantenido este lunes “es firme” y se formalizará “dentro de esta misma semana”, implicaría ampliar la plantilla más allá de reincorporar a los empleados que actualmente están en ERTE.
Entre los pocos datos que han trascendido figuran que la empresa interesada en adquirir la centenaria compañía especializada en la confección de medias pertenece también al sector textil. “El administrador nos ha dicho que el comprador dispone de la inversión suficiente para volver a poner en marcha la fábrica” aunque tras este primer impulso “será luego otra empresa la que asuma la gestión de la planta”, han indicado fuentes del comité de empresa de Marie Claire.
El anuncio ha pillado por sorpresa a los representantes sindicales. “Desde diciembre, cuando nos notificó la prórroga del ERTE, no habíamos vuelto a tener contacto con el administrador, y de repente nos convoca el lunes para confirmar que hay comprador”, han señalado las mismas fuentes. También para trasladarles el aumento de plantilla que irá ligado a la operación: “Nos dijo que, si esto funciona bien, no harán falta únicamente los 72 empleados de la fábrica en ERTE, sino 120 o 150 trabajadores más”.
“Ojalá, ojalá sea así, porque no queremos generar más falsas expectativas a la gente del pueblo, que está muy tocada por esto y lo está pasando mal”, señalan desde el comité, que justifica su precavido escepticismo en la falta de detalles trasladada por el administrador. “No nos dice quién es el comprador, ni cómo ni cuándo se hará la adquisición, está todo como muy cogido con pinzas, pero esperamos que sea como dice”.
Desde el comité de empresa se preguntan si la administración pública, a la que la textil adeuda el grueso de los 20 millones que arrastra de números rojos, está al tanto, y llaman a la cautela también en lo que a los plazos de reactivación de la producción se refiere. “De suceder, no será llegar, darle a un botón y ya, sino que llevará un tiempo, porque la fábrica está cerrada desde hace casi un año”.
El pasado mes de diciembre, Marie Claire acordó prorrogar hasta marzo de 2024 el ERTE para su plantilla de mínimos, que integran 72 empleados de fábrica y una treintena de trabajadores en oficinas externas, con el objetivo de ganar tiempo para trabajar en la viabilidad de la textil.
En la reunión mantenida entonces, el administrador concursal ya reconoció a la comisión negociadora la existencia de pedidos de producción, y su esperanza de que llegara el ansiado inversor para garantizar la rueda comercial y empezar a revertir el historial financiero de la compañía.
En la actualidad la fábrica permanece cerrada y con actividad cero. En ella solo permanece el personal de seguridad para labores de vigilancia, y entre tres y cuatro empleados encargados de dar salida a pedidos ya preparados en el almacén.
Marie Claire, la centenaria textil con sede en Vilafranca, un pueblo de 2.200 habitantes en el interior de Castellón, paró máquinas el pasado mes de junio tras 116 años de historia. 190 empleados de la plantilla, la mayoría ya incluidos en un ERTE desde principios de 2023, que concluía en junio, vieron extinguido su contrato. La empresa accedió a mantener a 72 empleados en la planta de Vilafranca y a 33 en las distintas oficinas distribuidas por España. Todos ellos fueron incluidos en un ERTE, el mismo que se prorrogará hasta el próximo mes de marzo.
La compañía, que llegó a sumar 300 trabajadores en plantilla, entró en concurso de acreedores a mitad del pasado mes de julio.