Un pasadizo con vistas privilegiadas sobre la Valencia histórica abre al público

El Museo Mariano (MuMa) de Valencia recupera la pasarela que une la Basílica con la Catedral para atraer visitantes

El puente que comunica la Basílica de la Virgen con la Catedral de Valencia, ahora restaurado y abierto a los visitantes.Rober Solsona (Europa Press)

Los valencianos conocen sobradamente dos de los puentes más fotografiados de la capital. Son el pasadizo que une el Palacio Arzobispal de Valencia a la Catedral, del siglo XVIII, y el paso elevado que conecta esta última con la Basílica de la Virgen de los Desamparados, con tres grandes ventanales y sostenido sobre el conocido arco Novo. El primero se abrió al público en 2018 y ahora lo hace el segundo con el objetivo de atraer a más visitantes al complejo religioso, ha anunciado el rector de la Ba...

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Los valencianos conocen sobradamente dos de los puentes más fotografiados de la capital. Son el pasadizo que une el Palacio Arzobispal de Valencia a la Catedral, del siglo XVIII, y el paso elevado que conecta esta última con la Basílica de la Virgen de los Desamparados, con tres grandes ventanales y sostenido sobre el conocido arco Novo. El primero se abrió al público en 2018 y ahora lo hace el segundo con el objetivo de atraer a más visitantes al complejo religioso, ha anunciado el rector de la Basílica, Jaime Sancho.

“El puente, de 1,20 metros de ancho por 7,20 metros de largo, proporciona una vista muy bonita tanto de la plaza de la Almoina como de la Virgen. Es un atractivo importante para potenciar el Museo Mariano [con cuya entrada se podrá visitar el puente y las vistas del entorno]”, ha resumido el rector. Basílica y Catedral son dos de los monumentos más conocidos de la ciudad y el propósito de la Iglesia es abrir sus tesoros al público.

“Desgraciadamente, el museo no tiene muchas visitas y creo que es un sitio interesante porque se ve toda la historia de la virgen de los Desamparados”, ha puntualizado el rector.

La Basílica emprendió a comienzos de año una renovación del pasadizo, tan vistoso desde fuera, que fue construido en el siglo XVII y rehecho definitivamente en 1767. Durante años lo utilizaron los canónigos de la Catedral para acceder directamente a la iglesia donde estaba la Virgen pero cayó en desuso cuando las dos instituciones religiosas se independizaron una de otra.

El puente ya no se utilizó más pero ahora la iglesia lo ha renovado, con una limpieza en profundidad, saneamiento de las vigas de madera del techo, encalado de paredes y restauración y protección de las tres grandes vidrieras. La restauración exterior se hará cuando se acometa la de toda la Lonja de los Canónigos.

Al paso elevado le han colocado iluminación nocturna, a base de bombillas led, y por la noche parece una urna transparente. Es una imagen llamativa. “Cada vez hay más turistas y lo que hay que potenciar es el Museo Mariano”, ha añadido Sancho.

Transeúntes observan la fachada de la Basílica de la Virgen de los Desamparados.Rober Solsona (Europa Press)

El museo, con dos décadas de existencia, cuenta con una colección artística que incorpora la arquitectura como un elemento más del planteamiento museográfico. En sus paredes se exponen piezas como el lienzo que fue telón del Altar Mayor de la Virgen del pintor valenciano José Vergara, el pergamino del monarca Fernando el Católico por el cual se le concede el título de la Virgen de los Desamparados o su declaración pontificia como patrona de la Comunidad Valenciana por el Papa Juan XXIII.

Artistas como Jerónimo Jacinto de Espinosa, Vicente López, Bartolomé Mongrell o Mariano Benlliure, entre otros, aportan la expresión cultural de su tiempo y una visión distinta del mundo mariano. Este espacio cuenta además con medallas, rosarios, insignias, mantos y hasta una colección de 7.000 sellos de diferentes países del mundo que tienen como común denominador la imagen de la virgen.




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