Porcelanosa pide al embajador de Ucrania que aclare las palabras de Zelenski sobre los negocios del grupo cerámico en Rusia
La compañía califica de “fructífero” el encuentro diplomático y ratifica el bloqueo de sus relaciones comerciales con Moscú. El grupo elimina de su web los comunicados sobre su expansión en Rusia.
Una representación de Porcelanosa se ha entrevistado este miércoles en Madrid con el embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev, para tratar de calmar la polémica que ha salpicado a la compañía castellonense por la declaración telemática ayer del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en el Congreso de los Diputados. El líder ucranio citó a varias empresas españolas, entre ellas Porcelanosa, Maxam y Sercobe, instándolas a romper relaciones come...
Una representación de Porcelanosa se ha entrevistado este miércoles en Madrid con el embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev, para tratar de calmar la polémica que ha salpicado a la compañía castellonense por la declaración telemática ayer del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en el Congreso de los Diputados. El líder ucranio citó a varias empresas españolas, entre ellas Porcelanosa, Maxam y Sercobe, instándolas a romper relaciones comerciales con Rusia y poniéndolas como ejemplo de firmas que siguen operando en Moscú. Han pedido al embajador que aclare “el desafortunado malentendido” surgido a raíz de las acusaciones de Zelenski.
El vicepresidente y consejero de Porcelanosa, Silvestre Segarra, y el director comercial, José María Segarra, se han desplazado a Madrid, movidos por la necesidad de tratar “de forma cercana y transparente” todo lo relativo a la posición estratégica de la empresa en Rusia desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, y “aclarar ante la opinión pública española y la mundial qué es lo que ha ocurrido en estos meses y por qué ha podido existir este malentendido”, han señalado a las puertas de la embajada.
“No tenemos que pedir una rectificación ni disculpas ni a la embajada ni al presidente; entendemos que habla con muchos países y gobiernos y le puede llegar una información que no sea la real”, ha explicado Segarra. La comitiva de Porcelanosa ha calificado el encuentro de “muy positivo y fructífero porque se ha reforzado el diálogo entre las partes y se han subsanado los malentendidos informativos iniciales”, han expresado posteriormente en un comunicado.
La cita con la embajada se gestionó ayer en tiempo récord: en apenas dos horas, las transcurridas desde el discurso del líder ucraniano y el final de la rueda de prensa convocada con carácter urgente en la sede central de Porcelanosa en Vila-real (Castellón) a continuación. En la comparecencia, tanto Héctor Colonques, presidente y fundador de la firma, como su consejera delegada, María José Soriano, ratificaron la paralización de las relaciones comerciales con Rusia desde la invasión de Ucrania el 24 de febrero, y aseguraron no disponer de tiendas en el país.
Este mismo mensaje se ha trasladado en el encuentro de hoy en Madrid, donde los representantes de Porcelanosa han explicado que el grupo no tiene una red de tiendas propias en Rusia, donde opera a través de terceros, de “agentes externos y distribuidores multimarca que importan producto de Porcelanosa y otras fábricas. Sí, es verdad que muchos usan el nombre de Porcelanosa junto al suyo por marketing”, han aclarado.
“No hemos tenido red de tiendas propias, ni una filial, ni empleados... Y sobre las ventas, nosotros cerramos el último contrato con Rusia en enero, antes de la invasión”, ha detallado en declaraciones a EFE Segarra, quien ha precisado que desde entonces lo que sí se ha hecho es servir el material comprado con antelación a los clientes rusos, en parte debido a que no pudieron enviarlo antes por los problemas logísticos. Según sus datos, la facturación correspondiente a su negocio en Rusia durante el mes de marzo se situó en el 0,09 % de sus ingresos, lo que supone unos 197.000 euros.
Los carteles del grupo cerámico están presentes en varias tiendas de distribución en Rusia. En 2018, informó sobre la ampliación de dos grandes locales de exposición (showrooms) según figura en su página web y en notas de empresa remitidas por la propia firma. Al año siguiente abrió otro local más en Siberia ante la buena marcha de su negocio en Rusia. La empresa cerámica ha eliminado de su página web todas las comunicaciones sobre su actividad en Rusia. Sobre estas tiendas y el anuncio del pasado 17 de enero de apertura de una nueva tienda en la ciudad rusa de Krasnoyarsk para este 2022, tanto Colonques como Soriano aseguraron ayer que se trata de establecimientos de clientes independientes, y no pertenecen a tiendas del grupo, que, sin embargo, sí hizo publicidad de ellas.
El equipo directivo de Porcelanosa aclaró ayer que desde el punto de vista comercial “es más importante para la compañía Ucrania que Rusia; han sido muchas más nuestras importaciones de arcilla ucrania que nuestras ventas a Rusia”. Así, según datos de la firma, sobre el total de compras de arcillas y feldespatos (materia prima básica) realizadas desde 2017 y hasta el inicio de la invasión, el 25% de las importaciones de este material proceden de Ucrania.
La Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Castellón ha avalado la posición de Porcelanosa sobre el cese de sus operaciones en Rusia a través de los datos del departamento de Internacionalización de la institución. La Cámara de Comercio es emisora de los certificados de origen, el documento que acredita el país de origen de una mercancía, y que tramitan empresas exportadoras para cumplir con los requisitos aduaneros, consulares y créditos documentarios. En este sentido, ha ratificado que el grupo empresarial Porcelanosa mantiene actualmente en suspenso las transacciones comerciales con el mercado ruso a consecuencia del conflicto bélico originado en la región.
La Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) ha remitido además un comunicado en el que destaca el liderazgo de la empresa Porcelanosa, así como su “ética y compromiso social total”.
Mutismo en Maxam
El fabricante de explosivos Maxam, que tiene una planta en Galdakao, mantiene su silencio cuando se cumplen casi 24 horas desde que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusara a la compañía de seguir operando en Rusia pese a la invasión de Ucrania. Un portavoz oficial de la firma ha declinado pronunciarse sobre las palabras de Zelenski en el Congreso de los Diputados, y su página web corporativa ―y la de otras de sus filiales― da error desde hace horas, según EFE.
El tipo de error que refleja la página de Maxam implica que está deshabilitado el puerto que permite que la web sea consultada desde el exterior, algo que podría responder a una maniobra improvisada por parte de la propia empresa porque estaba notando ataques informáticos o porque realmente algún ataque haya logrado tumbar la web. En su opinión, si la compañía hubiera querido cerrar el acceso a su web “habría elegido alguna manera más elegante de hacerlo, como poner que están realizando labores de mantenimiento, por ejemplo”, según los expertos.
Fuentes próximas a la compañía han precisado que el principal negocio del grupo es el de “voladuras para el sector de la minería y canteras”, aunque cuenta con otras unidades, entre ellas una división en defensa y seguridad llamada Expal, centrada en “municiones, sistemas de armas, mantenimiento de vehículos y aeronaves y servicios de desmilitarización” y que cuenta con fábrica en Bielorrusia.
También dispone de una división centrada en munición deportiva para caza y tiro y otra en el ámbito de la industria química. La facturación de Maxam supera desde hace años los mil millones de euros anuales, emplea a más de 6.000 personas, está presente en más de 50 países y vende sus productos en más de un centenar, según su memoria corporativa. Solo su división en defensa emplea a 1.300 trabajadores y cuenta con 11 centros de producción repartidos por España, Italia, Bulgaria, Dinamarca, Estados Unidos y Bielorrusia. Los orígenes de la compañía se remontan a 1872, cuando Alfred Nobel ―inventor de los explosivos y creador de los premios que llevan su nombre― fundó la Sociedad Española de la Dinamita en Galdakao (Bizkaia).
Años después, los principales productores españoles se fusionaron constituyendo la Unión Española de Explosivo (UEE, 1896), y tras una fase unida a la empresa Río Tinto mantuvo esa misma denominación hasta 2006, cuando pasó a llamarse Maxam. Desde 2019, el grupo español está controlado de forma exclusiva por el fondo estadounidense Rhône Capital.