La plaza del Ayuntamiento de Valencia también combate el cambio climático

Ribó afirma que la peatonalización del centro es un paso más para que la capital sea una ciudad neutra en emisiones en 2030

La plaza del Ayuntamiento de Valencia, peatonal.Ayuntamiento de València

La plaza del Ayuntamiento de Valencia es desde hace un año una plaza por la que se puede caminar, ir en bici o patinete, “pero ya no es la inmensa rotonda de coches y autobuses que era antes. Es un cambio importante para la ciudad”, subraya el alcalde de Valencia, Joan Ribó, en el estreno este miércoles del documental La plaça es teua, de Barret Films, donde se aborda todo el proceso de conversión de este c...

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La plaza del Ayuntamiento de Valencia es desde hace un año una plaza por la que se puede caminar, ir en bici o patinete, “pero ya no es la inmensa rotonda de coches y autobuses que era antes. Es un cambio importante para la ciudad”, subraya el alcalde de Valencia, Joan Ribó, en el estreno este miércoles del documental La plaça es teua, de Barret Films, donde se aborda todo el proceso de conversión de este céntrico espacio de la capital. “Es otra manera de entender la ciudad, más saludable y sostenible”, añade Ribó.

El alcalde ha participado en esta jornada de debate organizada por la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Valencia acompañado del concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, para reflexionar sobre el papel fundamental de las ciudades en la lucha contra la crisis climática.

El documental describe la transformación de la plaza, sobre todo, la reubicación de once líneas de autobuses que la atravesaban. “La filosofía del cambio era clara: había una voluntad política y ciudadana de pacificar el tráfico en el centro y de orillar el coche, protagonista del 23% de los desplazamientos en Valencia pero que ocupaba el 60% del espacio público”, explica el documental.

La peatonalización de la plaza del Ayuntamiento ha eliminado el paso de 10.000 coches diarios y se han ganado 12.000 metros cuadrados para los peatones, con un tráfico residual, añade el concejal Giuseppe Grezzi. Los alrededores de la plaza se han vaciado de tanto tráfico rodado, reduciéndose la circulación entre un 50 y un 60% en vías del entorno como Marqués de Sotelo, San Vicente, Sant Pau o la plaza de la Reina. Ha habido un cambio de hábitos.

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La reducción de vehículos y autobuses no es el único cambio apreciable en la plaza, cortada al tráfico en mayo de 2020 pero cuya remodelación no se acabó hasta cuatro meses después. El Ayuntamiento estudia ahora la desaparición del ruido del tráfico, la contaminación acústica. “Gente que trabaja en la plaza explica que se escucha el rumor del agua de la fuente, algo insólito cuando había tanto tráfico”, enfatiza Grezzi. El Consistorio estudia también los datos de contaminación atmosférica pues es en el centro de la capital donde había una mayor concentración por su propia configuración urbanística.

A los inconvenientes —falta de sombra y riego de maceteros—, Ribó recuerda que la actuación es urbanismo táctico y provisional. Entendemos que es imprescindible tener una sombra en verano y vamos a trabajar en esa dirección pero tenemos maceteros provisionales, no árboles plantados. Pero es un paso fundamental el que hemos dado, de lo que era a lo que es. Que el coche ocupe el menor espacio posible porque pertenece, sobre todo a la ciudadanía.

Ribó, ha destacado que “la recuperación de la plaza del Ayuntamiento se enmarca dentro del objetivo de convertir Valencia en una ciudad neutra en emisiones en 2030”. Y con esta peatonalización y el resto —plaza de la Reina, plaza de San Agustín, el entorno del Mercat Central y la avenida del Oeste— “se están dando pasos importantes también en el ámbito estatal como la aprobación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, pero tenemos que ir más allá y con más prisa que nunca”.

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