Cinco oasis para leer un libro en Barcelona sin que nadie te moleste
Bibliotecas y cafeterías se ganan a los lectores con entornos propicios para leer
Son muchos los lectores que aseguran que les basta con abrir las páginas de un libro para viajar al mundo que les desvela su autor. Para otros, menos afortunados, no basta con posar la mirada sobre alguno de los párrafos de Moby Dick para viajar en el Pequod en busca de la ballena blanca, o al centro de la tierra con solo abrir las hojas de la obra de Julio Verne, sino que, requieren también un espacio que lo permita. Recorremos bibliotecas, ...
Son muchos los lectores que aseguran que les basta con abrir las páginas de un libro para viajar al mundo que les desvela su autor. Para otros, menos afortunados, no basta con posar la mirada sobre alguno de los párrafos de Moby Dick para viajar en el Pequod en busca de la ballena blanca, o al centro de la tierra con solo abrir las hojas de la obra de Julio Verne, sino que, requieren también un espacio que lo permita. Recorremos bibliotecas, cafeterías o los espacios al aire libre más idóneos para entrar en los libros sin distracciones y a gusto. Estos son algunos de los mejores espacios de Barcelona para sentarse a leer sin ser molestados.
Biblioteca García Márquez
La biblioteca García Márquez, ubicada en el distrito de Sant Martí y reconocida como la mejor biblioteca biblioteca pública nueva de 2023, es un paraíso para la lectura. El edificio de cinco plantas, obra de Elena Orte y Guillermo Sevillano, cuenta con una escalera central con espacios abiertos que permiten la entrada de luz y la vista exterior. En el interior, la biblioteca dedicada al Premio Nobel colombiano, cuenta con varias salas de estudio y de lectura con varios niveles de privacidad. Las butacas, sillones colgantes, cojines e incluso una hamaca invitan a los lectores a descubrir a varios de los autores latinoamericanos más importantes. La García Márquez es sin duda, tanto por su arquitectura como por su colección, uno de los mejores espacios de lectura de Barcelona.
Biblioteca Arús
Los anaqueles de la Biblioteca Pública Arús, institución fundada a finales del siglo XIX por Rosendo Arús, y ubicada en el paseo de Sant Joan 26, reúnen desde 2011 casi 12.000 obras sobre Sherlock Holmes, donadas por Joan Proubasta. Los pasillos silenciosos y repletos de libros que van desde las ciencias sociales a la música, pasando por la biología o la filosofía, invitan a los lectores a coger uno de los volúmenes y a sentarse a disfrutar de sus páginas durante toda la tarde. Por si fuera poco, la biblioteca dispone de una sala con 24 puntos de lectura para la consulta de libros y documentación del fondo especializado en mampostería, anarquismo, comunismo y cooperativismo.
La Central de la calle de Mallorca o la del Raval
La librería La Central, con una tienda en El Raval y la primera que se abrió en la calle Mallorca ofrece dos espacios ideales para enfrascarse en las páginas de un libro. La Terraza de Baldomero, ubicada en la terraza de la librería de la calle Mallorca, donde los clientes pueden sentarse en dos tipos de ambientes, uno al aire libre y lleno de vegetación, y otro en el interior. En ambos casos, la cafetería brinda a los lectores el ambiente silencioso de una biblioteca, con el añadido de distintas variedades de café y panadería de sal y de dulce y bebidas. El patio de La Central del Raval también representa una especie de oasis a pocos metros de la locura turística de La Rambla. Se puede acompañar la lectura con desayunos, postres o bocadillos para picar. Además de varias opciones de bebidas.
Biblioteca de Catalunya
La Biblioteca de Catalunya, ubicada en el barrio de El Raval, es un templo para lectores. El recinto gótico, que antes albergó el hospital de la Santa Creu, dispone de un amplísimo fondo bibliográfico y está abierta a todo el público. Las distintas salas de lectura y estudio permiten consultar con tranquilidad todo tipo de documentación, además de libros impresos. La colección de música, fotografías, periódicos, manuscritos o materiales gráficos es probablemente una de las mejores de Barcelona. Los pasillos albergan cerca de un millón y medio de libros impresos, con más de 600 incunables (libros impresos anteriores a 1501). Los jardines del antiguo hospital, construido entre los siglos XV y XVIII también son un espacio ideal para leer.
Playas de Nova Icària o Bogatell
Hay lectores a los que cierto ruido de fondo como el romper de las olas, el viento, o los sonidos de conversaciones ajenas crean un ambiente propicio para la concentración. Como oposición al silencio sepulcral de los pasillos de una biblioteca, las playas de Bogatell y Nova Icària de Barcelona, ofrecen a quienes prefieran el aire libre, un lugar ideal para enfrascarse en las páginas de un buen libro. Sin los centenares de turistas que abarrotan las playas de la capital condal en el verano, y con cientos de metros de arena para elegir el mejor lugar, marzo permite cierta calma y tranquilidad a quienes no se incomoden con un poco de arena en sus pies.