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El sector porcino catalán culpa de la peste al descontrol de la fauna salvaje: “Tenemos miedo”

“Todos sabíamos que llegaría este momento”, aseguran desde la Plataforma Pagesa

Cataluña cuenta con unas 5.000 granjas de porcino, es el sector más potente en exportación —vende al exterior un 50% de lo que producen— y representan el 74% de la producción cárnica total. Es, recuerdan, el segundo motor económico a nivel estatal. De ahí que la noticia de dos casos de Peste Porcina Africana (PPA) en sendos jabalíes en Barcelona tenga a productores y empresarios enfadados y asustados. El enfadado viene por lo que consideran la falta de gestión hecha por la Generalitat. Y el susto de la desconfianza respecto a que se pueda detener el avance. “Vivimos de nuestros animales, tenemos miedo porque ahí va nuestro trabajo, nuestra vida, nos va todo”, asegura Martí Hustós, responsable del negocio familiar en Borrassà (Alt Empordà).

En un corto plazo de tiempo, tres enfermedades, la Dermatosis Nodular Infecciosa (DNI), la gripe aviar y la PPA han llegado a Cataluña, y afecta económica y psicológicamente al sector. Una de las posibles hipótesis de la llegada de la peste sería que los jabalís se podrían haber infectado al consumir algún resto de embutido o carne contaminada de un contenedor de zona periurbana, que habría llegado de uno de los países que tienen casos confirmados en criaderos de cerdo doméstico, como podría ser Rumania.

Hustós tiene 52 años y toda la vida ha estado en la granja familiar, con 6.000 cerdos de engorde integrados. Recuerda que el porcino es un sector muy importante y atribuye la entrada de la APP a la mala gestión. Asegura que ha habido “dejadez” por parte de la Administración ante los retos de la fauna salvaje. Los jabalíes, ha explicado, “han perdido el miedo a los humanos, entran en ciudades a comer en contenedores y en las granjas a comer en las comedoras de terneros”. Ahora teme por posibles contagios a sus animales y los efectos de ello a la hora de poder vender y exportar.

Una idea que comparten desde la Plataforma Pagesa. “Todos sabíamos que llegaría este momento. Muchos años de dejadez de la administración ha hecho que haya un descontrol de fauna salvaje, que es un factor de transmisión. Este exceso de jabalís del que nadie se quiere responsabilizar nos ha traído aquí”, apunta uno de sus miembros, Josep Vall-llosera. “Hay animales muertos por todas partes y nadie sabe por qué”, ha lamentado, mientras critica la falta de protocolos y el miedo a las protestas de los defensores de animales.

El responsable del sector porcino de Unió de Pagesos (UP), Rossend Saltiveri, ganadero del Pla d’Ugell (Lleida) vaticina que la entrada de la peste “afectará a todo el sector, en mayor o menor medida, en función de cómo se gestione la crisis”. Recuerda que es un sector que exporta en España el 50% de lo que produce, y ahora deberá verse, en función de la afectación, si no podrán exportar las granjas de Barcelona.

De acuerdo a los protocolos de regionalización, en Europa, zonas no afectadas por el brote en España podrán seguir exportando. Sin embargo, de cara a terceros países, dependerá del trato al que lleguen con el Ministerio. El sector exporta a unos 140 países y de estos, en principio Inglaterra y China, —donde más se exporta— permiten esa distinción de zonas. “La afectación económica irá en función del resultado de las negociaciones y las exportaciones”, ha apostillado.

Saltiveri también cree que es una “suerte” que no haya ocurrido este brote antes, especialmente por el “descontrol” de la fauna salvaje. “Dentro de la desgracia —detalla—, si la infección es reciente y localizada, se debería poder rodear la zona para que no saliera ningún jabalí”. El ganadero tiene claro que saldrán nuevos casos y aboga por la “máxima vigilancia” y “transparencia” para evitar que se lesione la actividad exportadora. “El virus está aquí, si se trabaja con decisión y contundencia se puede frenar. Sin tiros, claro, porque si se asustan se irán a otras zonas”, apostilla.

También hay preocupación por el efecto de las medidas de control. Neus Guillamet, de 56 años, dirige una granja de cerdas madre y lechones en Cabanelles (Alt Empordà). “El riesgo cero no existe”, ha explicado. La instalación de Guillamet ha sido una de las pioneras en la provincia en instalar un sistema de hidrólisis para deshacerse de los animales muertos y de restos diversos. Sin embargo, teme lo que pueda pasar. “Nos hemos vuelto muy evolucionados para proteger mucho el entorno sin tener en cuenta que no todo se puede proteger, porque rompes la cadena”, ha alertado.

Según el Ministerio de Agricultura, la PPA se encuentra presente en la Unión Europea, desde su entrada en los países bálticos y Polonia. En la actualidad afecta a jabalíes silvestres y, en algunos casos, a explotaciones de cerdos domésticos en un total de 13 países (Italia, Alemania, Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovaquia, República Checa, Hungría, Grecia, Rumanía, Bulgaria y Croacia). Bélgica, Suecia y República Checa han logrado erradicarla aplicando estrictas medidas de control y vigilancia en poblaciones de jabalíes silvestres, tras una incursión puntual por salto a larga distancia, como ha sido el caso detectado en España este viernes.

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