Desconfianza en la ciencia, la medicina y la universidad: un tercio de los catalanes cree en alguna teoría de la conspiración
Una encuesta del Centre d’Estudis d’Opinió de la Generalitat constata que al menos la mitad de votantes de Vox y Aliança Catalana rechaza las evidencias científicas y académicas
Creer que la Tierra es plana, que los gobiernos europeos promueven la inmigración para llevar a cabo un reemplazo poblacional a gran escala o sugerir que el coronavirus fue un invento para usarse como arma química contra la población civil son algunas de las conspiraciones que con frecuencia circulan por redes sociales. La encuesta sobre la conspiración y la posverdad publicada este miércoles por el Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat refleja que un 33% de los catalanes tiene pensamientos conspirativos. El fenómeno tiene un impacto directo en las opciones políticas de los catalanes, ya que el documento constata que al menos la mitad de los votantes de Vox (51%) y Aliança Catalana (45%) defienden hechos alternativos en detrimento de las evidencias científicas.
¿Pero qué significa que existe un pensamiento conspirativo? El término se refiere al porcentaje de la población que, de forma sistemática, desconfía de ideas o certezas que han sido demostradas o argumentadas por instituciones o por la comunidad académica y científica. La muestra final de 5.667 personas tomada por el CEO expone que tener pensamientos conspirativos multiplica por 10 la creencia de que expertos y científicos manipulan los datos en favor de intereses políticos o empresariales. El documento refleja que un 30% de los encuestados opina que esto sucede con frecuencia, mientras que un 47% considera que, a pesar de ser poco habitual, puede ocurrir en algunos casos.
El negacionismo climático se acrecienta entre las formaciones de ultraderecha. Al ser preguntados sobre si “los datos sobre el cambio climático solo reflejan un punto de vista y no una verdad absoluta”, el 44% de Vox y el 38% de Aliança Catalana cree que la afirmación es “aceptable, ya que cada uno puede tener su propia forma de entender los hechos”.
Ambos partidos profesan una elevada desconfianza hacia las instituciones y organizaciones internacionales. En una escala de 0 a 10, los simpatizantes de Abascal sitúan su confianza hacia la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un 2,6. Le siguen los de Orriols con tan solo un punto más. También confían poco en los tribunales de justicia, la universidad, la OTAN o en el funcionamiento del propio Congreso de los Diputados.
El estudio confirma que la sociedad está inmersa en una especie de “revuelta contra el establishment, la correción política y los consensos”. Otra vez, casi la mitad de los votantes de Aliança Catalana y Vox —44% y 49% respectivamente—, respaldan la necesidad de recurrir a la posverdad. Es decir, que los hechos objetivos tienen menos peso en la opinión pública que aquellos discursos que apelan a las emociones y creencias personales. Por otro lado, el informe refleja cómo la posverdad ha llegado a la sociedad para quedarse. Partidos tradicionales como PP, PSC o Junts ven, en porcentajes que rondan el 30%, necesario simplificar o exagerar un poco la realidad para transmitir mensajes importantes.
El auge de los populismos y de los liderazgos cada vez más alejados del consenso político es otra de las líneas de trabajo que aborda el informe. Uno de cada cinco catalanes prefieren liderazgos fuertes y decididos que actúen con firmeza, aunque no todo el mundo esté de acuerdo. “Hay un crecimiento de una parte de la sociedad que prefiere un sistema más autoritario siempre que garantice un cierto nivel de vida. Esto es más visible entre la población más joven, ya que no han vivido un sistema autoritario”, señala el director del CEO, Joan Rodríguez Teruel. Un 40% prefiere vivir en un país “capaz de garantizar un nivel de vida adecuado pese a no ser del todo democrático”.
Los índices de populismo que marca el documento sitúan de nuevo a Vox y Aliança Catalana en los valores más altos, con un 65% y un 70% respectivamente. “Existe una cierta tendencia hacia los discursos de formaciones políticas que conectan con la nostalgia”, añade Teruel. Y es que tiempos pasados fueron mejores, según cree el 86% de los votantes de Aliança Catalana, el 76% de Junts o el 71% de Vox.
El sondeo achaca gran parte del incremento de estos fenómenos a la forma de acceder a la información. El canal mayoritario a través del cual se informan sobre actualidad los jóvenes de entre 16 y 24 años son las redes sociales en un 81%. Es donde circulan con mayor frecuencia las noticias falsas y los bulos, y donde partidos como Vox disponen de un amplio altavoz con más de 40.000 seguidores en Cataluña frente a los 18.000 que tiene el PSC.
El feminismo, en el punto de mira de los populismos
En materia de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, un 27% asegura estar de acuerdo en que el feminismo "ha ido demasiado lejos", lo que provoca que las políticas feministas vayan en perjuicio de los hombres. De todos modos, sigue habiendo un 62% de encuestados que opinan que hay "mucha desigualdad entre géneros con perjuicio hacia las mujeres".
La valoración sobre las políticas de igualdad arroja que un 26% considera que dichas medidas "imponen criterios injustos o poco realistas", frente a un 52% que sí cree que "ayudan a corregir desigualdades reales".
La percepción de la inmigración es otro tema central. Un 53 % de los encuestados cree que las personas migrantes reciben "muchas más ayudas" públicas que las personas nacidas en España, mientras que un 62 % ve bien la llegada de flujos migratorios para la economía catalana.