El Supremo anula la condena al ‘Pablo Escobar’ sueco por lavar dinero de la droga con inversiones en España y le absuelve
El alto tribunal concluye que no hay pruebas de que el dinero proceda de operaciones de narcotráfico distintas a aquellas por las que fue juzgado y absuelto en Suecia
Jonas Falk, apodado el ‘Pablo Escobar’ sueco por su supuesta prominencia en el tráfico de drogas internacional, ha ganado la batalla final ante la justicia española. El Tribunal Supremo acaba de anular la sentencia que, hace cuatro años, le condenó a dos años y medio de cárcel por blanquear dinero de sus negocios ilícitos mediante inversiones millonarias en España. El alto tribunal considera que la Audiencia de Barcelona no pudo dar por probado, como hizo, que el dinero procedía de operaciones de narcotráfico distintas de aquellas por las que ya ha había sido juzgado (y finalmente absuelto) en Suecia. Otras siete personas que también había sido condenadas como colaboradoras en el delito de blanqueo de capitales han sido igualmente absueltas, según la resolución a la que ha accedido EL PAÍS.
Falk es, probablemente, el criminal más famoso de su país. La televisión pública le dedicó un extenso documental que repasa su trayectoria. Desde sus inicios en los años 90 como atracador de bancos (protagonizó escapadas de película) hasta su supuesto salto a la primera línea del narcotráfico, una posición que nunca ha podido acreditarse en sentencia firme en los tribunales. Las autoridades de aquel país concluyeron que, en la primera década del siglo, Falk importaba grandes cantidades de cocaína a Europa con un sistema hasta entonces poco visto: con veleros de lujo que cruzaban el Atlántico y pasaban desapercibidos. Suecia le procesó por cuatro de esos alijos, incluido un cargamento con casi 1.400 kilos de cocaína hallado en aguas internacionales del Caribe. Fue condenado inicialmente a 18 años de cárcel, pero recurrió y resultó finalmente absuelto en 2014 porque, pese a los indicios, los jueces apreciaron una “duda razonable”.
En paralelo, España comenzó una no menos compleja investigación judicial por blanqueo de capitales... por esas mismas operaciones de tráfico de drogas. La Fiscalía acusaba a Falk de invertir 5,5 millones en viviendas de lujo, discotecas y restaurantes de Cataluña y Baleares para lavar el botín del narcotráfico. Pero la absolución decretada por Suecia siempre pesó como una losa sobre la causa. Otras desdichas procesales lo complicaron aún más. El hombre se sentó en el banquillo de los acusados en 2015, pero el tribunal, en una decisión muy poco habitual, anuló el juicio: argumentó que el modo en que prestó declaración como investigado (mientras estaba preso de forma incomunicada en Suecia) vulneró sus derechos fundamentales.
La tenacidad de la Fiscalía hizo que el juicio finalmente se celebrara e, incluso, que en 2021 la Audiencia de Barcelona dictara una sentencia condenatoria. Los jueces impusieron una pena menor (dos años y medio) a Falk por blanqueo de capitales. Conscientes de la absolución sueca, los magistrados concluyeron que el dinero procedía de su dedicación al narcotráfico, sí, pero no de las operaciones que ya habían sido juzgadas en el país escandinavo, sino de otras propias de su actividad ilícita.
En ese punto es donde el Tribunal Supremo ve deficiencias en la sentencia de la Audiencia de Barcelona, hasta el punto de anularla y dictar una nueva que contempla la absolución de todos los acusados, tal como habían solicitado las defensas. El Supremo precisa, de entrada, que nada impedía celebrar un juicio por blanqueo en España (no fue acusado de ese delito en Suecia). Pero insiste en que la Audiencia de Barcelona se vio “condicionada por la absolución”. La Fiscalía y los jueces, critica la sentencia, se vieron “obligados a realizar un forzado cambio de escenario” al situar el origen de los fondos en operaciones de narcotráfico distintas de las que habían sido juzgadas.
El problema es que esas otras supuestas operaciones tienen “un sustento probatorio muy frágil” que apenas sobrepasa “el nivel de una sospecha fundada”. El Supremo concluye que no hay prueba suficiente de que los fondos usados en las inversiones, para las que contó con la ayuda de empresarios y abogados, “provengan de operaciones de tráfico de estupefacientes distintas a aquellas por las que fue absuelto por los tribunales de Suecia”.
Sin condenas por narcotráfico, Falk, de 52 años, se encuentra actualmente preso en Suecia. El pasado junio fue condenado a un año y diez meses de cárcel por chantajear al financiero Joachim Kuylenstierna. Sus abogados en aquel país ya han anunciado que recurrirán la sentencia.