El gobierno catalán habilitará 200 millones en préstamos para autónomos para impulsar el coche eléctrico

“Que sea una herramienta para la mayoría y no un lujo”. Salvador Illa, presidente de la Generalitat, ha presentado este lunes el plan para impulsar el vehículo eléctrico (VE) en Cataluña. La Generalitat pretende movilizar 1.400 millones de euros, entre inversiones públicas y privadas, y contempla cinco ejes de actuación. El objetivo principal es que para 2030 “el 40% de coches que salgan al mercado sean eléctricos”, una cifra que hoy en día se encuentra por debajo la media europea, en 14%. Illa ha defendido que el VE “es la única solución para descarbonizar la movilidad si queremos alcanzar los objetivos comunes que se han fijado en Europa”. La Generalitat movilizará 880 millones de euros y el Instituto Catalán de Finanzas publicará dos líneas de créditos: una de 200 millones para autónomos y micropymes que quieran adquirir un coche eléctrico (hasta un tope de 60.000 euros por VE), y 240 millones para las flotas de las empresas. En cuanto a la mejora de la percepción social, el gobierno de Illa invertirá hasta 20 millones entre “campañas comunicativas y mejoras en el sistema de gobernanza”.

El gobierno catalán ha planteado una lista de medidas para solucionar los principales impedimentos para utilizar este método de transporte: los problemas de coste del VE en su accesibilidad para la población, la “mala” infraestructura de la red de puntos de recarga, y la percepción pública -”muy limitada actualmente”- de los beneficios de esta tecnología. Para ello, el Govern ha fijado en 45.000 los puntos de recarga necesarios para 2030 (actualmente hay unos 9.000). Asimismo, también se ha anunciado que para la misma fecha “se electrificará el 90% de la flota de la Generalitat”.

Illa ha defendido la labor de las empresas: “Están haciendo bien su trabajo”. Con ello se ha referido, por ejemplo, a Seat, que empezará a producir vehículos eléctricos en Cataluña a partir de 2026. En el marco del segundo eje del plan, que pretende impulsar la demanda, el socialista ha anunciado que se darán “más incentivos económicos a los compradores de vehículos eléctricos, como empresas e instituciones, mediante subvenciones directas para la compra e instalación de puntos de recarga”.

De los 121.000 vehículos que se matricularon en Cataluña el año pasado, menos de 20.000 son eléctricos puros o híbridos enchufables, un 14,3%. El dato se considera muy débil ante las exigencias de la Unión Europea, que demanda que en 2030 el 40% de los coches nuevos que se matriculen sean eléctricos. La desproporción es aún más notable si se tiene en cuenta que de todos los 5,3 millones de vehículos que constan matriculados en Cataluña, apenas 80.000 están propulsados por energía limpia, lo que supone un exiguo 1,5%.