Esquerra comunica al Govern de Illa su negativa a negociar los Presupuestos de 2025
El PSC defiende que su prioridad es “cumplir los acuerdos de investidura”, aunque empieza a mostrar signos de resignación ante la posibilidad de que las Cuentas catalanas no salgan finalmente adelante
“No hay negociación ni habrá negociación de los Presupuestos de 2025″. Así de taxativa se ha mostrado este lunes la número dos de Esquerra Republicana y portavoz del partido, Elisenda Alemany, en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal de la cúpula del partido. Los republicanos entierran así cualquier posibilidad de negociar las cuentas de la Generalitat para este ejercicio, en una maniobra que tiene tanto de táctico como de presión hacia el Ejecutivo de Salvador Illa.
La nueva dirección de ERC que comandan Oriol Junqueras y la propia Alamany quieren hacer valer su condición de fuerza necesaria para el avance de la mayoría progresista en el Parlament y responder a cierto relato que los pinta como un partido dócil ante los socialistas. “Toca ser exigentes y hacer respetar los acuerdos que hemos alcanzado”, ha insistido la secretaria general de la formación independentista.
Es la primera vez que, de manera nítida, un peso pesado del partido deja claro que no habrá apoyo a las cuentas del Govern de Illa. Hace una semana, pese a que tanto Junqueras como Alamany habían comparecido en el Consell Nacional de la formación, el anuncio de que ERC no se sentaría en la mesa de negociación había llegado vía nota de prensa. “Entre la soberanía fiscal y los Presupuestos de la Generalitat de 2025, escogemos la soberanía fiscal”, ha añadido Alamany, que ha afeado a que el Ejecutivo catalán no se haya movido en estos meses en la puesta en marcha de la nuevo sistema de financiación singular. La secretaria general ha calificado de “tardía” la gira que emprenderá Illa por las diferentes Comunidades Autónomas para explicar las ventajas de la nueva financiación y que implicaría que Cataluña recaude, para comenzar, el IRPF en el próximo ejercicio.
Alamany, de hecho, ha descartado un cambio de posicionamiento incluso si Illa “pisara el acelerador” de alguna manera en los próximos días en aspectos relativos a la financiación -por ejemplo, medidas de cara a fortalecer la Agencia Tributaria de Cataluña-. La número dos de los republicanos tampoco ha aclarado si en su formación darán apoyo a posibles ampliaciones de crédito, derivadas de la prórroga presupuestaria.
El PSC, cauto
El PSC defiende que la posición de ERC no cambia su hoja de ruta. “Nuestro plan es cumplir todos los acuerdos de investidura, y no hay plan B”, ha señalado este mediodía Lluïsa Moret, portavoz del PSC. La formación sigue evitando de momento presionar a los republicanos y, como ya anticipó la semana pasada la consejera de Economía, Alícia Romero, plantea que el Govern tiene “otras vías” para garantizar la gobernabilidad si finalmente los nuevos Presupuestos no ven la luz este año. “El gobierno debe implementar los instrumentos que ayuden a concretar las políticas públicas”, ha señalado, en referencia a los posibles decretos de modificación de crédito o a eventuales ampliaciones de déficit para asumir acciones no estipuladas en los Presupuestos vigentes. Cuestionada sobre la posibilidad de que ERC tampoco valide este escenario y bloquee en el Parlament las propuestas del Ejecutivo, Moret ha evitado hacer hipótesis: “Ya veremos qué pasa en el futuro”.
A pesar de la contundencia de las palabras de Alamany minutos antes de su intervención, Moret ha mantenido un tono conciliador con Esquerra. Ha subrayado que el PSC “respeta” las decisiones de la nueva dirección republicana y ha planteado que las relaciones entre ambas formaciones deben basarse en la “confianza, lealtad y discreción” para que “cuando sea adecuado, los espacios de diálogo sean fluidos y contemplen ir negociando”.
Comuns, el tercer vértice de la ecuación, mantiene las reclamaciones en materia de vivienda y su portavoz, Gerardo Pisarello, ha reivindcado la ejecución del régimen sancionador para los propietarios que incumplan la ley. “Si tenemos medidas de regulación del mercado es una buena noticia, pero hacen falta sanciones para cuando se incumpla”, ha defendido. Los comunes anunciaron que si el régimen sancionador no se aprobaba antes del 31 de enero, interrumpirían las negociaciones de los Presupuestos, pero ante la falta de avances entre socialistas y republicanos, el portavoz se ha mostrado ambiguo: “Necesitamos políticas valientes”, ha dicho, sin concretar si la formación tiene garantía de que el Ejecutivo empezará a aplicar el régimen de sanciones y qué hará su formación en caso de que no sea así.