Macroperación de los Mossos contra una red de tráfico de marihuana y blanqueo a través del ‘fei chien’

Más de 500 agentes se despliegan en la segunda fase de una investigación policial en la que se prevén más de 30 registros

Uno del los domicilios registrados en Sant Joan Despí (Barcelona) en la operación contra una red de tráfico de marihuana y blanqueo a través del ‘fei chein'.Gianluca Battista

Los Mossos d’Esquadra llevan a cabo desde primera hora de la mañana de este martes una macroperación policial contra el tráfico de marihuana, el blanqueo de capitales y la tenencia de armas. Unos 500 agentes de la policía catalana se han desplegado por la provincia de Barcelona y Tarragona para llevar a cabo más de 30 registros. Se trata de la segunda fase de una operación antidroga, con nexos entre Milán y Barcelona, que destapó una red de blanqueo a través del sistema de transacción de dinero hawala o fei chien. El caso, que dirige el juzgado de instrucción número 4 de Badalona, se encuentra bajo secreto de las actuaciones.

La Operación Daolou ha empezado poco después de las seis de la mañana, cuando los agentes han irrumpido de manera coordinada en numerosos domicilios de la ciudad de Barcelona, su área metropolitana y la provincia de Tarragona. Liderada por la unidad de delitos económicos, y en coordinación con Europol, se trata de la segunda fase de una investigación que destapó una organización radicada en Italia, que se valía de sucursales de origen chino para mover dinero sin necesidad de transferencias. El grupo importó 30 toneladas de hachís y marihuana, y logró unos 26 millones de euros de beneficios al año. En segunda etapa de registros se prevén numerosos detenidos, según fuentes policiales. Entre otros servicios, se han desplegado los GEI y también la canina, que suele intervenir en los casos en los que se busca dinero en efectivo.

La primera fase de la investigación, hace un año, puso al descubierto los secretos del fei chien (traducido: dinero que vuela), una especie de banca paralela que funciona en todo el mundo y que está en manos de ciudadanos chinos. El crimen organizado recurre a menudo a ella por su opacidad. El método permite la compraventa de droga sin tener que hacer transferencias bancarias ni mover grandes cantidades de efectivo, con lo que se reducen los riesgos ante la policía. En el caso investigado, el comprador de droga entregaba el dinero a un hawalador de Milán y el vendedor recibía el efectivo por la mercancía en un establecimiento análogo de un polígono industrial de Badalona. Los banqueros chinos se compensan entre sí las cantidades y reciben, a cambio del servicio, una comisión que oscila entre el 1,5 y el 8%, según han constado los investigadores. Para proporcionar seguridad a la transacción, facilitan un código (el número de serie de un determinado billete de cinco euros) y la dirección del establecimiento.


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