Canovelles salva su mercadillo aumentando la presencia policial contra el ‘top manta’

Los comerciantes que se iban a quedar sin trabajo podrán volver a montar su parada este domingo 3 de noviembre. El Consistorio de Canovelles ha aplazado su decisión de suspender el mercadillo para frenar los puestos ilegales de top manta tras llegar a una acuerdo con la consejería de Interior de la Generalitat. Con el objetivo de garantizar la seguridad, la policía local y los Mossos aumentarán el número de efectivos en el mercado y establecerán controles de acceso en la carretera y en las estaciones de transporte público cercanas.

El Ayuntamiento de Canovelles ha anunciado que contratará seguridad privada, como ya había hecho en ocasiones anteriores, y perimetrará las zonas que se determinen conflictivas, como parques o calles donde se ubica la venda ambulante. El Consistorio deja abierta la posibilidad de suspender el mercado en caso de que los compromisos de aumentar la presencia policial no se mantengan y ya ha acordado reuniones semanales para revisar la situación de los operativos policiales.

El cierre temporal fue impulsado por un informe de la Región Metropolitana Norte de los Mossos d’Esquadra donde se explicaba que en caso de accidente no se podría garantizar el acceso de una ambulancia. Según el informe, son “un número incontrolable de entre 250 y 300 vendedores” situados en las aceras y las vías de evacuación. El alcalde del municipio, Emilio Cordero, justificó que la decisión de cerrar se había tomado para “garantizar la seguridad” y en cuestión de semanas tiene intención de cambiar la ubicación del mercado.

Los dueños de las paradas legales han recibido con alivio la noticia de la reapertura. Abdul, que lleva dos décadas vendiendo ropa, está muy contento de poder montar su tienda un domingo más, pero no está seguro de si los manteros también los acompañarán. “El domingo que viene veremos cómo es el mercado”, afirma con prudencia.

Entre los manteros hay incertidumbre sobre cómo será el fin de semana. “Lo que me dan a entender es que nos pondrán multas”, afirma Nerea, que vende zapatos de imitación y ha decidido que esta semana no volverá al mercadillo para evitarse problemas. Ali, un top manta que vende abrigos, no está sorprendido por la decisión de aumentar el número de efectivos en un mercadillo tan grande “que la policía había abandonado los últimos cinco años”. El mantero critica que se les acuse por causar inseguridad en Canovelles: “Los manteros venimos a buscarnos la vida cino horas a la semana y en Canovelles hay inseguridad todos los días”. Ali respetará la policía si no le permite vender, pero irá el domingo para ver “si vienen a arreglar el mercadillo o si van contra los manteros”.