Un bulo sobre “jóvenes tutelados” moviliza a vecinos de Tiana contra pisos públicos
La localidad del Maresme (Barcelona), con una de las rentas más altas de Cataluña, planea construir hasta medio centenar de viviendas de alquiler social
Tiana es uno de los municipios más ricos de Cataluña y cuenta con un parque de vivienda pública envidiable que, además, ha gozado tradicionalmente de apoyos sin fisuras. Pero ese consenso se ha roto. Centenares de vecinos se han movilizado en las últimas semanas contra un proyecto del Ayuntamiento y del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) para con...
Tiana es uno de los municipios más ricos de Cataluña y cuenta con un parque de vivienda pública envidiable que, además, ha gozado tradicionalmente de apoyos sin fisuras. Pero ese consenso se ha roto. Centenares de vecinos se han movilizado en las últimas semanas contra un proyecto del Ayuntamiento y del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) para construir hasta medio centenar de pisos públicos en régimen de alquiler. El bulo de que las viviendas van a destinarse a jóvenes tutelados y extutelados de la Generalitat ha cogido fuerza y ha despertado el rechazo de una parte de los vecinos, que piden al consistorio dar marcha atrás y reservar el espacio, como estaba previsto inicialmente, para equipamientos. El alcalde de Tiana, Isaac Salvatierra, denuncia una campaña interesada de desinformación: “Se ha intentado atizar el fuego con falsedades. Se ha hecho creer a los vecinos que los pisos serán para menores no acompañados, incluso para expresidiarios que vendrán a reinsertarse”, lamenta.
A Salvatierra le sorprendió que, en el pleno municipal previo a las vacaciones de verano, ningún otro partido apoyara el proyecto de construir entre 40 y 50 viviendas públicas de alquiler en la calle de Cals Frares. No es que necesitara sus votos: la lista independiente Junts per Tiana gobierna con mayoría absoluta. Pero Salvatierra no entendía que, en plena “emergencia habitacional”, una iniciativa así topara con el rechazo o la indiferencia de los partidos. ¿Qué había pasado? Todo empezó con un error involuntario que, llevado de boca en boca, se transformó en bulo y caló entre los vecinos.
De entre los solares que Tiana ofreció para construir vivienda pública, los técnicos del AMB escogieron, por considerarlo el más óptimo, uno que estaba destinado inicialmente a equipamientos. La normativa urbanística permite darles un uso residencial, siempre que se etiquete a los pisos como “viviendas dotacionales” que buscan satisfacer demandas de “colectivos de personas con necesidades de asistencia o emancipación”. Por lo general, esas viviendas se destinan a jóvenes, mayores o colectivo vulnerables. En uno de los documentos, copiado de las cláusulas de otro municipio, se aludió por error a “jóvenes tutelados”. Una expresión que, aunque carece de valor jurídico por el lugar del documento en el que se menciona, fue empleada, denuncia Salvatierra, para trasladar a los vecinos una idea errónea sobre quiénes iban a ser los ocupantes de las viviendas.
El bulo circuló. Los rumores y la especulación se dispararon. “Ojo. Me acaban de decir que van a hacer en Tiana unos pisos para MENAS [acrónimo de menores extranjeros no acompañados], no para los de aquí como cree la gente. ¿Quién sabe algo?”, escribió un miembro del grupo “Tiana opina y denuncia” de Facebook. Unas 300 personas se unieron a un grupo de WhatsApp donde intercambiaban inquietudes. A esos vecinos de este pueblo residencial del Maresme, ubicado en un entorno privilegiado (a los pies de la Serralada de Marina) y donde la vida transcurre por lo general de forma tranquila y apacible, no les gustaba la idea de que jóvenes tutelados se instalasen cerca de sus casas.
Para desmentir el bulo, el Ayuntamiento ha elaborado un documento con preguntas y respuestas en el que deja claro que los pisos de alquiler son para vecinos de Tiana porque, entre otras cosas, las cláusulas fijarán como requisito que hayan estado empadronados allí los últimos tres años. Los extranjeros que cumplan esos requisitos pueden optar a las viviendas, pero es que apenas hay. De los 9.200 habitantes de Tiana, solo 500 son extranjeros (entre comunitarios y extracomunitarios). “No tenemos industria y las personas inmigrantes difícilmente pueden pagar un alquiler aquí porque es uno de los más altos de Cataluña”, dice Salvatierra.
Alquileres de más de 1.000 euros
El precio medio de los alquileres en Cataluña ha caído un 5% en el segundo trimestre del año coincidiendo con la regulación de las rentas en las zonas tensionadas. Tiana es una de ellas. El precio también ha bajado aquí, aunque sigue en límites inalcanzables para muchos: 1.054 euros al mes. “Los gobernantes estamos obligados a hacer políticas para facilitar el acceso a la vivienda a un precio asequible”, señala Salvatierra. Aunque cuenta con una de las rentas per cápita más altas de Cataluña, también hay desigualdades y “situaciones de vulnerabilidad”, especialmente entre jóvenes y pensionistas. El alcalde pide recuperar el consenso sobre vivienda pública, donde Tiana también lleva la delantera: desde 1985, se han construido 477 viviendas de protección oficial, que representan el 14% del total, casi en sintonía con Europa (15%) y muy por encima de la raquítica media catalana, del 1,5%.
Pese al esfuerzo por disipar bulos, el perfil de los ocupantes de esas futuras “viviendas dotacionales” sigue generando dudas en un pueblo cada vez más residencial, en el que la principal exigencia a los políticos es que no suban el IBI y que mantengan las calles limpias y cuidadas. Argumentan algunos vecinos que, si se construyen nuevos pisos, “se pierde la esencia de Tiana”, donde predominan las casas, algunas joyas arquitectónicas de otro siglo. A otros les molesta que, con los dos bloques proyectados, van a quedarse sin los equipamientos pensados inicialmente en ese lugar. “Lo que a la gente le molesta es que no sean claros, que digan una cosa y quieran hacer otra, y que con su mayoría absoluta deshagan el proyecto que había”, lamenta una vecina. El anterior equipo de gobierno (ERC) había aprobado un parque de skate, aunque modificó el proyecto a petición de sus socios del PSC para incluir un parque, una especie de “bosque urbano”. Salvatierra mira desde su despacho a la falda de la Serralada de Marina: “Es que tenemos nuestro propio Central Park... Vivimos en un pueblo muy tranquilo y rodeado de verde, con un parque natural a 150 metros”.