El cara a cara final entre los héroes de la mayor remontada de la historia de la Copa del América

Ben Ainslie (Ineos Britannia) y Jimmy Spithill (Luna Rossa) se enfrentan en la final de la Louis Vuitton Cup de Barcelona 11 años después de dar la vuelta como compañeros a un 1-8 adverso

James Spithill y Ben Ainslie, cuando eran compañeros en el Oracle Team, en la Copa del América de 2013.Justin Sullivan (Getty Images)

Ben Ainslie (Macclesfield, Ingalterra, 47 años) hizo ganar a Jimmy Spithill (Sydney, 45 años) en 2013 y ahora está a punto de hacerle perder. Compañeros hace 11 años en la mayor remontada de la historia de la Copa del América, ahora se enfrentan cara a cara en la final de la Louis Vuitton Cup para desafiar al Team New Zealand, el defensor del título, en el Match final. Tras una eliminatoria igualadísima entre Ineos Britannia (Reino Unido) y Luna Rossa (Italia), Ainslie llevó este miérc...

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Ben Ainslie (Macclesfield, Ingalterra, 47 años) hizo ganar a Jimmy Spithill (Sydney, 45 años) en 2013 y ahora está a punto de hacerle perder. Compañeros hace 11 años en la mayor remontada de la historia de la Copa del América, ahora se enfrentan cara a cara en la final de la Louis Vuitton Cup para desafiar al Team New Zealand, el defensor del título, en el Match final. Tras una eliminatoria igualadísima entre Ineos Britannia (Reino Unido) y Luna Rossa (Italia), Ainslie llevó este miércoles a los británicos a un solo punto (van 6 a 4 en una ronda que gana el que consigue siete puntos) de pasar a la ronda final tras vencer las dos regatas del día. Sería la primera vez en 50 años que un escuadrón del Reino Unido desafía al Defensor de la Copa del América.

Los destinos de Ainslie y Spithill quedaron marcados para siempre en 2013. Formaban parte del equipo Oracle Team (Estados Unidos), el equipo defensor de la Copa del América celebrada en San Francisco, aunque con roles muy distintos. Spithill era el patrón, el director, y Ainslie, ganador de cinco medallas olímpicas (una plata y cuatro oros entre Atlanta 1996 y Londres 2012) únicamente formaba parte del segundo equipo de la escuadra que ayudaba al equipo titular a entrenar en formato Match race (uno contra uno). El británico era un simple suplente sin presencia en la competición.

Pero la defensa del título empezó fatal. El equipo desafiador, el Team New Zealand (Nueva Zelanda), venció las primeras cuatro regatas en una final que requería de nueve triunfos para conseguir la Jarra de las Cien Guineas. Y Spithill tomó una decisión: echó a John Kostecki de la posición de Táctico (ubicado en la popa, la parte posterior del barco, su rol era decidir los posicionamiento en el agua) e incorporó a Ainslie en una decisión que generó dudas en el propio equipo. “Los cambios de tripulación en plena final nunca han funcionado en el pasado, así que tenemos que tener cuidado de no hacer un cambio precipitado”, avisó Russell Coutts, director general del conjunto norteamericano.

Ben Ainslie sostiene la Copa del América en 2013. MONICA M. DAVEY (EFE)

La mejora se materializó cuando la situación llegó al límite. 1 a 8 a favor de los neozelandeses. Los kiwis tenían ocho regatas de margen para conseguir una victoria. Que nunca llegó. La mano de Ainslie cambió el rumbo de la final al acertar las roladas, las rachas y las maniobras de un barco que ya volaba (los foils se introdujeron en aquella edición) y que venció los siguiente ocho duelos. Considerada como una de las mayores remontadas de la historia del deporte, aquella Copa del América fue la primera y única de Ainslie, y la segunda de Spithill, ganador también en 2010. “Ben es alguien formidable, despiadado y clínico”, le define Dylan Fletcher, su compañero en el timón del Ineos Britannia en Barcelona.

El desarrollo de Ineos Britannia en las aguas de Barcelona ha puesto contra las cuerdas al gran favorito en el inicio de la competición para retar al Team New Zealand. Finalistas en 2021 en Auckland (Nueva Zelanda), Luna Rossa ha ido acumulando averías y errores que le sitúan al borde de la eliminación. El último, la elección del foque (la vela pequeña de proa, en la parte frontal del barco). Los italianos eligieron un tamaño demasiado pequeño que no dio el rendimiento esperado con un viento menor del previsto. “El viento no aumentó como esperábamos”, admitió Horacio Carabelli, coordinador de diseño del conjunto italiano. El tamaño del foque se elige en función de la fuerza del viento: si sopla poco, debe ser grande para obtener la máxima inercia eólica posible; pero si sopla mucho y la vela mayor ya capta toda la energía necesaria, el foque debe ser pequeño para ganar agilidad en las maniobras.

A las puertas de la eliminación, Spithill recuerda que nada está perdido. “Enhorabuena al Ineos por las dos victorias [del miércoles]. Hemos luchado hasta el final y volveremos a ir a por ello en la siguiente jornada”, avisa. Nunca dice jamás uno de los héroes de la mayor remontada de la Copa del América. Aunque enfrente esté, su ayer compañero y hoy rival, Ben Ainslie.


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