Dos escuelas catalanas del Opus, Viaró y Canigó, anuncian su fusión para sobrevivir a la retirada del concierto

Ambos centros defienden que quieren mantener la educación diferenciada, de modo que perderán la financiación de primaria en 2026

Alumnos entrando al colegio Viaró, en Sant Cugat del Vallès.I. V. (EL PAÍS)

Unirse para crecer y resistir el temporal. Con esta intención dos escuelas del Opus Dei -Viaró, de niños, y Canigó, de niñas- han anunciado que inician un proceso de fusión que tardará unos años en hacerse efectivo. Los dos centros se declaran decididos a mantener el modelo de educación diferenciada -en que niños y niñas estudian separados-, a sabiendas que ello les comportará perder el concierto económico. De hecho, ...

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Unirse para crecer y resistir el temporal. Con esta intención dos escuelas del Opus Dei -Viaró, de niños, y Canigó, de niñas- han anunciado que inician un proceso de fusión que tardará unos años en hacerse efectivo. Los dos centros se declaran decididos a mantener el modelo de educación diferenciada -en que niños y niñas estudian separados-, a sabiendas que ello les comportará perder el concierto económico. De hecho, Viaró ya lo perdió hace dos años en la etapa de la ESO y en 2026 se renovarán los de primaria. “La motivación de esta integración es por la perspectiva de futuro que tenemos, con la imposibilidad de acceder al concierto. Es un futuro muy incierto, así que debemos dar una oferta formativa más atractiva que nos permita crecer”, explica a este diario un portavoz de la escuela Viaró.

Con la nueva ley estatal de educación, la Lomloe, en la mano -que obliga a los centros concertados a escolarizar y mezclar niños y niñas en el aula- el Govern de ERC decidió hace dos años, aprovechando el proceso de renovación de los conciertos en la ESO, retirar la financiación a las escuelas del Opus que mantuvieran la educación diferenciada. Una decena de centros decidieron cambiar de método y adaptarse a la normativa, pero dos se negaron y perdieron las ayudas públicas: Viaró (Sant Cugat) y Camp Joliu (L’Arboç).

En 2026 se renuevan los conciertos de primaria y viendo la vía judicial agotada, de momento, tras las últimas sentencias que dan la razón al Govern, Viaró ha decidido mover ficha porque en dos años el centro será completamente privado y su viabilidad dependerá de las cuotas que paguen las familias. Este curso, la escuela de Sant Cugat ha convivido con una primaria concertada, pero una ESO privada. “Ha sido un esfuerzo constante, hemos trabajado en la eficiencia de costes, pero no hemos tocado las cuotas. En este futuro incierto que viene, si crecemos como colegio, nos podremos mantener”, asevera el portavoz del colegio.

Hace un tiempo, Viaró -con 1.200 alumnos- y Canigó -cerca de 1.000 alumnos- empezaron a tener contacto y compartir inquietudes. Este segundo centro, ubicado en el distrito barcelonés de Sarrià-Sant Gervasi, fue uno de los que aceptó hace dos años aplicar una escolarización mixta, pero ahora corrige y quiere volver a la diferenciada, a riesgo de perder el concierto. Canigó no ha respondido a las peticiones de este diario.

Según detallan desde Viaró, la idea es crear una entidad nueva que integre los dos centros educativos, que pasarán a tener el mismo código administrativo. Pero el proyecto no se queda aquí. Ambos centros se abren a acoger niños y niñas. “La primera idea es abrir líneas de Canigó en el Viaró, abriremos líneas para niñas es espacios diferentes, pero dentro del recinto. Era una de las demandas de las familias para poder conciliar”, explica el portavoz del centro de Sant Cugat. Y es que los padres escolarizaban a los niños en Viaró, pero enviaban las niñas a Canigó, en Barcelona, tradicionalmente su escuela colaboradora, o a otro centro. De momento, los centros no se aventuran a poner fecha a la fusión, aunque no ven que sea posible antes de 2026.

Desde Viaró descartan que escolarizar a niños y niñas les sirva para mantener el concierto, una maniobra que usa el Real Monasterio de Santa Isabel, de Los legionarios de Cristo, que en las etapas obligatorias están separados la mayoría del tiempo, pero los mezclan en los cursos de infantil y bachillerato.

Ambos centros enviaron conjuntamente hace unos días una carta a las familias, informando de su intención de iniciar “un proceso de integración” que permita mantener el modelo educativo “a pesar de no contar con financiación pública”, según avanzó el diario Ara. En la misiva, las escuelas destacan que tienen muchos puntos en común y convocan a las familias a una reunión informativa, que se celebró este lunes.

Desde Viaró explican que durante el encuentro, las familias expresaron “incerteza” y “preocupación”, pero también “ilusión”, ya que ven una posibilidad para hacer más fácil la logística familiar.

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