Tossa de Mar acoge con normalidad a los refugiados: “Esto es un problema más político que de convivencia”

Los vecinos del municipio viven con prudencia la llegada de los demandantes de asilo después de que su alcalde calificara el realojo de “desproporcionado”.

Imagen del hotel en el que se hospedarán 200 migrantes solicitantes de asilo.massimiliano minocri

El pueblo costero de Tossa de Mar (Girona), tranquilo y lluvioso, ha recibido este miércoles por la noche la llegada del segundo grupo de migrantes, de unas cien personas, que se une al que llegó el martes por la noche. Los migrantes están instalados en un céntrico hotel del municipio gestionado por el Ministerio del Interior. La población ha reaccionado a las polémicas declaraciones del alcalde, Martí Pujals (Junts), que provocaron controversia al calificar el realojo de ‘’desproporcionado’' y que su presencia puede afectar a la temporada turística. ‘’Creo que es un problema más político que social o de convivencia. Es un pueblo pequeño, de 6.000 habitantes, pero acogemos a decenas de miles de turistas durante el año. Hay que ayudar a aquellos que huyen de su país por necesidad’', asegura Carlos Vizarro, vecino del municipio.

El ambiente en Tossa es de calma ante la llegada de los 200 migrantes, por lo que los posibles problemas de convivencia a los que se refirió Pujals no han calado entre las conversaciones del vecindario. ‘’Siempre se ha respirado serenidad en el pueblo. Mientras estos jóvenes convivan en paz, no veo ningún problema’', asegura Lázaro G., quien lleva 30 años con segunda residencia en la localidad. ‘’El único problema puede ser que al haber terminado la temporada turística, en caso de que se queden, difícilmente encontrarán un empleo. Los mismos vecinos que trabajan en el sector turístico, en septiembre se ven forzados a ir a trabajar a Blanes o Lloret, poblaciones que triplican la de Tossa’', añade. Algunos vecinos también han mostrado escepticismo con el realojo de estos migrantes. ‘’El Gobierno dice que se quedarán entre dos y cuatro semanas, pero seguro que nos engañan. No ha habido transparencia’', señala un matrimonio que regenta un local de artesanía local.

Ninguno de los solicitantes de asilo que acogerá Tossa de Mar llega directamente desde Canarias. La mayoría de los jóvenes que ya están alojados en el hotel han viajado a Cataluña desde Murcia, donde han vivido los últimos seis meses acogidos al derecho internacional. Han llegado acompañados por una trabajadora de la fundación APIP-ACAM, una entidad encargada de reubicar y poner en contacto a los demandantes de asilo con sus familiares, pero no ha querido hacer declaraciones. Tampoco el Ayuntamiento.

Algunos de los migrantes han salido en cuentagotas para pasear por la costa en cuanto la tormenta ha aflojado. Hacia las 17.00, un grupo de tres jóvenes se ha asomado al exterior del edificio, teléfono en mano para tomar unas fotografías del pueblo. En ese momento un guardia de seguridad del hotel se ha dirigido discretamente a uno de ellos y le ha prohibido hablar con la prensa que esperaba a las puertas. ‘‘Lo siento, no me dejan hablar con nadie’', ha dicho el hombre discretamente. La mayoría de ellos son hombres, pero también hay mujeres. Todos esperan ser reagrupados con sus familias, que en mayor número se encuentran en otros países del norte y centro de Europa.

El hotel tiene reserva para un mes, pero el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha comunicado que el recurso es temporal y no sabe si se prorrogará. La Delegación del Gobierno ha confirmado que casi todos son de Mali, país en conflicto en el que el 98% de las peticiones de asilo y refugio son admitidas, pero también de Níger y Nigeria, dos países desolados por el terrorismo y la hambruna. El delegado del Gobierno, Carlos Prieto, ha informado de que no residirán de forma permanente en Tossa ni deberán ser acogidos por la población porque sólo están a la espera de que se tramite su solicitud.

Ante el caso, se ha levantado una polvareda política en Cataluña. La Generalitat insiste en que se está hablando de personas que han pedido asilo, personas tras las que hay “historias muy complicadas”, ha explicado en rueda de prensa la consellera y portavoz del Govern, Sílvia Paneque. La respuesta de Junts ha sido el apoyo a Pujals. Jordi Turull, su secretario general, quien estuvo en Barcelona durante la manifestación multitudinaria de 2016 bajo el lema ‘’Prou Racisme’' contra el Pacto Migratorio entre la Unión Europea y Turquía, ha arropado a su alcalde en una entrevista a TV3 al asegurar que el Ayuntamiento sólo ha preguntado ‘’con qué criterio’' llegan estos migrantes y cuál es el ‘’reparto general’'.

El portavoz del grupo parlamentario PSC-Units, Ferran Pedret, ha remarcado que se deben analizar fórmulas de protección internacional para estas 200 personas. La respuesta ha chocado con su homólogo del Partido Popular de Cataluña, Juan Fernández, quien cree que la acción del Gobierno deja en ‘’total indefensión a los municipios’'.

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