Turull asegura que Puigdemont estuvo en Barcelona hasta las 8 de la tarde del día de la investidura
El secretario general de Junts asegura que no había ningún pacto con la policía catalana para evitar la detención
Jordi Turull, secretario general de Junts per Catalunya, ha asegurado este lunes que Carles Puigdemont estuvo en un piso en Barcelona hasta las 20 horas del pasado 8 de agosto, el día de la investidura de Salvador Illa, antes de regresar de nuevo a Bélgica, donde vive para evitar la acción de la justicia española. La operación Gàbia (jaula, en catalán), con que la policía pretendía detenerlo, se desactivó a las 1.30 de la tarde. En una entrevista a RAC-1, el número dos del partido independentista ha insistido en que no existía ningún pacto con la policía catalana para no evitar la detención y ha cargado contra la dirección política de los Mossos. Puigdemont protagonizó una aparición fugaz de apenas cinco minutos en Barcelona en un mitin organizado por su partido y los Mossos no lograron detenerle pese al gran dispositivo desplegado.
“Había gente que tenía cosas preparadas para las eventualidades. Cuando deja el escenario [en el paseo de Lluís Companys] va a una carpa y en ese momento no sabíamos si habría pleno [de investidura] o no”, ha asegurado Turull en la emisora catalana para justificar su decisión de no ir al hemiciclo. En ese momento, ha explicado el exconsejero de Presidencia, se opta por ir a otro piso, a preparar la posible intervención de Puigdemont en el pleno y seguir el desarrollo del operativo policial que le impedía entrar al parque de la Ciudatella. A las 8 de la tarde, tras constatar en la imposibilidad de estar en la sesión, según Turull, el expresident decidió emprender el camino de regreso a Bélgica tras estar dos días escondido en pisos de la capital catalana.
Turull ha insistido en que no había ningún tipo de pacto con la policía catalana para evitar la detención de Puigdemont, que desde 2017 vive en exilio autoimpuesto en la capital belga, y ha cargado contra la dirección política de los Mossos d’Esquadra. La imagen de la policía catalana, ha defendido, no ha quedado en entredicho por lo ocurrido y ha criticado que el dispositivo montado fuera como si “se quisiera atrapar a Hannibal Lecter”, el protagonista de la famosa película El silencio de los corderos.
El número dos de Junts ha reivindicado la decisión de Puigdemont de no ponerse a disposición de las autoridades. “Puedes dejarte detener o confrontar y plantar cara. Y eso es lo que en ese momento se decide”, ha explicado. “Confrontación con las personas, en este caso un juez determinado, que se ríe del Congreso y del espíritu de una ley, y que ha decidido no aplicarla”, ha ahondado.
Turull también ha recordado que cuando Puigdemont fue detenido en Alemania, en 2018, la justicia de ese país sugirió que le podía extraditar por un delito de malversación y el Tribunal Supremo se opuso. El exconsejero ironiza cómo ahora ese mismo delito es el caballo de batalla de los jueces que se resisten a aplicar la amnistía y que, ha recordado, ha sido interpretado de tres maneras distintas durante todos los procesos relacionados con independentistas.
Hay un detalle que Turull no ha querido revelar en la entrevista con la emisora catalana: qué ruta utilizó Puigdemont para regresar a su casa de Waterloo, aunque sí ha asegurado que fue un trayecto sin paradas.
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