Muere el cocinero catalán Fermí Puig a los 65 años

El chef fue pionero de la alta restauración de hotel en España al frente del restaurante Drolma, con una estrella Michelin

El cocinero Fermí Puig, en 2009 en el Hotel Majestic de Barcelona.

El cocinero catalán Fermí Puig ha muerto este viernes por la noche a causa de una enfermedad a los 65 años. Se organizará una ceremonia laica en Granollers (Barcelona), donde había nacido en 1959, y será incinerado. Puig acabó su larga carrera en el restaurante barcelonés que lleva su nombre en la calle Balmes y que abrió en 2013 junto a su gran amigo Alfred Romagosa, jefe de sala después de servir a la reina de Inglaterra en el Ritz.

Justo antes fue el chef del desaparecido restaurante Drolma, también en Barcelona, con una estrella Michelin, convirtiéndose en pionero de la alta restauración de hotel en España en el Hotel Majestic de Barcelona. “Montamos una fonda a nuestra medida, sin guía, destinada sobre todo a gente agradecida, popular y dispuesta para una comida de fiesta mayor”, resumía así Romagosa el espíritu del Restaurante Fermí Puig.

Puig fue un cocinero atípico. En sus años de estudiante pasó por la Universidad Autónoma. Lo suyo fue desde siempre la cocina. Se inició en el restaurante que tenía Montse Guillén en la calle de Marià Cubí de Barcelona, y en la Fonda Europa de Granollers. Le tocó hacer la mili en Cartagena, donde, por un caprichoso azar del destino, coincidió en los fogones de Capitanía General con Ferran Adrià. Ferran Adrià y Fermí Puig volvieron a coincidir en El Bulli, pero Puig se marchó antes de la gran eclosión. Después de pasar unos años saltando de cocina en cocina, Puig acabó en el hotel Majestic, donde creó el Drolma.

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