El independentismo se organiza para evitar que el PSC presida la Mesa del Parlament
Salvador Illa pide que la composición del órgano de gobierno de la Cámara “respete” los resultados del 12-M
El independentismo perdió el pasado 12 de mayo su mayoría absoluta en la Cámara catalana pero ahora se mueve para intentar blindar su peso en su órgano rector, la Mesa, que se constituye el lunes 10 de junio. La diputada electa por la CUP, Laia Estrada, ha avanzado este miércoles que su formación ya ha mantenido contactos con ERC, Junts e incluso los comunes para conformar lo que ha denominado “Mesa antirepresiva”. La intención del partido antisistema es lograr un acuerdo donde los 59 votos de las formaciones secesionistas y los 6 de Comuns Sumar puedan condicionar la elección de cargos claves como la presidencia del legislativo. Fuentes de ERC confirman las conversaciones y valoran positivamente la propuesta. Por su parte, Salvador Illa (PSC), ganador de las elecciones, no ha tardado en manifestar su desagrado y ha pedido al resto de formaciones “respeto” a los resultados del 12-M.
“Una presidencia del Parlament que esté en manos de ERC y del independentismo es, evidentemente, preferible a cualquier otra alternativa, por descontado”, ha compartido Estrada en una entrevista a Catalunya Ràdio. La anticapitalista ha defendido la necesidad de tener una Mesa de la Cámara “garantista” con los derechos de los diputados para poder debatir de “cualquier cosa” en sede parlamentaria. En las filas republicanas manifiestan su voluntad de trabajar en la línea de una propuesta que les “gusta” pero desmarcan el futuro de la conformación de ese órgano con el sentido final del voto en un debate de investidura. “Es imposible que vayan juntas las negociaciones”, añaden fuentes de la cúpula del partido liderado por Oriol Junqueras, tras recordar que su consulta interna sobre la investidura aún tiene que pasar por un Consell Nacional que se celebrará el día 15 de junio.
Las negociaciones para la investidura y la composición de la Mesa del Parlament coinciden con una campaña para las europeas que lo ha ralentizado todo. Y la artimética resultante del 12-M le da sobre el papel fuerza a la Mesa “antirepresiva” ante el argumento legitimista de Illa. La figura del presidente o presidenta de la Cámara es clave porque, entre otras cosas, es quien decide qué candidato y cuándo puede someterse a un debate de investidura. Según el reglamento de la Cámara, el líder del legislativo se escoje por votación directa de los diputados: si ningún nombre alcanza la mayoría absoluta en la primera ronda (68), se realiza una segunda donde solo se ponen a consideración los dos nombres que hubieran recibido el mayor número de apoyos. El PSC obtuvo 42 escaños, mientras que el bloque Junts, ERC y CUP suma 59.
Como respuesta al movimiento de la CUP, el líder del PSC, Salvador Illa, ha avisado de que se va “por el mal camino” si los partidos no “respetan” el resultado “claro y contundente” del 12-M en la conformación de la Mesa del Parlament. En un acto en Terrassa (Barcelona), Illa ha remarcado que “los partidos que no tengan respeto por lo que manifestaron los ciudadanos en las urnas y que quieran bloquear, estorbar y liar las cosas se equivocan”.
El escenario ideal de los socialistas pasa por poder sumar con los ERC y los comunes tanto en la votación de la Mesa como en la investidura. Pero al no tener esos votos amarrados, dependería del PP (15 escaños) si, como mínimo, los republicanos se descuelgan. De ahí que el número dos de Junts, Jordi Turull, haya precisamente atacado por ese flanco a Illa, sin referirse directamente a la propuesta de la CUP. Turull acusa a Illa de utilizar “los mismos argumentos de [Alberto Núñez]Feijóo contra [Pedro] Sánchez”. “Liar las cosas es hacer campaña diciendo que se debe parar a la derecha y luego pactar, votar y manifestarse junto a ella”, ha escrito en X, recordando el pacto que sacó a Xavier Trias de la alcaldía de Barcelona por un pacto de perdedores.
Estrada ha anunciado también que los antisistema hablarán esta semana de forma telemática con el candidato de Junts, Carles Puigdemont, para abordar una posible investidura. En una intervención en La 2, ha dejado claro que no facilitarán un Govern que consista en “restituir la antigua Convergència”, aunque ha afirmado que podrían intentar entenderse con Junts si el objetivo es “avanzar en el procés independentista”. La eventual investidura del expresident, en todo caso, depende de una abstención del PSC en segunda vuelta y Estrada ha admitido que es un escenario altamente improbable. El expresident, pese a haber quedado segundo el 12-M, reivindica su derecho a ser propuesto para la investidura con el argumento de que una eventual suma de partidos independentistas tiene más diputados que una suma del PSC con los comunes.
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