La gran reforma de La Rambla de Barcelona finalizará en febrero de 2027
Los coches solo circularán, a partir del 17 de junio, de subida pero podrán atravesar el tronco central del paseo en cinco puntos
Cuando el socialista Jaume Collboni se hizo con la alcaldía de Barcelona -hace justo un año- prometió acelerar la reforma de La Rambla y reducir a la mitad el calendario fijado por Ada Colau. Las obras comenzarán el 17 de junio y La Rambla estará acabada en febrero de 2027 a tres meses de las elecciones municipales. Estos 32 meses de obras comenzarán por la acera del Gòtic (10 meses), seguirán por la del Raval (10 mes...
Cuando el socialista Jaume Collboni se hizo con la alcaldía de Barcelona -hace justo un año- prometió acelerar la reforma de La Rambla y reducir a la mitad el calendario fijado por Ada Colau. Las obras comenzarán el 17 de junio y La Rambla estará acabada en febrero de 2027 a tres meses de las elecciones municipales. Estos 32 meses de obras comenzarán por la acera del Gòtic (10 meses), seguirán por la del Raval (10 meses) y finalizarán en el tronco central (12 meses). La obra total está presupuestada en 55, 6 millones de euros, aunque el grueso de la reforma (44 millones) es el que se comenzará el próximo mes.
El ejecutivo de Barcelona en Comú (en coalición con el PSC) ideó entonces un proceso por el que se iría reconstruyendo el paseo, por tramos, eternizando la obra durante seis años (las previsiones más optimistas aseguraban que no finalizaría hasta 2030). En octubre de 2022, con tres años de retraso, el ejecutivo de Colau comenzó la rehabilitación en la parte baja del paseo. En un primer tramo de 150 metros entre Colón y el acceso al Museo de Cera. La construcción de esta primera zona finalizará este mes de julio y Collboni ya ha marcado el inicio del resto de reforma.
Mientras dure la actual la reforma, los vecinos temen que el paseo se convertirá en un caos circulatorio. La acera del Raval se transformará, a partir del 17 de junio, en una carretera de subida de vehículos. Además, se cortará, provisionalmente, el tronco central de la Rambla en cinco puntos regulados por semáforos. Allí habrá pasos para que los coches puedan realizar el reparto de mercancías de un lado a otro de La Rambla. En un principio solo se habilitarán tres pasos que cruzarán el paseo central en Portaferrissa-Carme, Ferran y la plaza Reial. Posteriormente se abrirán otros dos en Pla de l’Ós y Escudellers. Para diseñar estos pasos provisionales se demolerá el pavimento actual y se alquitranará de nuevo.
El director general de Bimsa (Barcelona de Infraestructuras Municipales), Ricard Font, ha advertido que este mismo martes comenzarán los trabajos previos para preparar el paseo y garantizar la movilidad. La calzada del lado Raval durante la primera fase de obra -los 10 meses que durará la reforma del lado Gòtic- será de subida desde Colón hasta plaza Catalunya. De hecho, durante los 20 meses que durará la obra de las aceras laterales solo tendrá sentido ascendente. El gobierno de Collboni ya ha alertado que una vez acabado el paseo en 2027 -tanto de subida como de bajada- solo podrán circular por La Rambla el transporte público, el reparto de mercancías y los vehículos de los vecinos restringiendo, con cámaras sancionadoras, el acceso al resto de vehículos. El Ayuntamiento ha recomendado a los conductores que durante los 32 meses que dure la obra -y una vez acabada- se utilicen trayectos alternativos como Parl·lel o el paseo Lluís Companys.
El recorrido de las líneas de autobús V13 y 59 y el bus nocturno N9 quedarán afectados por la obra. Los autobuses de la 59 y N9 seguirán subiendo La Rambla, pero bajarán por Via Laietana mientras que la V13 tendrá su origen y final en plaza Cataluña.
A diferencia del proyecto de Ada Colau, la intervención que ejecuta el gobierno Collboni se hace a la vez en todo el paseo aunque por aceras. La teniente de alcalde de urbanismo, Laia Bonet, ha asegurado que los accesos a viviendas, aparcamientos, espacios culturales, teatros y museos estará garantizado y, sobre todo, el paso de vehículos de emergencias. De hecho, gran parte de la complejidad de la obra se debe a que, en todo momento, se garantiza el paso de los caminones de bomberos para atender emergencias
Los negocios como son las terrazas de restaurantes, los quioscos o las paradas de floristas solo quedarán afectadas en la reforma del tronco central y según el Consistorio las afectaciones que tendrán estos comercios les obligará a cerrar, como máximo, entre cinco y ocho semanas. El Ayuntamiento todavía no ha decidido qué tipo de quioscos se colocará ni de que tamaño. Tampoco han informado cuando desaparecerán los quioscos de los antiguos pajareros que ya no tendrán espacios en el nuevo paseo.
Al finalizar la reforma, el paseo final tendrá menos espacio destinado a los vehículos. Solo habrá un carril de circulación por cada lado. El tramo central crecerá ampliando los alcorques de los árboles. Además se construirán tres plazas. Cuando se actúe sobre la parte central del paseo se retirará tanto el mosaico de Joan Miró como el memorial del atentado para volverlo a colocar una vez finalizada la reforma. Además, a los 375 árboles que hay en la actualidad en el paseo se les dotará de un alcorques más amplios. De estos árboles 280 permanecerán en el lugar mientras siguen las obras, 54 se irán al vivero municipal y se aportarán más árboles hasta llegar 384 ejemplares.
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