Se alquila piso de tres habitaciones con terraza en Barcelona por 900 euros… en un velero

Un portal inmobiliario publica un anuncio de alquiler de temporada en un barco del Port Olímpic, donde el uso habitacional de las embarcaciones está prohibido

Captura del anuncio en Idealista de la vivienda de alquiler de temporada en una embarcación del Port Olímpic.

La crisis por el acceso a la vivienda que atraviesa Barcelona se manifiesta de muchas maneras, también en forma de pisos que en realidad no lo son. Un anuncio publicado en Idealista el lunes, ya retirado del portal, dice: “Alquiler de piso en Paseo Marítim del Port Olímpic”. Treinta metros cuadrados, tres habitaciones, bajo exterior sin ascensor. Todo por 900 euros al mes con gastos incluidos, más una fianza de un mes y los honorarios de la inmobiliaria aparte. Entre las caract...

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La crisis por el acceso a la vivienda que atraviesa Barcelona se manifiesta de muchas maneras, también en forma de pisos que en realidad no lo son. Un anuncio publicado en Idealista el lunes, ya retirado del portal, dice: “Alquiler de piso en Paseo Marítim del Port Olímpic”. Treinta metros cuadrados, tres habitaciones, bajo exterior sin ascensor. Todo por 900 euros al mes con gastos incluidos, más una fianza de un mes y los honorarios de la inmobiliaria aparte. Entre las características básicas que detalla el anuncio, incluye que tiene terraza y que tiene una orientación norte, sur, este y oeste. ¿Cómo no va a contar con estos lujos, si se trata de un velero amarrado en uno de los pantalanes del Port Olímpic? Eso sí, el anuncio indica que el alquiler del “piso” es de temporada, solo hasta febrero, y añade: “¡El barco es sólo para ser utilizado como alojamiento y no se puede sacar!”.

Con esta advertencia se echa a perder cualquier fabulación de imitar a los famosos navegantes solitarios que se fueron a vivir sus aventuras con la casa a cuestas —del pionero Joshua Slocum o el soñador Bernard Moitessier, hasta Kirsten Neuschäfer, que ganó el año pasado la carrera para dar la vuelta al mundo en solitario— y uno choca de lleno otra vez con la realidad: el problema de la vivienda.

El precio de los alquileres en Barcelona se situó en el segundo trimestre en los 1.123 euros mensuales de media, según los datos que se desprenden de las fianzas depositadas en el Incasòl. Unos alquileres que el año pasado subieron cuatro veces más que los ingresos de las familias, según un informe reciente del Observatorio Metropolitano de la Vivienda de Barcelona (OHB). Encontrar un piso de 30 metros cuadrados por 900 euros al mes es ya lo habitual. Pero no lo es tanto que el piso sea en realidad un velero. Según el anuncio, se trata de “vivir una experiencia diferente en Barcelona”, y los baños y la lavandería “son compartidos en el puerto deportivo, accesible solo para los propietarios de las embarcaciones”. El internet, 20 euros, va aparte, y se busca “un perfil tranquilo de pareja o de dos amigos que tengan más de 30 años, sobra decir que no están permitidas fiestas”. Un portavoz de Idealista indica que este anuncio no puede estar en el portal, y ya lo han retirado: “Solo podemos anunciar viviendas. Hay gente que ha querido poner de todo, tiendas de campaña, furgonetas o hasta una lápida, pero tenemos un equipo que lo revisa y lo filtra, este se les habrá pasado”.

Un detalle del anuncio en Idealista de la vivienda en un barco en el Port Olímpic.

Alquiler de temporada

¿Pero es posible vivir en un barco? Vivir en una embarcación no está prohibido en la legislación, pero depende del uso que se haga, y como ocurre en el caso de las autocaravanas o las furgonetas, no hay una regulación muy específica, aunque en todos estos vehículos sí es posible empadronarse. La ley catalana de puertos (10/2019) indica: “Por lo que respecta al régimen de uso, la ley da cobertura expresa a la estancia de las tripulaciones en la embarcación, como complemento a la actividad principal, que es la navegación, siempre que se comunique a la dirección del puerto”, pero añade que la ley “prohíbe expresamente el uso de artefactos para usos habitacionales, residenciales, hoteleros o para otros tipos de usos y actividades turísticas”. Ricardo Tormo, miembro de la Asociación de Navegantes de Recreo de España, explica: “No está clara la ley a la que acogerse, suelen vivir en los barcos los que también los usan para navegar y que son sus propietarios. Pero la cuestión es dónde tienes el barco”. Si la embarcación está amarrada en un puerto o en una marina, es el reglamento de esta entidad la que lo regula, con arreglo a la ley. Y en cualquier caso, si el barco no se saca a navegar, como es el del anuncio, tiene que declararse como buque inactivo ante la autoridad portuaria, según está regulado en el artículo 16 de la ley 14/2014 de Navegación Marítima.

El velero anunciado está en el Port Olímpic, donde, según consta en su página web, “queda prohibido el uso de la embarcación autorizada para usos habitacionales, residenciales, hoteleros u otros tipos de usos y actividades turísticas, salvo autorización expresa concedida por la Autoridad Portuaria”. El Port Olímpic es un club náutico que depende de la entidad municipal Barcelona Serveis Municipals, y que cuenta con diferentes servicios para los usuarios. “Cada club náutico pone sus condiciones en los contratos de amarres. De lo que estoy convencido es que no se deja que se alquile a terceros”, apunta un portavoz del Puerto de Barcelona, que no tiene jurisdicción sobre el Port Olímpic.

El uso de embarcaciones como pisos turísticos —alquilar el barco como sitio donde alojarse, y no por su uso recreativo de navegación— es polémico desde hace años porque aparecen anuncios de vivienda turística en plataformas turísticas como Airbnb o en los propios portales de alquiler de embarcaciones. Las autoridades portuarias ya alertaron hace años de los peligros de seguridad de estas prácticas, y de que este uso quedaba fuera de la ley de turismo catalana. En este caso, el anunciante —la inmobiliaria Casa Cloe, que no ha respondido a las preguntas de este periódico— no lo oferta como un piso turístico, sino como un piso en alquiler de temporada, hasta febrero. Esta fórmula es la que están utilizando muchos operadores del sector inmobiliario para esquivar las restricciones de la ley de vivienda, y tanto la Generalitat como entidades por el derecho de acceso a la vivienda piden que se regule. La ley de vivienda, por otra parte, también establece que los honorarios a la agencia inmobiliaria tienen que correr a cargo del propietario, algo que el anuncio deja claro que no va a ocurrir.

Un detalle del anuncio en Idealista de la vivienda en un barco en el Port Olímpic.

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